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14 de marzo 2024

¡Que alguien me explique!

¡Pónganle límite a su ambición!

La administración de Samuel García está convertida en un gobierno corrupto, chantajista, extorsionador y de muy mala entraña. Sin escrúpulos

Por Ramón Alberto Garza

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La administración de Samuel García está convertida en un gobierno corrupto, chantajista, extorsionador y de muy mala entraña. Sin escrúpulos.

Jamás en la historia de Nuevo León se recuerda un sexenio en el que los anuncios y las promesas se vendieran como obras terminadas, contabilizadas, inauguradas y aplaudidas, y que una secta de amigos insaciables se dedicara a “cobrarle piso político” a cielo abierto al que se deje. Como un cártel, como una de esas mafias que operan en la frontera chica de Tamaulipas, de donde tienen su origen.

Las revelaciones publicadas ayer por los diarios del Grupo Reforma dejan muy en claro el descaro con el que la empresa Firma Jurídica y Fiscal Abogados, propiedad de Samuel García Sepúlveda, el gobernador, y Samuel García Mascorro, su padre, recibió 200 millones de pesos de una empresa por pago de honorarios.

La empresa que dio ese tremendo pago fue Proveedora de Productos Mexicanos Jace, a quien el despacho del gobernador y de su papá la sacaron de un problema fiscal tras una auditoría en 2017. ¿De cuántos millones fue el “crédito fiscal nulificado” que le quitaron a esa empresa como para recibir 200 millones de pesos de “honorarios”?

Coincidencia, la generosa empresa con líos fiscales es hermana de otra empresa, Suministro MYR -mismos socios y apoderados- que desde el primer día del gobierno de Samuel García tiene una facturación acumulada de mil millones de pesos al gobierno Fosfo Fosfo. A su vez, Suministro MYR le pagó a Jace 237 millones de pesos, de los cuales 202 millones fueron a parar a las cuentas de Firma Jurídica y Fiscal Abogados, la de Samuel y su papá. Eso es lo que reportó con documentos del SAT el Grupo Reforma.

En su conferencia de ayer miércoles, el gobernador de Nuevo León salió desencajado a dar explicaciones forzadas, mentirosas, incompletas. Y se exaltó tanto que dejó a una reportera con la palabra en la boca.

Pero el pago de “honorarios” por 200 millones de pesos a la firma del gobernador y de su papá es apenas un arroz de muestra de lo que se conoce ya en todo Nuevo León, en donde empresarios, administradores y profesionistas son citados en despachos privados para que dejen en la mesa un porcentaje de sus utilidades o negocios, a cambio de venderles “favores” o de “no ser molestados fiscalmente”.

Apellidos ligados al despacho del padre del gobernador, que comenzaron haciendo sus prácticas con Papá Samuel y ahora son miembros “traviesos” del Clan de Samuel, el hijo, podrían dar amplio testimonio de lo que aquí decimos.

Curiosamente, todos ellos esperan estar protegidos a partir del 2 de junio, con un fuero que les otorgue -si el triunfo los favorece- la candidatura que los transformará en diputados Fosfo Fosfo, que su amigo el gobernador les acaba de regalar, para cuidarlos de lo que viene.

Y si alguien quiere buscar nuevas pistas, que vaya a preguntar a algunas instituciones de educación superior o a centros de escolaridad técnica si no están ya pagando una “cuota” para dejarlas operar en tranquilidad, “sin sobresaltos”.

Y si quieren saber de más facturas por cientos de millones del Erario, entregadas “a no sé quién”, que auditen a Euzen y sus filiales, la firma de comunicación de Rafael Valenzuela. Sí, la misma que Dante Delgado y Samuel García le arrebataron a Enrique Alfaro y que ahora tiene el monopolio en todo México de la comunicación de Movimiento Ciudadano.

Y a todo esto, ¿qué dice el líder de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, de las exhibiciones de tanta factura a su gobernador favorito?

Como tampoco podemos dejar de cuestionar: ¿Dónde está el Consejo Nuevo León? ¿Algún resultado con el actual gobierno Fosfo Fosfo? ¿Cómo vamos, gobernador? ¿Vamos mejor?

La crisis de las nuevas generaciones es que son mentalmente incapaces de ponerle un límite a su ambición.

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