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Seguridad

¿El último Beltrán de San Pedro?

La semana pasada, Héctor Huerta Ríos “La Burra”, fue ejecutado en Jalisco. El alto mando del otrora poderoso Cártel de los Beltrán Leyva, también conocido como “El HH”, fue líder de la organización en San Pedro Garza García, cuna de la élite empresarial regiomontana y bastión histórico de la organización criminal venida a menos

Por Bernhard Buntru

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Uno de los últimos grandes capos del cártel de los Beltrán Leyva ha caído.

Se trata de Héctor Huerta Ríos, conocido como »La Burra», quien fue ultimado a balazos el miércoles 3 de julio cuando transitaba en un vehículo en Zapopan, Jalisco.

También conocido bajo el alias “El HH”, Huerta Ríos había sido jefe de las plazas de Monterrey, Nuevo León, así como San Pedro Garza García, acaudalado municipio de la metrópoli regiomontana e histórico bastión de los Beltrán Leyva. En su momento, llegó a estar en la lista de lo más buscados por las autoridades mexicanas.

De acuerdo con reportes periodísticos, este narcotraficante fue pieza clave detrás de la ola de violencia que azotó al estado de Nuevo León durante la llamada Guerra contra el narco y que tuvo sus peores momentos en la entidad entre 2009 y 2012.

El 24 de marzo de 2009, el Ejército mexicano detuvo a “La Burra” y a cuatro de sus guardaespaldas en un lote de autos de su propiedad, en San Pedro. La detención ocurrió apenas dos días antes de la visita a México de la entonces secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton. Años más tarde, Huerta Ríos salió de prisión debido a un tecnicismo legal, según reportes del diario local El Norte.

A “La Burra” se le adjudicaba el asesinato de Marcelo Garza y Garza en el 2006, quien era director de la Agencia Estatal de Investigación en Nuevo León. El funcionario fue ejecutado a inmediaciones de una iglesia en el municipio de San Pedro.

Además, se le vinculó con el homicidio de la abogada Raquenel Villanueva Frausto en 2009, en la ciudad de Monterrey. La letrada, conocida por defender a personajes polémicos y quien ostentaba la etiqueta de “la abogada del narco”, fue ultimada frente a su hija y dos de sus escoltas en un mercado popular del centro de la capital regiomontana.

Su rival toma el control

Información extraoficial asegura que Huerta Ríos disputaba la plaza de San Pedro con Rodolfo Villarreal Hernández, «El Gato», otro líder del cártel de los Beltrán Leyva.

Según revelaciones de la DEA de noviembre de 2018, «El Gato», estableció su propia organización criminal en San Pedro, desde la cual ha desatado una ola de asesinatos en meses recientes.

Poco después, el portal estadounidense Breitbart Texas publicó una fotografía inédita de Villarreal Hernández. Basados en presuntos informes de inteligencia, el medio afirmó que “El Gato” se había separado de los Beltrán Leyva y que había establecido su propio imperio delictivo en San Pedro.

Especificó que fuentes policiales les habían revelado que Villarreal Hernández es el cerebro detrás de la extorsión generalizada a ricos empresarios locales, así como del incremento de ejecuciones en Nuevo León.

Asimismo, refirió que la organización liderada por «El Gato» ha estado ligada a por lo menos 15 asesinatos de alto impacto en la zona metropolitana de Monterrey y advirtió que su grupo también está relacionado con el uso de compañías de bienes raíces para el lavado de dinero.

El sitio confirmó reportes de autoridades locales y estadounidenses respecto a que «El Gato» es actualmente requerido en Estados Unidos por la ejecución del abogado Juan Jesús Guerrero Chapa en Southlake, un suburbio de Dallas.

