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Opinión

#ConTaconesEntreLegos | Soldados de Juguete: La Generación Perdida

Con tacones entre legos

¿Dónde estudiarán y jugarán los niños? Sí, hoy son soldados de juguete y al parecer la nueva generación perdida. Tienen armas en las manos, pero las herramientas inadecuadas para ser ciudadanos funcionales

Por Marcela Garza Barba

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Se dice que toda guerra es una guerra contra los niños.

Y hoy no puedo estar más de acuerdo.

No importa si la guerra es en Ucrania o en México.

Si la causa es la invasión rusa o la guerra contra el narco.

Juguete por pistola es inhumano.

Niños y niñas, indefensos entre artillería es cruel.  

Libros cerrados, intercambio de inocencia por ignorancia.

¿Futuro incierto?

Estamos ante soldados de juguete.

En dónde los niños son los que pierden en este fuego cruzado de egos gubernamentales.

¿Será la nueva generación perdida?

Duele el mundo ¿no?

Esta semana no dormí bien.

Las imágenes de niños aprendiendo a usar armas en plena guerra me dejaron intranquila, sin paz.

Me remonté a aquellas imágenes de niños mexicanos portando armas en 2021 y una voz que los instruía a ser protectores de su familia, de su pueblo, de su país.

El gobierno no los protegía del crimen organizado, entonces ellos protegerían a los suyos.

Mientras veía a los niños de Ucrania y de México, con armas en las manos, uno de mis hijos jugaba futbol con amigos y reía.

Vaya suerte, pensé.

Y es que los niños en zona de conflicto no tienen opción.

O intercambian los juguetes por las armas o mueren indefensos en la línea de fuego.

Los que tienen suerte y no mueren físicamente, mueren por dentro…. ¡para siempre!

Y más cuando son guerras en curso que duran años, en donde la violencia es normalizada y, por ende, la inocencia se pierde en segundos.

Como la guerra de Ucrania y la de México.

Ambas iniciadas de un conflicto territorial a base de violencia.

La primera se desató desde 2014 por conflicto de regiones.

La segunda desde 2006 en contra del crimen organizado.

Pero hasta en imagen son iguales, no importa la razón del conflicto.

Guerra es guerra y el modus operandi casi siempre es el mismo.

No importa si son rusos o narcotraficantes.

Estallan granadas en consulados.

Registran balaceras.

Y queman camiones al por mayor.  

En medio, los niños.

Los más inocentes, pero ni eso detiene a los que atacan.

En México, en los tres primeros meses de 2019, se registraron 285 homicidios dolosos contra menores de edad, según REDIM.

En Ucrania, 378,000 niños son víctimas de guerra y requieren ayuda y protección, según datos de las Naciones Unidas.

En México este dato es inexistente.

¡Crímenes de guerra sin duda!

Tal cual lo dijo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hace unos días cuando habló de la guerra entre Rusia y Ucrania.

¡Vivir entre balazos y granadas NO es normal… para nadie!

Seas ucraniano o mexicano.

Apenas esta semana el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky pidió ayuda a Biden, ya que dice que su corazón se detuvo a sus casi 45 años cuando los corazones de más de 100 niños dejaron de latir por los ataques de los rusos.

¡Devastador!

¡Bien por Zelensky, por luchar por SER humano en la reciente invasión!

Mientras que en México tenemos a supuestos líderes que declaran una guerra, en las que según palabras del entonces presidente Felipe Calderón, “costaría vidas humanas inocentes, pero valdría la pena”.

¿En realidad vale la pena intercambiar vidas por violencia?

Y en donde un actual presidente, como AMLO, dice que la guerra ya terminó con los afamados “abrazos y no balazos”.

¡De no creerse!

¡De NO SER humano!

¡Porque la guerra en contra del crimen organizado no ha terminado!

Y menos, cuando mueren bebés víctimas de balaceras.

Niños abatidos en medio de tiroteos en Veracruz.

Y donde policías cubren a niños para que no sean alcanzados por los balazos.

¿Y así dicen que la guerra ya terminó?

Según la BBC, más de 16,700 niños han sido asesinados y 5,400 desaparecidos en México desde 2007, un año después de que inició la guerra contra el narco.

Los niños vulnerables y el gobierno ciego.

Por eso no me extraña que 30,000 menores decidan integrar las filas de la delincuencia organizada, según datos del periódico El País.

Si el gobierno no los protege del enemigo, se unen a él.

¡Triste realidad!

Y si no se unen a él, toman las armas y tratan de luchar en contra del enemigo.

En cualquiera de los casos, arma mata juguete.

Terror mata inocencia.

Niños inocentes, muriendo en las calles en medio del fuego cruzado.

Niños que se quedan sin padres o que se separan de los suyos.

Niños que prefieren tomar una pistola, y defender a sus familiares y compatriotas o unirse al enemigo por temor.

Niños que dejan las aulas a la fuerza, porque sus escuelas han sido bombardeadas.

O porque el gobierno se las cierra por una supuesta estrategia de austeridad.

Cualquier escenario es igual.

¿Y el futuro?

¿Dónde estudiarán y jugarán los niños?

Sí, hoy son soldados de juguete y al parecer la nueva generación perdida.

Tienen armas en las manos, pero las herramientas inadecuadas para ser ciudadanos funcionales.

¡Inhumano por dónde lo veas!

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