[hurrytimer id="116852"]
11 de julio 2025

8 de septiembre 2023

Opinión

#ConTaconesEntreLegos | Los Rebeldes AMLOístas

Con tacones entre legos

Quien diría que la semana que AMLO más necesitaba de los suyos, dos de sus incondicionales principales pondrían en riesgo su plan maestro electoral. ¿Será que a José Ramón y a Marcelo les faltaron esos abrazos que tanto presume repartir?

Por Marcela Garza Barba

COMPARTE ESTA HISTORIA

Ahora sí que, dos mujeres un camino.

Bravo por romper el techo de cristal, aunque Claudia lo rompió con todo el poder del estado detrás.

Xóchitl no, ahí sí que hay ventaja.

Pero mientras dos mujeres distintas entre sí rompen el techo de cristal otros se cortan y sangran con los vidrios sueltos en el camino, orillando así a un panorama menos alentador para el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, Morena. 

Y es que dos del círculo íntimo del presidente, Marcelo Ebrard y José Ramón López Beltrán, ahora son los rebeldes AMLOístas.

Sus recientes acciones no estaban en el script electoral.

Y eso sí que hace enojar al inquilino de palacio.

Porque su juego cambia rumbo 2024.

Por más que AMLO intente poner a todos sus incondicionales en el carril rumbo a 2024, se le descarrilan en cuanto toman su camino (tal cual Tren Maya).

El rebelde número uno, su hijo José Ramón López Beltrán, el mismo de la Casa Gris.

Aquel que en su momento se defendió de pagar millones por una casa, mientras que su papá, el presidente de México presumía pobreza franciscana y austeridad republicana.

¡Primero los pobres! (aún grita a los cuatro vientos)

José Ramón después salió con una casa rentada en Coyoacán a una directiva del medio morenista número uno, La Jornada.

Y así más viajes, coches, aviones y hoteles (sí, al estilo Palazuelos.)

Ahora… la fiesta millonaria de su hijastra en Sinaloa, días antes de la entrega del bastón de mando en Morena.

¿Mera incongruencia?

Se dice que, sin contar el maquillaje, las joyas y el vestido de Natalia, el evento costó más de un millón de pesos.

¡Vaya pronunciamiento preelectoral!

Y es que por más que el presidente siga con su discurso populista de “primero los pobres” y lo mantenga como bandera de su partido, sus hijos siguen derrochando a diestra y siniestra, tal cual, los herederos incongruentes de Nicolás Maduro, Fidel Castro y Hugo Chávez.

Más allá de que si José Ramón López Beltrán y Carolyn Adams utilizaron dinero del Erario o no, pudieron esperar y no restregarle en la cara a miles de mexicanos que ellos sí pueden comprar un vestido de más de 20 mil pesos del diseñador Will Medina y pagar un mínimo de 500 pesos por platillo por invitado.

¿Primero los pobres?

Aquí la fiesta con todo y show circense, y a parte en Sinaloa, mata cualquier estrategia electoral de primero los de abajo, porque ellos aunque no quieran ya están más cerca del reino fifí.

Mejor pasar página, ¿no?

Los ciudadanos ya se dieron cuenta que el aspiracionismo obradorista va por “primero nosotros y luego los pobres”, aunque digan que no utilizan dinero del Erario, en dónde está la congruencia en plena época electoral.

¡Descaro total!

Y el otro rebelde, Marcelo Ebrard, antes parte de la hermandad amloísta.

La hermandad, como el presidente bautizó a ese lazo que tenía con Claudia Sheinbaum, Adán Augusto y Marcelo.

Claudia y Adán ahí siguen, pero Marcelo ya está muy lejos de Morena, hasta dice que ya no hay espacio y cada vez está más cerca de otro tipo de hermandad.

Ya no queda nada de aquel año 2000, cuando Marcelo declinó en favor de AMLO, quien se convirtió en jefe de gobierno de la Ciudad de México antes DF.

Y esto, claro que le debe doler al presidente, y más porque Marcelo siempre tuvo una función en su círculo íntimo y ahora en lugar de conformarse se rebela.

AMLO dice que Marcelo aún es su amigo, pero no lo es.

La realidad es que le cambió el juego a Morena y no solo con esto, sino con lo que viene.

Cambio de partido incluido.

Aunque Marcelo y José Ramón tienen un aire de rebeldía distinta, ambos hoy son el dolor de cabeza del presidente.

La ostentosidad de uno y el ya basta del otro hacen que este camino electoral para Morena esté que arde.

Hasta hace unos meses, AMLO lo tenía todo calculado.

Sus hijos se descarrilaban por Casas Grises y contratos millonarios de algunos de sus amigos con el gobierno federal y los mandaba llamar a Palacio Nacional.

Y aunque llegaban en camionetas de lujo, el presidente le daba vuelta a la página rápidamente.

Con el poder del Estado ¿quién no?

Del otro lado del escenario, en el rincón político, si alguno de sus incondicionales se le salía del guion premeditado, también lo mandaba llamar al Palacio, hacia un recuento de los daños y enmendaba con un “son ellos (o sea, la oposición), nosotros somos diferentes”, los conservadores nos quieren ver caer.

Quien diría que la semana que AMLO más necesitaba de los suyos, dos de sus incondicionales principales pondrían en riesgo su plan maestro electoral.

Que, dicho sea de paso, también cuesta millones de pesos.

Hagan cuentas.

Hasta ahorita, cinco millones por cada corcholata.

Tan solo en Facebook, ocho millones de pesos.

Y es que, por más que nos vendieron la idea de que las encuestas serían las responsables de la elección del próximo candidato o de la próxima candidata presidencial por Morena, sabíamos que para AMLO siempre fue Claudia.

Se dice que cuando se es rebelde es por falta de cariño.

¿Será que a José Ramón y a Marcelo les faltaron esos abrazos que tanto presume repartir AMLO?

Los rebeldes seguirán dando de qué hablar y esto salpicará por todos lados.

Publicidad
Publicidad
Publicidad