#ConTaconesEntreLegos | Piña

Hoy ella es la oposición. La oposición se viste de mujer. Esta mujer tiene nombre: Norma Piña.

Aunque Piña no representa a ningún partido rumbo a las elecciones de 2024, hoy tiene el poder de cambiar el rumbo de nuestro país desde la silla independiente que acaba de ocupar como presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Eso que muchos han querido hacer, pero les ha faltado un paso para atreverse.

Lo ha hecho Piña.

Eso que otros tantos han dejado en mesas de conversación por miedo a contradecir al gobierno en turno.

Lo ha hecho Piña.

Y es que detrás del desdén presidencial del pasado 5 de febrero y del forzoso saludo en la Marcha de la Lealtad, hay mucha tela de dónde cortar.

Empecemos con que Piña nunca ha aprobado las ideas obradoristas.

Desde la Ley Eléctrica hasta la Ley de Austeridad.

La diferencia ahora es que Piña tiene oficialmente una parte del poder.

Y eso trae al presidente de cabeza (más que cualquier otra agenda opositora), porque lo que no detuvo Piña en su momento, por falta de apoyo, ahora puede hacerlo con todas las de la ley.

¡Bravo por ella!, porque no creo que haya sido fácil llegar a donde está ahora.

AMLO sabe que hoy no cuenta con la Suprema Corte de Jusitica de la Nación.

Porque más allá de rendirle homenaje a un líder cuasi autoritario, Piña le rinde cuentas al mexicano y estas cuentas no siempre serán gratas para el gobierno de la 4T.

Muy diferente a la época de su antecesor, Arturo Zaldívar.

Quien era el incondicional del presidente.

Digo, hasta una ley se creó bajo su nombre.

¿O ya se les olvidó la Ley Zaldívar, aquella que se creó anticonstitucionalmente con el único fin de seguir las instrucciones del presidente?

Durante este tiempo hasta se llegaron a investigar jueces por frenar leyes como la Eléctrica.

La ministra presidenta, que por cierto es la primera mujer en 200 años que encabeza el máximo tribunal en México, hoy representa la antitésis de la época Zaldívar.

Es la incómoda para AMLO hacia las elecciones de 2024.

Más que cualquier partido, diputado, diputada, senador, senadora, “conservador”, “conservadora”, periodista, fifí o empresario.

 Piña, HOY es la oposición.

Si, desde el Poder Judicial de la Federación se moverán las piezas más que en cualquier otra trinchera anti cuatroteísta.

Porque la ideología de Piña se basa en la lucha por el bien del país, ella no anda con fachadas.

Y aunque ahora reina su silencio y su alejamiento de los reflectores, porque prefiere ponerse a trabajar en lugar dar pan y circo, seguramente seguirá cuestionando los intentos de ley y supuestas consultas ciudadanas promovidas por el actual gobierno.

Seguirá luchando por los derechos humanos de los mexicanos.

Piña es la fuerza que México necesita.

No se requiere ponerle nombre al movimiento opositor, porque Piña lo lleva sin reflectores y desde su trinchera.