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30 de enero 2025

20 de febrero 2023

¡Que alguien me explique!

No te calientes, Presidente…

El presidente Andrés Manuel López Obrador “se calentó” cuando en un acto de provocación política se pretendió involucrar su nombre en el juicio contra Genaro García Luna

Por Ramón Alberto Garza

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El presidente Andrés Manuel López Obrador “se calentó” cuando en un acto de provocación política se pretendió involucrar su nombre en el juicio contra Genaro García Luna.

Nada bien le cayó al inquilino de Palacio Nacional que se le cuestionara al testigo Jesús Reynaldo Zambada, mejor conocido como “El Rey Zambada”, si ratificaba su declaración de 2013 de que el Cártel de Sinaloa entregó a López Obrador un soborno de 7 millones de dólares para promover una campaña política. No dijo de quien.

Lo que sin duda el abogado César de Castro buscaba era elevar el perfil político del caso García Luna, involucrando al ahora presidente de México en la ecuación de los sobornos.

Tan molesto estaba en la mañanera del jueves el mandatario que amenazó con demandar por difamación al defensor de García Luna. Pero el presidente equivocó su estrategia. Analicemos.

El nombre de Andrés Manuel López Obrador salió a flote cuando fue puesto sobre la mesa otro nombre: el de Gabriel Regino García, un célebre y controvertido jefe policiaco al que el hermano de “El Mayo” Zambada insiste en que le entregaban -al igual que a García Luna- sobornos para proteger los intereses de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en los sexenios de Vicente Fox y de Felipe Calderón.

En ese entonces, Gabriel Regino despachaba como Subsecretario de Seguridad en el gobierno del Distrito Federal, en los días en que Marcelo Ebrard -el ahora Canciller-, era Secretario de Seguridad en el gobierno capitalino que presidía como jefe de gobierno Andrés Manuel López Obrador.

Gabriel Regino era parte del llamado cuarteto sagrado que dominaba la nueva escena policiaca azul y que estaba integrado por García Luna, Luis Cárdenas Palomino, Ramón Pequeño y el propio Regino. Ellos controlaban lo mismo el nivel federal que el local en la Ciudad de México.

Regino aspiraba a ser Secretario de Seguridad Pública del DF. De hecho, cabildeó para ocupar la posición cuando Marcelo Ebrard fue destituido por el presidente Vicente Fox tras la violencia desatada en noviembre del 2003, en Tláhuac. La posición de Secretario de Seguridad Publica le fue entregada entonces a Joel Ortega.

Uno de los casos más emblemáticos de Regino fue el de la detención, en 2005, de un agente israelí de nombre Benjamín Yeshurun Sutchi, quien participaba en una red de cobros y extorsiones, y que fue acusado de un asesinato en la plaza comercial Artz. Cuando se le capturó, se reveló que Yeshurun buscó sobornar a Gabriel Regino con un millón de dólares en efectivo, en un caso que se volvió un escándalo entre la comunidad judía de la capital.

Pero el caso que le costó su influyente posición a Gabriel Regino se dio cuando se le descubrieron cuentas bancarias a su nombre, en donde recibía presuntamente sobornos millonarios de un cártel colombiano, cuyas operaciones presumiblemente protegía.

La investigación alcanzó la cuenta de Banamex 541-8669987 desde donde narcotraficantes colombianos del Cártel del Valle Norte le hicieron transferencias electrónicas, entre septiembre de 2005 y septiembre de 2006. Fue cesado de su cargo.

Pero volvió a ser influyente abogado e investigador, aunque sin cargo, en el gobierno capitalino gracias al compadrazgo que el jefe policiaco trabó con el que fuera fiscal capitalino, Miguel Ángel Mancera.

Regino y Mancera no solo fueron socios entre 2001 y 2003 del despacho Grupo de Abogados Consultores, sino que Regino fue quien le dio a Mancera la primera entrada bajo su mando en la Secretaría de Seguridad Pública, en el gobierno de Marcel Ebrard.

De ahí que todas las vinculaciones del citado Gabriel Regino, en el juicio de Genaro García Luna, tengan más relación con Ebrard y con Mancera que con López Obrador.

Después de todo, la fecha del presunto soborno de los 7 millones de dólares está más ligada a sus jefes inmediatos, sin dejar a un lado que “El Rey Zambada” dijo que el dinero no era para López Obrador. ¿Entonces era para la campaña de Ebrard a la jefatura de Gobierno?

Detalle o coincidencia, desde su despacho Regino y Asociados, el ex jefe policiaco fue contratado para defender a los funcionarios acusados de negligencia en la tragedia de la Línea 12 del Metro. Todos ellos, operadores dentro de los gobiernos de Marcelo Ebrard y de Miguel Ángel Mancera.

Vistos los hechos, el presidente López Obrador nunca debió “calentarse”. Si los sobornos que denunció “El Rey Zambada” en la Corte de Nueva York fueron ciertos, apuntan en otra dirección.

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