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2 de mayo 2024

28 de abril 2023

Opinión

#ConTaconesEntreLegos | Impasse Presidencial

Con tacones entre legos

Ocho reformas que diputados de Morena aprobaron en menos de 24 horas, mientras que el presidente se escondía en los aposentos de su palacio por un supuesto COVID. ¿Mera coincidencia o se trata de un impasse presidencial?

Por Marcela Garza Barba

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Hoy, México convalece.

Se muere poco a poco y nosotros estamos de testigos.

Ya no hay oxígeno que nos brinde un mejor futuro.

Y es que, unas tantas operaciones en el Congreso se hicieron rápidamente, al parecer a modo y sin un buen diagnóstico, mientras que todos poníamos nuestra energía en la salud de AMLO.

Ocho reformas que diputados de Morena aprobaron en menos de 24 horas, mientras que el presidente se escondía en los aposentos de su palacio por un supuesto COVID.

¿Mera coincidencia?

La extinción del Insabi; la inoperatividad del INAI; los recursos interminables para el Ejército, en lugar de utilizarlos en otras dependencias como el turismo; la cancelación del Conacyt y así sigue la lista.

Reformas que se hicieron al vapor y que el sabor a fast track ha enfermado aún más a está dizque democracia.

¿Será que el “periodo de impasse”, ese que tanto necesitaba Morena para cerrar su plan contra el INAI -según le dijo el presidente al secretario de Gobernación, Adán Augusto López, en los audios filtrados con senadores-, llegó en el momento que más convenía?

Más vale centralizar el poder a toda costa que mantener contrapesos, ¿no?

No quiero pensar mal.

Pero no me queda de otra.

Este impasse (o como lo define la Real Academia Española, “compás de espera”) presidencial ha sido muy conveniente para estos tiempos electorales.

Mientras, los mexicanos andábamos especulando.

Que si el presidente contrajo COVID o no.

Que si se desmayó en Yucatán o sufrió un paro cardiaco.

Que si lo trasladaron de urgencia al Hospital Militar en la Ciudad de México o se encontraba volando hacia Phoenix, Arizona para ser atendido.

Nuestro país sufría la peor de las enfermedades: la eliminación de los contrapesos autónomos de este país y la centralización con una fiebre muy alta causada por la falta de transparencia.

Desde el domingo ansiábamos ver el parte médico oficial del presidente, pero todo lo contrario, a cuentagotas, uno que otro detalle dado por el secretario de Gobernación, Adán Augusto, y el secretario de Salud, Jorge Alcocer.

Juego mañanero perverso.

Porque del otro lado de la palestra cuatroteísta, el país se autodiagnosticaba sin diálogo, dándole fast track a iniciativas fundamentales.

Con la extinción del Insabi (que por cierto también se debe dar con los responsables, se dice que 98 por ciento de las compras no están disponibles en el EDCA) y la inoperancia del INAI tenemos.

Digo, ahí está la ironía.

Mientras a los mexicanos nos quitan un plan de salud funcional y dejan a la deriva a la única dependencia que hace que los gobernantes rindan cuentas, el presidente es atendido con médicos de primera y se esconde en su palacio por días.

No solo los médicos de cabecera de AMLO saltaron al rescate, sino los Spin Doctors del gobierno también.

En unos días hilaron un storytelling perfecto para especulaciones que crecían conforme pasaban las horas.

¿Y los Guacamaya Leaks?

¿Los Chapitos y Estados Unidos?

¿Los viajes del General Secretario?

Nada de eso importaba ya.

Hasta remataron con una frase de “Dios Salve al Presidente”, muy cliché para mi gusto, copy paste de God Save The Queen.

El video presidencial de dieciocho minutos de ‘aquí estoy, no tengo nada y gozo de buena salud’ tuvo más rating que cualquier otra mañanera y se analizó más que los propios Guacamaya Leaks.

La recuperación del presidente se dará, tarde que temprano. Digo, en el video se le ve estable por fuera, falta que nos digan cómo está por dentro. 

Regresemos con el que en verdad convalece, nuestro México.

Aquel que tiene el cuerpo color verde olivo, difícil de rehabilitar, porque la sangre que corre por sus venas está totalmente contaminada de militarismo.

A ese que le amputan los brazos y las piernas, desapareciendo de tajada a un Conacyt y repartiendo lo obtenido por la Secretaría de Turismo. Ochenta por ciento al Ejército, veinte por ciento a migración, dos de las dependencias más corruptas.

Al que le ha sido detectada una enfermedad crónica a causa de la falta de distribución de medicamentos, la extinción del Insabi y la falta de estrategia para reincorporar el sistema de salud al IMSS-Bienestar.

Y así, la lista de enfermedades anti democráticas sigue.

En la mayoría, aparece el Ejército.

Y se acentúa la opacidad con la inoperancia del INAI.

Ahora sí que, como dicen los morenistas, que le devuelvan al pueblo lo robado.

Porque hoy sí que nos robaron descaradamente.

Tenía tanta razón Adán Augusto, cuando le dijo a los senadores que el presidente le había comentado que lo mejor que les podía pasar en estos momentos era un “periodo de impasse”.

Lo mejor que le podía pasar a Morena y a sus aspiraciones políticas hacia el 2024, claro.

Porque, al final, el periodo de impasse no fue solo para dejar inoperante al INAI, sino para enfermar al sistema democrático por completo.

‘Haiga sido como haiga sido’.

Con Covid o no.

¿Quién salió beneficiado de esto?

¿México o la 4T?

Ahora sí que, está en nuestras manos, revivir a nuestro país o dejarlo morir.

El video, mañanera reloaded, es lo de menos.

Lo del impasse presidencial es lo de más.

Peligro y suframos un váguido que nos deje secuelas de por vida.

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