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12 de mayo 2023

Opinión

#ConTaconesEntreLegos | Los NicOlasitos

Con tacones entre legos

¿En México intervendrá oficialmente Estados Unidos y pondrá la lupa a AMLO y sus hijos como lo está haciendo con Maduro y sus hijos?

Por Marcela Garza Barba

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El amor por el cacao.

La fiel complicidad al imponer amigos y conocidos en cuestiones estrictamente gubernamentales.

El descaro del tráfico de influencias.

Y, sobre todas las cosas, las preferencias por una caja negra llena de opacidad para no dejar al desnudo sus fechorías.

Estas son algunas de las cosas que tienen en común los hijos de los mandatarios de Venezuela y México: el hijo de Nicolás Maduro, Nicolás Maduro Guerra o Nicolasito, como le dice su padre y Andy y José Ramón López Beltrán, hijos de AMLO.

Ellos son los herederos de los “presidentes del pueblo”.

Entraron sin nada, pero salen con todo.

Al cabo que en casa no procede nada, ¡ah! pero ¿en Estados Unidos?

¡NO a la impunidad de las dinastías de izquierda!

Para los que aún se creen el cuento de que AMLO y sus hijos traen doscientos pesos en la bolsa.

A las imágenes me remito.

Así los lujos de los príncipes de la 4T.

¿No es suficiente, verdad?

En México ya estamos acostumbrados a que nos roben la casa los presidentes y sus hijos.

¿O no?

Pero esta vez es diferente.

Les digo por qué. Porque AMLO sigue gobernando bajo la gran falacia de que él y su familia viven igual que cualquier familia mexicana.

En sus palabras “si ya tenemos zapatos, ¿para qué más?”.

Y es que la opulencia de los hijos de AMLO va más allá de un par de tenis Louis Vuitton, de más de 100 mil pesos.

El mapa trazado para llegar a la opulencia corrupta de los hijos de AMLO es un claro copy paste del único hijo de Nicolás Maduro, Nicolasito.

Con la corrupción del cacao tenemos. 

Tanto Nicolasito como los López Beltrán manejan el monopolio del cacao, cada quién desde su país, a su antojo.

¡Fábricas de Chocolate para chuparse los dedos!

Digo, ahí está Sembrando Vida, uno de los programas sociales del actual gobierno que sirve para satisfacer el dulce paladar de los López Beltrán con Chocolates Rocío, que por cierto se maneja bajo el esquema de tráfico de influencias con amigos hoteleros como los Chávez, de Grupo Vidanta.

Igualito a lo que hace Nicolasito en Venezuela.

Tal vez, doblemente descarado, pues el régimen de Maduro ya tiene un modus operandi de ganancias con el Ejército, apenas y el cacao toca la carretera.

¿En México iremos por el mismo camino?

Y es que, mientras los productores del chocolate en México y Venezuela están envueltos en dificultades del día a día, los hijos de los presidentes de izquierda sacan jugosas jugadas y se benefician de los programas sociales del gobierno de sus padres.

¡Vaya delicia!

Sigamos con la tentación documentada de los amigos de los pobres juniors.

Y es que los “Nicolasitos” al parecer tienen maestría en esto del tráfico de influencias, claro, para salir beneficiados.

Ahí están los más amigos de Nicolás Maduro Guerra, Santiago José Morón Hernández y Ricardo José Morón Hernández, señalados por Estados Unidos como testaferros del hijo de Maduro en el tráfico de oro y coltán.

Nicolasito y su padre hicieron tan buen trabajo en esconder las pistas de sus fechorías que, así como en México, orillaron a que legalmente la transparencia se convirtiera en opacidad.

Nadie vio, nadie supo, nadie puede indagar, pues enterraron al INAI venezolano bajo tierra para poder desenterrar el dinero del que ahora viven.

Se estima que la corrupción del gobierno de Maduro se ha robado más de 80 mil millones de dólares.

En el caso de Andy, hijo de AMLO, el dolor de cabeza ahora se centra en Hugo Buentello Carbonell, quien firmó contratos de Segalmex por 86 millones de pesos para el abasto de 50 mil bolsas de leche “fantasma” y asignaciones a una empresa ligada a lavado de dinero en Venezuela, según una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción.

¿Así ya les quedó claro?

Todos los caminos conducen a Venezuela.

Cacao, tráfico de influencias, hijos empoderados con dinero del Erario y padres solapado, para al final también salir beneficiados.

Digo, hasta dicen que ahora, el que mantiene a Nicolás Maduro es su hijo Nicolasito.

¿Buena tapadera, no?

AMLO y Maduro imponiendo la agenda en sus programas mañaneros.

Gritando a los cuatro vientos que son más austeros que los que viven al día.

Cerrando las filas de transparencia para que nadie vea como hacen sus enjuagues.

Así lo de Nicolasito con sus más amigos, no hay huella de los testaferros, desaparecieron la verdad.

Me pregunto.

¿En México intervendrá oficialmente Estados Unidos y pondrá la lupa a AMLO y sus hijos como lo está haciendo con Maduro y sus hijos?

Porque estamos hablando de millones de pesos que se manejaron entre los favoritos y que, hasta ahorita, no se sabe a ciencia cierta en qué lo utilizaron.

Mientras hacemos las preguntas, Andy y José Ramón, ellos llegan en Suburbans, nada austeras, a Palacio.

Unos dicen que estamos lejos de ser un Venezuela, yo creo que cada vez estamos más cerca.

Y más con una sociedad que cada día se vuelve más apática ante el cuasi autoritarismo que ahorca a nuestro país.

¡NO a los Nicolasitos!

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