En años recientes, autoridades locales revelaron el posible involucramiento de “El Gato” con exintegrantes de un grupo armado extralegal denominado «Los Rudos», que operaba en San Pedro y que es vinculado con el ex alcalde Mauricio Fernández Garza. El Grupo de Reacción, como se le conocía formalmente, presuntamente protegía la plaza al margen de las corporaciones oficiales de seguridad – pero con la aprobación de Garza.

A “El Gato” también se le relaciona con el secuestro y asesinato en 2012 del exdiputado local regiomontano, Hernán Belden, entre otros casos.

Según refiere el sitio, «El Gato» comenzó su carrera como agente federal mexicano en el estado fronterizo de Sonora.

El ocaso de un cártel

Sus inicios se rastrean a Culiacán, Sinaloa. Antes de considerarse como una organización criminal establecida, los hermanos Marcos Arturo, Alfredo, Héctor Iván y Carlos Beltrán Leyva figuraban como comandantes del Cártel de Sinaloa, en ese entonces dirigida por Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”. Sin embargo, en 2008, luego de la captura en Culiacán de Alfredo “El Mochomo” a manos del Ejército Mexicano, los hermanos Beltrán Leyva culparon a “El Chapo” de traición y se rebelaron contra él.

A consecuencia, por varias semanas el estado de Sinaloa fue escenario de sangrientos enfrentamientos. El 8 de mayo de 2008, el hijo de «El Chapo», Édgar Guzmán, fue ejecutado. Horas después de este suceso, trasciende que los hermanos Beltrán Leyva orquestaron el asesinato del director de la Policía Federal, Édgar Millán Gómez. La guerra estaba más que declarada.

En 2009, reportes de inteligencia de la firma estadounidense Stratfor describían a los Beltrán Leyva como una organización de narcotráfico longeva y que contaba con “quizás la capacidad de inteligencia más sofisticada de cualquiera de los carteles”.

Ese mismo año, el 16 de diciembre, Arturo “El Barbas” o “El Jefe de Jefes” fue abatido por el Ejército en Cuernavaca, Morelos. La batalla produjo una imagen icónica: el cuerpo del capo, mutilado y ensangrentado por los balazos, había sido cubierto de billetes por los elementos castrenses. Otros cinco sicarios también resultaron caídos.

El 30 de diciembre de 2009, Carlos fue detenido en Culiacán por la Policía Federal.

El 30 de agosto de 2010 fue arrestado Edgar Valdez Villarreal “La Barbie», líder de la facción denominada Los Negros, que operaba como brazo armado de los Beltrán Leyva. De acuerdo con el diario El Universal, “La Barbie”, quien fue rápidamente extraditado a Estados Unidos, su país natal, pactó con las autoridades estadounidenses para delatar a su antiguos socios.

El 12 de septiembre de 2010, efectivos de la Marina capturaron en la ciudad de Puebla a Sergio Villarreal Barragán, “El Grande», considerado el segundo en la estructura del cártel tras el rompimiento de Edgar Valdez «La Barbie» con Héctor Beltrán Leyva, el último de los hermanos que permanecía libre.

El 1 de octubre de 2014 fue detenido Héctor Beltrán Leyva en Guanajuato sin efectuar un solo disparo. Fue arrestado junto con Germán Goyeneche Ortega, que fungía como su operador financiero.

Mientras tanto, en San Pedro, algunas de las células remanentes de lo que eran los Beltrán Leyva operaban en la localidad bajo un pacto de no agresión con Los Zetas, quienes afianzaban su control sobre la zona metropolitana de Monterrey y la región noreste del país.

La madrugada del 4 de marzo de 2015, Omar Treviño Morales “Z-42” fue detenido en San Pedro Garza García. Su arresto se llevó a cabo por el Ejército sin realizar un solo disparo. Se le considera el último líder de la organización original de Los Zetas. El domicilio en el que se encontraba estaba ubicado en un tranquilo vecindario de clase alta y el sistema municipal de videovigilancia -el C4- monitoreaba el acceso a la calle donde se ubicaba la residencia.

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