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1 de octubre 2018

Economía

USMCA: mucho más que un nuevo TLCAN

Para México, mantenerse en un tratado trilateral de libre comercio implica levantar un pesado velo de incertidumbre

Por Rodrigo Carbajal

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Esta mañana, Carlos Loret de Mola le preguntó a Moisés Kalach en su programa de radio matutino si el empresariado mexicano estaba listo para sacar la champaña. La respuesta del coordinador del consejo consultivo de negociaciones estratégicas del CCE, mejor conocido como el cuarto de junto, fue un rotundo sí.

Donald Trump, el hombre que llegó a la Casa Blanca con un mandato de política comercial con un fuerte corte proteccionista, acababa de anunciar que Estados Unidos, Canadá y México finalmente habían llegado a un acuerdo definitivo para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

El Presidente de Estados Unidos anunció que el TLCAN, en sus palabras “el peor acuerdo comercial de la historia”, dejaría de existir para dar lugar a un nuevo tratado, el USMCA.

Se incluyeron nueve capítulos adicionales al acuerdo original: comercio digital, trabajo, medio ambiente, pymes, competitividad, anticorrupción, prácticas regulatorias, política macroeconómica y anexos sectoriales.

 

Tiene el visto bueno de AMLO

Para México, mantenerse en un tratado trilateral de libre comercio implica levantar un pesado velo de incertidumbre. El texto preliminar del acuerdo que dio a conocer la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos tiene el visto bueno de la iniciativa privada mexicana y del equipo del Presidente Electo.

Marcelo Ebrard, propuesto por Andrés Manuel López Obrador como futuro Secretario de Relaciones Exteriores, emitió un comunicado: “Gracias al acuerdo, México está mejor posicionado para dar curso a los programas prioritarios planteados por el Presidente Electo”.

Jesús Seade, quién participó en la renegociación del TLCAN en calidad de observador en representación del gobierno electo, refirió que México logró meterse dentro de la cortina del área de libre comercio más importante del mundo en un momento en el que toda la región se está volviendo mucho más proteccionista. “Probablemente, México pudo haber sido más fuerte y resistido concesiones; por ejemplo, en la industria automotriz tal vez fue algo excesivo; pero a su vez es difícil decirlo porque Trump estaba empecinado en salir del TLCAN”, declaró Seade en entrevista con el diario canadiense The Globe and Mail.

Pese a que Canadá decidió adherirse al acuerdo preliminar de México y Estados Unidos en el último momento, la noche del domingo; los mercados reflejaron el avance de las negociaciones en el tipo de cambio peso-dólar de los últimos seis meses. En este periodo, la divisa mexicana se apreció 9.5 por ciento en relación a la moneda estadounidense.

Cada quién salvó lo suyo

Estados Unidos extrajo importantes concesiones en la industria automotriz (fuente del déficit comercial con México), Canadá logró mantener intacto el Capítulo 19 de mecanismos de resolución de disputas y México impidió que se aprobara una cláusula sunset de terminación automática del acuerdo cada cinco años.

En el fondo, en el contenido, fue una negociación salomónica. Sin embargo, en la forma, en el discurso, la modernización del TLCAN es una victoria política para Donald Trump, un presidente que necesitaba desesperadamente un triunfo que ofrecer de cara a las próximas elecciones intermedias de noviembre.

Las reglas de origen de la industria automotriz, el contenido que debe ser producido al interior de la región de libre comercio para calificar como un bien exento de arancel, se aumentó de 62.5 por ciento a 75 por ciento. Además, se expandió el porcentaje de un bien que debe ser manufacturado en regiones con salarios mínimos superiores a 16 dólares la hora.

También se impuso un techo de exportación para los automóviles de México y Canadá que están fuera del alcance de las tarifas de seguridad nacional de la sección 232. No obstante, el acuerdo permite una reacción arancelaria simétrica en caso de que el gobierno estadounidense haga uso de este instrumento legal. Asimismo, se mantiene el derecho de las partes a retar estas acciones frente a la Organización Mundial de Comercio.

Un reconocimiento para Guajardo

El representante comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), Robert Lighthizer, y Chrystia Freeland, la ministro de Relaciones Exteriores de Canadá, hicieron un reconocimiento a su contraparte mexicano, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, por su destacado rol en el proceso de renegociación.

Estos tres personajes lideraron los equipos técnicos y políticos que condujeron la modernización del TLCAN a un acuerdo final. Su trabajo está hecho.

Se espera que el Senado mexicano, incluso con la nueva mayoría de Morena, apruebe sin problema el USMCA. La situación es similar con Canadá, en la que el gobierno progresista de Justin Trudeau espera poca oposición de sus rivales conservadores en el Parlamento.

En cuánto a Estados Unidos, hoy arranca un periodo de 60 días para que el Congreso decida cómo votar el texto del USMCA que Donald Trump ha enviado al poder legislativo. Éste es el último obstáculo relevante para que el nuevo tratado entre en vigor a partir de 2020.

Se atraviesan las elecciones de medio término, en las que, de acuerdo al sitio de pronósticos FivethirtyEight, los demócratas tienen un 78.5 por ciento de probabilidad de tomar el control de la cámara baja y el 28.9 por ciento de probabilidad de ser mayoría en el Senado.

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