17 de noviembre 2023
Opinión
#ConTaconesEntreLegos | Paremos el discurso de odio
Con tacones entre legos
Aunque Jesús Ociel Baena luchó por los derechos humanos y rompió unos tantos paradigmas, hoy esos mismos derechos humanos le voltean la cara. Paremos el discurso de odio, aunque los que nos gobiernan prediquen con él
Por Marcela Garza Barba
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Algo nos pasa como país, como sociedad y no es nada transformador… Hay un odio latente entre los mexicanos.
Se nota en las conversaciones en los cafés.
En las calles al caminar.
En los comentarios en redes sociales.
Un odio que, al parecer, ya está permitido y peor aún, normalizado.
Y es que, desde el púlpito del poder, se promueve.
Tenemos a un presidente que, en lugar de unir, divide y hostiga públicamente a los que no están de acuerdo con él.
Ahí está un juez que ordena a AMLO frenar el discurso de odio contra los trabajadores del Poder Judicial.
Tenemos a gobernadores que utilizan los trucos de la vieja política para amedrentar descaradamente a los opositores y a sus más cercanos.
Y, de pasada, públicamente los estigmatiza.
Ahí están las denuncias de unas tantas legisladoras contra Samuel García, gobernador de Nuevo León por amenazas y acoso.
También hay senadoras que hacen señalamientos personales sin fundamento ni remordimiento alguno, ocasionando amenazas directas en contra de compañeros.
Y a fiscalías que crean un ambiente hostil al hacer recuentos públicos de crímenes que aún no se resuelven, como en el caso más reciente de le magistrade, Jesús Ociel Baena y su pareja, Dorian Daniel, ambos encontrados sin vida este pasado lunes en un fraccionamiento exclusivo en Aguascalientes.
Según el Colegio de México, el discurso de odio fue el principal recurso de las campañas políticas de 2020 y 2021.
¡De no creerse!
Y entre este mar de odio estamos nosotros.
Sumergidos en opiniones sin fundamento.
Empapados de la violencia, en un discurso en el que la palabra atenta contra la vida del otro.
¿En dónde quedó el SER HUMANO?
No lo veo y menos lo siento.
¿Dónde quedó esa unión mexicana que antes se sentía?
Una cosa es la libertad de expresión y otra es el discurso de odio.
Que por cierto, el discurso de odio en redes contra el colectivo LGBTQ+ creció un 40 por ciento en cuatro años.
En el caso de Jesús Ociel Baena, le magistrade, no cabe si estamos de acuerdo o no con ser no binario.
Si ponerse tacones y lucir barba cae en lo “no normal”.
Que si debía llamarse magistrado en lugar de magistrade.
Que si lo no binario no es lo normal.
Que si dijo cosas antes de su muerte que lo llevaron a un callejón sin salida.
Que si veinte navajazos, dos versiones de los hechos y metanfetaminas de por medio.
Lo cierto es que, nada de esto debe importar más que el esclarecimiento del asesinato del magistrade y su pareja, Dorian Daniel.
Estamos hablando de dos personas que perdieron la vida sin testigo de por medio y todavía nos atrevemos a enfocarnos en que si fue un crimen pasional o no.
Y es que, gran parte del problema está en cómo se nos presenta una historia.
En el caso del magistrade y su pareja al parecer la fiscalía en 24 horas casi resuelve el caso.
Del lunes, día en el que fueron encontrados Ociel y Daniel a la fecha, la fiscalía no ha hecho otra cosa más que contar su versión de los hechos, ensalzada con tintes novelescos.
Detalles de dónde estaban los cuerpos cuando los encontraron, que si eran 19 o 20 navajazos más las pisadas con sangre.
Que si uno de ellos iba descalzo y el otro con calcetines.
¡No doy crédito!
Falta profesionalismo, mesura y empatía.
Por las víctimas y sus familias, por sus más cercanos, que por cierto, no aceptan la versión de la fiscalía de Aguascalientes.
Y es que, aunque Ociel Baena, de 38 años de edad, luchó por los derechos humanos, y rompió unos tantos paradigmas como ser la primera persona no binaria en ocupar el cargo de magistrade en México y recibir el primer pasaporte no binario en el país, hoy esos mismos derechos humanos le voltean la cara.
Y nosotros también, al subirnos a la conversación desde una percepción infundada y basada en odios, agresiones y puntos de vista.
Ociel Baena fue el primer le magistrade no solo en México, sino en América Latina.
Me pregunto.
¿Su caso se investigará como crimen de odio?
¿Crimen pasional es una mentira nacional?
¿O la opinión basada en la ignorancia reinará?
Le magistrade había pedido protección meses antes del crimen ocurrido, ya que supuestamente una senadora del PT, Marta Márquez, se había pronunciado públicamente en contra de le magistrade incitando al odio.
Ahí está el video en que Jesús Ociel Baena recurre a la justicia para protección.
Hoy es el caso de le #magistrade, mañana será otro.
Es hora de recordar que somos seres humanos, aunque pensemos distinto y vivamos en un país polarizado.
Paremos el discurso de odio, aunque los que nos gobiernan prediquen con él.
Y es que, desde el poder, es muy fácil sentar las bases de la historia.
No seamos parte del problema, sino de la solución.
Que nuestras palabras no sean las que hieran.
Y que no importa qué, velemos por la justicia para que prevalezca.