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25 de marzo 2025

28 de febrero 2025

¡Que alguien me explique!

El “enganche” de los 29

El mensaje no podía ser más claro: En el día preciso del cónclave en Washington entre los gabinetes de Seguridad de ambos países, México extraditó a 29 capos del crimen organizado. Y los entregó a la justicia de EEUU

Por Ramón Alberto Garza

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El mensaje no podía ser más claro. El golpe no podía ser más preciso. El deslinde no podía ser más contundente.

En el día preciso del cónclave en Washington entre los gabinetes de Seguridad de ambos países, México extraditó a 29 capos del crimen organizado. Y los entregó a la justicia de los Estados Unidos. Purgarán cadena perpetua o incluso pena de muerte.

El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum demostró, con esta entrega -largamente esperada por los centros de inteligencia norteamericanos-, que su administración está dispuesta a cooperar en la guerra contra las drogas para recuperar los territorios perdidos. Un giro de 180 grados respecto a la política negligente, cómplice y obstinada de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, quien redujo esa cooperación al mínimo, si no es que la nulificó. De hecho, en el comunicado de prensa emitido por la procuradora Pam Bondi, se reprocha abiertamente con todas sus sierras que esas extradiciones no fueron honradas por el anterior gobierno, el primero de la Cuarta Transformación.

Lo que es un hecho es que la mayoría de esos capos extraditados ayer eran jefes de los cárteles en los sexenios del PRI y el PAN. Desde Luis Echeverría hasta Enrique Peña Nieto. Por eso son apenas “el enganche” del gran acuerdo entre los dos gobiernos. Una “ofrenda” para calmar la ira del “dios naranja” de la Casa Blanca, esperando que se desista de imponer el 25 por ciento de aranceles a los productos exportados por México. Pero faltan todavía las capturas de los poderosos del anterior sexenio y de lo que va de este. Desde los Archivaldo Guzmán hasta los Nemesio Oseguera, alias “El Mencho”.

El capo insignia de los extraditados es Rafael Caro Quintero. Es el trofeo que desde hace años anhelaban los organismos de inteligencia norteamericanos por ser considerado el autor del asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena Salazar.

Pero en el paquete van también Miguel Ángel Treviño Morales, alias “El Z-40” y su hermano Omar Treviño Morales, alias “El Z-42”, íconos de los años de “Los Zetas” y de los gobiernos prianistas. Al igual que Vicente Carrillo Fuentes, jefe del Cártel de Juárez o Miguel Ángel Rodríguez, alias “El Metro”.

Está claro que la presidenta Claudia Sheinbaum y sus colaboradores fueron cautos y sigilosos en esos acuerdos. Nada se filtró hasta que despegó el avión que transportó la peligrosa carga desde el Aeropuerto Felipe Ángeles con destino a los Estados Unidos.

Habrá que esperar la reacción de los capos que despachan hoy en libertad desde Sinaloa, Tamaulipas, Jalisco, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, Durango o Nayarit, entre otros estados dominados por el crimen organizado.

Y, sin duda, habrá que esperar la reacción del ex presidente Andrés Manuel López Obrador. Se fortalece la narrativa del narcoestado gestado en su sexenio con la política de “Abrazos, No Balazos”. Comienza a tomar criterio de validez frente a las cortes norteamericanas que, desde el gobierno de la Cuarta Transformación, se apadrinó al crimen organizado.

El próximo golpe será la aprehensión y entrega de un gobernador y de algún político morenista que se dedicó a lavar los dineros del huachicol fiscal. Y la presidenta Claudia Sheinbaum, dibujando su deslinde para evitar “el colapso”. Un golpe maestro.

En Palacio Nacional no se entonó el Himno Nacional. Y en Palenque sólo se escuchó un dramático silencio. Saben bien que esta entrega de los 29 es apenas “el enganche”.

Bien por la presidenta Claudia Sheinbaum. Bien por el secretario Omar García Harfuch. Bien por el fiscal Alejandro Gertz Manero.

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