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Opinión

#ConTaconesEntreLegos | PARO (E)

Con tacones entre legos

Lo que se vive hoy, sobre la desaparición de los 13 de los 14 fideicomisos, no es una historia nueva. AMLO y su gobierno ya lo había hecho en 2020

Por Marcela Garza Barba

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AMLO se sale con la suya y desaparece 13 de los 14 fideicomisos del poder judicial.

No es nada nuevo.

Ya lo había hecho antes.

Eso de poner a la democracia en riesgo ya es su deporte favorito, más que el beisbol.

O no se acuerdan en 2020, cuando hizo oficial la extinción de 109 fideicomisos, entre ellos, el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), el Fondo Minero, el Fondo Metropolitano y unos tantos del Conacyt.

¿Y qué se hizo con el dinero de estos fondos extintos?

El gobierno lo usó.

De los 64 mil 543 millones 300 mil pesos que oficialmente se manejaron como suma de los fideicomisos extintos en 2020, 40.8 por ciento se fue a la afmada obra insignia del presidente, el Tren Maya, la otra tajada para otros rubros como vacunas, ferrocarriles, programas de vivienda social, unos 14 mil millones cayeron en el rubro “sin asignación específica”.

En otras palabras, el gobierno elimina fideicomisos a conveniencia.

¿Pasará lo mismo con los más de 15 mil millones de pesos de los 13 fideicomisos del Poder Judicial?

El fondo no tiene nada que ver con los, dizque, privilegios de unos cuantos.

Ni con el tú a tú con la Ministra Presidenta, Norma Piña.

Tiene todo que ver con utilizar ese dinero en obras insignia y programas sociales a su antojo.

Ya pare, señor presidente.

Por una sana democracia en nuestro país.

El presidente… astuto como es, se ha concentrado en hilar una historia desde el 2018 con respecto a México.

“Nosotros” y “Ellos”.

En el “nosotros”, dizque, no caben los privilegios y la corrupción.

Pero ahí está.

Nos roban la democracia ante nuestros ojos y nosotros de espectadores.

En el “ellos” sólo cabe el conservadurismo, los privilegios y la supuesta corrupción.

Veamos.

Lo que se vive hoy, sobre la desaparición de los 13 de los 14 fideicomisos, no es una historia nueva.

AMLO y su gobierno ya lo había hecho en 2020.

Y tan descarado fue el recorte de, dizque, privilegios hacia los mineros, los del Conacyt, educación, etcétera, que al gobierno no le importó en ese momento mandar un documento a la Cámara de Diputados en el que se confirmaba el monto total oficial de los 109 fideicomisos eliminados, entre ellos el Fonden, Conacyt, el Fondo Minero, entre otros.

En ese documento, la Secretaría de Gobernación aseguró que eran 64 mil 543 millones 300 mil pesos.

Y de esos, 40.8 por ciento habían sido destinados al Tren Maya.

¡Así de descarado!

Al cabo que nadie dice nada, ¿no?

La eliminación de los fideicomisos es por el bien del país, para que no haya privilegios.

¿Que no es un privilegio actuar con alevosía y ventaja, y utilizar el dinero de los fideicomisos extintos en obras insignia que se triplican en su costo?

Por ejemplo, el Tren Maya, que ya va en 30 mil millones de dólares.

¡Es un robo!

En ese momento hubo pronunciamientos de la gente afectada, uno que otro paro, pero nada como el de hoy.

Y es que, desde que AMLO no logró su Plan B, ahora va por el C y con todo.

Digo, hasta Claudia Sheinbaum -en días pasados- lo dijo en Oaxaca, fuerte y claro: “Morena no solo debe ganar la Presidencia, sino ganar la mayoría calificada en el Senado, en la Cámara de Diputados y todas las presidencias municipales y gubernaturas”.

Le faltó  decir… y el Poder Judicial.

Ahí están AMLO, Morena y sus aliados, desdibujando la línea de poderes al eliminar 13 de 14 fideicomisos con un total de más de 15 mil millones de pesos.

Otra vez la pregunta.

¿A dónde va este dinero?

Claro, a programas sociales y obras insignia del presidente López Obrador.

Ahora sí, ¿quién es el de privilegios?

Si, el presidente y los suyos utilizan toda la fuerza del Estado para quitarle los pilares democráticos a nuestro país.

¿Y el dinero de los trabajadores del Poder Judicial?

Cincuenta mil personas afectadas.

Ese gremio que vela por la justicia pronta y expedita de nuestro país.

Eso no importa, importa más el Tren Maya y para eso hay que decir que se deben eliminar los privilegios.

Los privilegios de los ministros y jueces.

Arrodillar y silenciar a conveniencia.

Aunque una Norma Piña diga en el video filtrado esta semana “el silencio no implica inacción, sino prudencia”.

Me pregunto.

¿Lo es?

Los trabajadores en paro aseguran que, si no se llega a una negociación, seguirán en paro hasta el 24 de octubre.

El presidente no para, ellos tampoco.

La democracia está en juego y la verdadera intención no es la que presume el presidente “despejar la opacidad y la discrecionalidad en el manejo de recursos públicos”.

La verdadera intención: tomar el total control.

Peligro para México.

Si no, vuelvan a ver la quema de piñata de la Ministra Presidenta, Norma Piña.

Y ahora, la quema de piñata de AMLO.

Ese es el odio sembrado desde el poder, con el “nosotros” y “ellos”, desde el privilegio.

¡Pare!

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