#ConTaconesEntreLegos | Pasar Página

No le demos carpetazo a los recientes hechos suscitados por el gobernador del Nuevo Nuevo León, Samuel García.

Unos tantos dicen “lo mejor para todos es pasar página”.

¿De verdad creen que pasar página es lo mejor?

Pasar página sería el peor error, no sólo para los neoleoneses, sino para los mexicanos.

La crisis política del estado no ha terminado, como lo celebran AMLO y Samuel.

Y es que dicha crisis comenzó desde que Samuel ganó la gubernatura.

No hablo solo de la crisis política, sino de la crisis de seguridad, del agua y del transporte que, aunque seamos el tercer estado más rico del país, nos pone en último lugar en lo antes mencionado.

Lo de los últimos días, el show fosfo fosfo, es tan sólo el reflejo de abrirle la puerta a un liderazgo sin consistencia, sin estrategia, sin pies ni cabeza.

Un liderazgo que ve por uno mismo, en lugar de ver por el ciudadano.

Muy al estilo AMLO.

Un liderazgo narcisista.

Con un ego desmedido.

¿Más vale cegarnos que enfrentar la falta de liderazgo de Samuel García?

Vaya que nos hemos dejado y todo por pasar página.  

Samuel es violento.

Miente.

Acosa.

No dijimos nada cuando como senador le dijo “estás enseñando mucha pierna” a su ahora esposa Mariana Rodríguez.

O cuando tomó posesión como gobernador y mintió sobre su plan de gobierno.

Preferimos pasar página que aguantar al viejo sistema.

¿O no?

Me gustaría decir que Samuel es estratega.

Humilde.

Y entregado al ciudadano que votó por él.

Pero no, todo menos eso.

Samuel es un líder narcisista que ve por él y solo por él, bueno, y de pasada, por los suyos.

Su ego no lo deja ver más allá.

Y eso, como lo he comentado en otras de mis editoriales, es alimentado por sus seguidores en redes sociales.

El show fosfo fosfo no fue gratuito.

Le salió caro políticamente, pero también le salió caro pulir su imagen durante la corta precampaña que vivió.

Uno punto ocho millones de pesos en una semana en Facebook  gastaron Samuel y su partido para reforzar su imagen junto a su esposa Mariana Rodríguez.

Lo siguen 2.5 millones de usuarios en Facebook y 1.9 millones en Instagram. 

La página EMEEQUIS asegura que Samuel es el político mexicano que más pauta en redes sociales.

¿Alimentando el ego?

Según un estudio de Harvard Business Review, una sociedad sigue a líderes narcisistas porque su autoestima es baja.

Si a esas vamos, la autoestima de Nuevo León está por los suelos.

Y México también, ahí está AMLO.

Porque no me explico cómo seguimos sin exigir una rendición de cuentas a este tipo de líderes.

Cómo permitimos que jueguen con la democracia de nuestro país.

Con la Corte.

Con el INE.

Con el INAI.

Con el Congreso.

Con el ciudadano.

Porque al final, la ley es la ley.

El dinero del Erario, dinero del Erario.

Se utilice en un Tren Maya o en redes sociales.

Se pisotee a la Corte y al Instituto que vela por la transparencia y la democracia.

Desmantelar las instituciones es un deporte de los líderes narcisistas.

No por nada hay estudios que dicen que los narcisistas están más involucrados en política que el resto.

Su motivación se basa en su sed de poder y su necesidad por ser admirados.

No por el bien de la gente y menos por las instituciones democráticas.

Pasar página no es de un pueblo bueno y sabio.

Pasar página sería de un pueblo que no quiere ver cómo se hunde con un líder así.

Veremos si la Corte le pone un hasta aquí a este narcisismo imparable.