#ConTaconesEntreLegos | La máscara del Jaguar

Hay una fijación por el jaguar en el gobierno actual.

Y es que no es coincidencia que este animal sagrado para los mayas sea también sagrado para la Cuarta Transformación.

Después de todo, significa poder y este gobierno lo que quiere es PODER (ahora y en 2024).

El presidente acaba de declarar como área natural protegida a la zona conocida como Jaguar en Tulum, Quintana Roo.

De la misma forma que protege a la mujer que le está ayudando a “salvar” el barco de Morena para las elecciones de 2024, la Gobernadora de Campeche, Layda Sansores con su “Martes del Jaguar”.

Y ahora se dice que Carlos Joaquín, gobernador de oposición en Quintana Roo se incorporará al gabinete de AMLO.

¿Será que el felino le otorgará su fuerza a los y las de Morena, como en su momento se cree le otorgó a las distintas deidades mayas?

¿O solo es la máscara del momento con fines electorales?

Es sabido que, cuando un mandatario está en serios aprietos, recurre a un animal para suavizar el panorama.

Los animales más comunes, los perros.

Ahí está la inflación reciente y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sonriendo junto a su pastor alemán.

Boris Johnson, el party gate y sus últimos días como mandatario a lado de su perro fiel ‘Dilyn’.

El mensaje propagandístico para Estados Unidos y el Reino Unido: tranquilidad y protección.

¡Aquí no pasa nada!

Sigamos.

Pero hay otro tipo de líderes.

Aquellos que prefieren un animal feroz para venerar.

Estos líderes tienen tintes autoritarios.

Y es que los ciudadanos gobernados por estos líderes opresores necesitan un mensaje propagandístico más allá de la tranquilidad y protección, tienen sed de un mensaje de poder (aunque sea solo una máscara).

Hitler, en su momento, recurría a los lobos.

La sede hitleriana de la Segunda Guerra Mundial se llamaba Wolf’s Canyon y Wolf’s Liar.

De hecho, los más allegados al dictador le decían el “Lobo”.

Para Hitler, el lobo significaba poder y eso quería proyectar.

El mensaje propagandístico: la guerra feroz y el apoyo a los grupos paramilitares, incluida la Organización Werewolf.

Durante la época de la Segunda Guerra Mundial, el lobo se veía por todas partes, incluso llegó a ser la figura de agresión imperialista.

La mayoría de los mensajes hitlerianos iban acompañados de la figura del lobo.

Se dice que Hitler se consideraba lobo y sus enemigos vampiros.

Los soldados optaron por llamarse Werewolves para pelear con fuerza y mantener la ideología hitleriana viva.

En unos tantos mensajes del dictador se hacía referencia al lobo como sinónimo de pertenencia al líder y su país.

¡Vaya propaganda persuasiva!

¿Y qué hay de México?

México es oootro animal, pero en el fondo, la propaganda es similar.

Aquí, AMLO recurre al jaguar.

El animal sagrado de los mayas.

Jaguar es el símbolo de poder en la cultura Maya.

De ahí, el perdón a los mayas, la obra “insignia” del Tren Maya.

Los videos virales del jaguar en el agua y otro del felino peleándose con un lagarto durante las visitas del mandatario morenista a Quintana Roo.

¡Y claro!, el “Martes del Jaguar”, el show creado por una de sus fieles, la gobernadora de Campeche, Layda Sansores.

Más claro, ni el agua.

¡Jaguar igual a propaganda morenista pura!

De ahí, a que el felino les otorgue poder… quién sabe.

En esta ocasión le hice caso al dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, y me senté a ver el “Martes del Jaguar” con palomitas.

Hace unos días, Delgado hizo un llamado a la población, tal cual anuncio, para que vieran la novela del “Martes del Jaguar” con palomitas.

Pero ni las palomitas me mantuvieron atenta.

De una hora y más que dura el show de Sansores, aguanté 15 minutos.  

Se nota la vil publicidad morenista.

De aplausos por los logros campechanos y por las obras insignia del presidente, sobre todo, la del Tren Maya, a amarrar navajas en contra de los opositores, específicamente en contra de Alejandro Moreno (mejor conocido como “Alito”, del PRI).

Un playlist de audios de “Alito” se me hace poco, el más reciente el de la supuesta compra de un carro de lujo.

¡Vaya bajeza de juego político!

Y es que no puedo creer que el programa abra con una canción hecha a la medida que dice “roba y roba el funcionario. Pero acá ya terminó la robadera”.

¿Será?

En otros países a esto lo llaman dirty politics, aquí se llama “cochinero” y lo tenemos gratis todos los martes.

¿Quién se cree tanto cuento?

El programa con logotipo de jaguar tiene todos los ingredientes de una telenovela mexicana mezclada con un programa de chismes de cuarta.

Layda toca el corazón de las supuestas 12 mil personas conectadas en Facebook, otras tantas en YouTube, más el canal oficial del Gobierno de Campeche.

Se va de los logros con niños y adolescentes de la región a aplausos directos al presidente y, entre risas, se va contra el malo del cuento, “Alito”.

Y todo con un tinte nostálgico de aquel programa del Tío Gamboín, porque a todos les dice “sobrinos”.

¡Con razón dicen que supera a las mañaneras del presidente!

Pan y circo al pueblo mexicano.

Pero ahí no acaba el toque del jaguar.

Hace unos días, Layda le dio su bendición a Claudia Sheinbaum, a la que llamó la “insurrecta” y su “favorita”, como si el toque del jaguar le diera la bendición a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México para las elecciones de 2024.

“Brillante alumna de AMLO”, dijo Sansores en el acto masivo celebrado para apoyar a Sheinbaum.

Tanto Layda como Claudia son alumnas y fieles a AMLO.

Se puede decir que las mujeres del jaguar.

¿Y Carlos Joaquín, el gobernador de oposición de Quintana Roo?

El mismo que le mandó algunos videos del jaguar a AMLO, ahora se integrará al gabinete morenista.

Ahora sí que, como dijo AMLO cuando Carlos Joaquín le mandó el video del jaguar al mandatario, “como México no hay dos”.

¿El jaguar le dará a Morena el poder que tanto necesita?

¿La población estará tan ciega que se creerá dicha propaganda política?

Dicen que el jaguar está en peligro de extinción.

Y si los de Morena siguen así, también lo estarán.

¡Aunque por ahora usen la máscara del jaguar!