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26 de abril 2024

20 de marzo 2024

¡Que alguien me explique!

Morena: ganar al precio que sea

Con la obsesión presidencial de retener el 2 de junio no sólo la silla de Palacio Nacional, sino ahora sí ganar el control de la Cámaras, se están haciendo negociaciones inconfesables en el reparto de las candidaturas morenistas

Por Ramón Alberto Garza

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El huevo de la serpiente se está incubando en el seno de Morena, el partido creado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Y el veneno que podría herirlo, incluso de muerte, es el escandaloso reparto de las candidaturas a diputaciones -locales y federales- así como las candidaturas al Senado.

La novedad es que, con la obsesión presidencial de retener el 2 de junio no sólo la silla de Palacio Nacional, sino ahora sí ganar el control de la Cámaras, se están haciendo negociaciones inconfesables en el reparto de las candidaturas morenistas.

Y en un afán de ganar a cualquier precio, Mario Delgado, presidente nacional de Morena, abrió la temporada de caza de populares políticos no morenistas -sobre todo priistas y emecistas- para que dejen su tradicional partido y se brinquen a Morena.

Pero ese “chapulineo” está generando extrema irritación entre los morenistas fundacionales, en por lo menos media docena de estados, en donde se están dando esas alianzas que mezclan el agua con el aceite.

Tomen como ejemplo Nuevo León, en donde el amasiato entre Movimiento Ciudadano y Morena está consumado. Morena está dispuesto a aceptar como candidatos a los discípulos Fosfo Fosfo de Samuel García, para que el “Gobernatore” y su esposa candidata a la alcaldía de Monterrey les arrebaten el Congreso local al PRIAN.

En pago, Movimiento Ciudadano está dispuesto a que candidatos morenistas sean favorecidos con diputaciones federales y despejen el camino del Senado al partido del presidente, para fortalecer a Morena en la próxima legislatura. En Nuevo León, seis Morenistas buscarán contender bajo la sombra Naranja y ocho priistas bajo la de Morena. En síntesis, la consigna es Congreso Local naranja, Congreso federal guinda.

Pero ese efecto se está desdoblando en muchos de los estados dominados por la oposición y en donde a Morena le urge levantar votos para ganar curules. Cuestión de ver lo que sucedió también en Puebla, donde la mayoría de las candidaturas de ese partido fueron a parar a priistas, relegando a los morenistas -poblanos de origen- a no jugar en esta elección.

Lo que ya se ve venir en entidades como Yucatán, Guanajuato, Chihuahua, Coahuila y Durango -entre otros- es un proceso camaleónico que estampa la frase: “El voto es primero”. Y si un emecista o un priista le da ese voto a Morena, y con eso, el partido en el poder se acerca a controlar las Cámaras de Diputados y de Senadores a partir de septiembre, pues bienvenido.

Con lo que parece no contar Mario Delgado es con el voto de castigo que se está gestando ya entre los mismos morenistas fundacionales, quienes en protesta al desaire que su partido les intenta recetar, ya están buscando a quién le agradezca mejor la operación territorial del día de la elección.

Como ven, las cosas no se pintan nada fáciles en algunos estados ni para Morena, ni para su esquirol Movimiento Ciudadano. El matrimonio de conveniencia está gestado. Y a todo esto, ¿alguien sabe dónde anda Dante Delgado?

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