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21 de noviembre 2024

18 de agosto 2023

Opinión

#ConTaconesEntreLegos | Luto Nacional

Con tacones entre legos

Es mejor que escuche bien, señor presidente, porque puede que cuando decida escuchar ya sea demasiado tarde para regresarle la tan deseada seguridad a nuestro México

Por Marcela Garza Barba

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Dolor, que el presidente no escuche cuando de seguridad se trata.

Prefiere oídos sordos que ser empático con el dolor de los familiares de los cinco jóvenes desaparecidos en Lagos de Moreno.

El video en el que aparecen los jóvenes arrodillados y amenazados lo dice todo.

Y mientras… el presidente no ve, no escucha

Las cifras al alza en el tema de inseguridad que se vive en nuestro país también lo dicen todo.

Mientras… el presidente calla.

¿Pero cuando se trataba de los 43 normalistas de Ayotzinapa?

Ahí si politizaba el asunto y ordenaba luto nacional.

Falta de respeto para México, tener a un presidente inhumano como AMLO.

Lo mínimo, una vez hecha oficial la versión de homicidios dolosos, sería Luto Nacional y disculpas presidenciales.

No solo por Roberto, Dante, Jaime, Diego y Uriel, sino por todos los secuestrados, desaparecidos y asesinados antes que ellos.

Los secuestros en México aumentaron 29 por ciento de diciembre a enero de 2022; las cifras de 2023 siguen escuetas.

Ochenta y tres homicidios dolosos al día, según datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

Entre los abrazos y no balazos, más los “no oigo” del presidente, los mexicanos estamos ante un terrorismo sin precedentes.

No se puede llamar de otra manera cuando los criminales mandan un video a los familiares de los cinco jóvenes desaparecidos, en Lagos de Moreno, en donde se ven las atrocidades cometidas.

Antes del video aterrador, Roberto Carlos Olmeda, Dante Hernández, Jaime Adolfo Martínez, Diego Lara y Uriel Galván se reunieron en el mirador de San Miguel, de Lagos de Moreno, para salir como cualquier joven un viernes por la noche.

Nunca pensaron que aquella noche resultaría ser fatal.

Los cinco nunca volvieron a casa y de ahí la pesadilla que hoy conocemos. 

Me uno al dolor de los padres de familia de estos jóvenes de entre 19 y 20 años.

Se han de sentir solos, desamparados, sin respuestas concretas por parte de la autoridad y menos un apoyo y cobijo presidencial.

¡Que dolor!

Y es que estamos indefensos ante un gobierno que no escucha y que abraza al criminal.  

Las autoridades, con su información parcial y a cuentagotas, dan mucho que pensar.

El presidente, en defensa de su inapropiado chiste mañanero en tiempos de dolor, sin pedir disculpas por su comportamiento inhumano y aventando la bolita de responsabilidad a la fiscalía, cuando él también debe responder.

Sí se burló del dolor, aunque él diga que fue sacado de contexto.

¡Dolor Nacional!

¡Luto Nacional!

Por Roberto, Dante, Jaime, Diego y Uriel.

Por las más de 100 mil personas desaparecidas y no localizadas en México.

Por los 83 homicidios dolosos al día.

Y es que, en estas cifras, no caben las conjeturas, las conclusiones basadas en pura percepción.

Que si presuntamente uno de los jóvenes andaba en malos pasos o si se encontraba en el lugar equivocado.

Si hubo violencia o no a la hora de la desaparición.

Si los hechos se le atribuyen a un cártel u a otro.

Nada de eso importa cuando se trata de seres humanos, de mexicanos.

Jóvenes que tenían un futuro por delante.

Y el presidente debe defender ese futuro y no tentar más a la inseguridad con sus nulas estrategias en la materia.

¡Ah! Pero se nos olvida que a este gobierno no le importa el futuro de México, le importa reinar sobre todas las cosas.

Mejor callar ante los tiempos electorales que con humildad unirse a las familias de las víctimas.

Y de estrategias, nada…

Digo, pasaron días hasta los primeros hallazgos.

Mejor el no oigo y el chiste del compadre.

Al cabo que se ríen junto con el comediante mañanero.

Y de pasada echarle la culpa al pasado, a la “mala herencia en seguridad”.

La inseguridad no se hereda, se crea.

¿Y si fueran los suyos, señor presidente?

¿Escucharía?

¿Recapacitaría su ineficaz y reprobada estrategia de abrazos, no balazos?

¿O también se aventaría un chiste como el de esta semana?

Es mejor que escuche bien, señor presidente, porque puede que cuando decida escuchar ya sea demasiado tarde para regresarle la tan deseada seguridad a nuestro México.

Olvídese de las campañas electorales, hoy necesitamos a un presidente que responda ante estos temas.

Esto es un antes y un después de los cinco desaparecidos de Lagos de Moreno.

Y como los normalistas de Ayotzinapa también merecen luto nacional.

No se necesita investigar mucho.

Y de pasada, por su chiste fuera de lugar, sí debe pedir disculpas.

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