#ConTaconesEntreLegos | Manolargas con permiso

MANOLARGA: Que se apropia de cosas que no le pertenecen.

Quitamos la mano.

Luego los defendemos.

En el momento, no sabemos qué hacer.

Y mejor nos reímos.

Y cuando decidimos hablar.

Nos callan, las mismas mujeres de nuestra tribu.

¿De qué sirve denunciar a los manolargas si al fin y al cabo les damos permiso?

Las protestas que hemos desatado.

Las voces que hemos levantado.

Las injusticias que hemos reclamado.

Los manolargas que hemos denunciado.

Cada acción, en pro de la mujer, da un paso atrás con declaraciones como las de Rocío Moreno, candidata de Morena para la presidencia municipal de Juchipila, en Zacatecas, y la cantante Alejandra Guzmán, mamá de Frida Sofía.

¿Pero por qué hablo Rocío y de Alejandra hoy?

Porque como mujeres, me parece que sus acciones y declaraciones recientes pisotean el arduo camino recorrido hacia la justicia frente a la violencia de género.

Aquí una probadita….

¿Perdón?

¿Dónde está el respeto, que no lo veo?

Lo único que veo es la mano de David Monreal, candidato a gobernador por Morena en Zacatecas tocando el glúteo de Moreno, por no decir otra cosa, y la morenista quitándole la mano sin darle una cachetada.

Porque seamos sinceros, ese manoseo era digno de cachetada.

Y de una post declaración que reprobara el acto, no que lo defendiera.

¿O no?

Pero en lugar de eso, Rocío prefirió conservar el juego político que su dignidad y salió a la defensa, no solo de Monreal, sino de la Cuarta Transformación y de Morena.

De no creerse.

Todo sea por la transformación de la política… ¡lo digo sarcásticamente, claro!

Y en el afamado caso que involucra a Enrique Guzmán y Frida Sofía, ni se diga.

¿Y su hija, que asegura que fue abusada por su abuelo?

Ah no… primero Enrique Guzmán y luego su hija.

Aunque se dice que Enrique no es “perita en dulce” tampoco.

Aunque supongamos que Frida Sofía (como dice Alejandra) tenga problemas mentales, que quiera llamar la atención y atraer más followers con sus declaraciones (que lo dudo), o que simplemente tenga coraje en contra de los Guzmán -cualquiera que sea la razón-, la madre no está para salir a defender al padre, sin conocer bien los hechos.

Y menos, cuando no habla con su hija, pero sí con Adela Micha, en una entrevista presuntamente hecha a modo… porque si se vio muuuy “a modo”.

Se trató más de Alejandra y el apoyo que le da ciegamente a su padre, que el grave problema que enfrenta su hija el día de hoy.

Y es que lo mismo que Alejandra le pidió a su mamá en 1988, con la canción de Bye Mamá, hoy le pide Frida Sofía a su madre y si no lo puede leer Alejandra, que pena, el bye lo tendrá que enfrentar con demandas de por medio entre las dos partes.

Qué triste.

Una madre, poniendo en tela de duda a su hija, sin darle ni un segundo el beneficio de la duda.

Los Guzmán y el espectáculo de los medios, pero y ¿Alejandra y Frida Sofía?

Ni hablar.

Literalmente.

Y es que con estos ejemplos, Rocío y Alejandra le acaban de dar permiso a los manolargas, no solo a David y a Enrique, sino a todos los manolargas.

A aquellos que piensan que un toqueteo no es más que un toqueteo, porque al cabo era involuntario o porque “se lo merecían”.

A aquellos que se creen con el permiso de manosear a la mujer en el metro, en el camión o en la fila de un concierto porque “ellas son las que provocan”.

A todos esos hombres manolargas…

¡LES ESTÁN DANDO PERMISO… que acosen y abusen de la mujer en casa y en la calle!

No por nada la encuesta nacional de seguridad pública urbana estima que casi 5 millones de mujeres fueron víctimas de delitos sexuales y/o acoso callejero durante el segundo semestre de 2020.

Y que el 98 por ciento de los casos de violencia sexual, de julio a diciembre del mismo año, no fueron denunciados.

¿Que no entienden?

Las declaraciones que los exculpan de cualquier pecado son más violentas que el mismo hombre que violenta a una mujer.

Despierten Rocío y Alejandra.

Despierten.

Las mujeres necesitamos apoyarnos no violentarnos.

Y más si somos de la misma tribu.

¿No?