#ConTaconesEntreLegos | La Tlayuda De La Discordia

Que si #tlayudas o doraditas.

Que si “es una vergüenza el AIFA” o “es uno de los aeropuertos más bonitos” (dicho por la controvertida nuera de AMLO, Carolyn Adams.)

Que si los #amlovers bailan al ritmo de “Me Canso Ganso” y venden recuerdos presidenciales tal cual concierto de rock.

Que si el “me salió del alma” de la esposa del presidente.

Lo cierto es que esta semana caímos en el circo presidencial del recién inaugurado aeropuerto exprés Felipe Ángeles.

Mordimos la tlayuda de la discordia.

Y se dividieron las opiniones entre los suyos y los nuestros.

Pero afuera de ese circo había algo más importante que discutir sobre un proyecto gubernamental hecho al vapor (el propio arquitecto no reconoce lo que en su momento diseñó).

La secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez, dejaba plantados a los diputados para discutir la eliminación de las Escuelas de Tiempo Completo.

¡Ah, pero de eso nadie habló, la tlayuda es lo que importa!

Al parecer, la propaganda política de este gobierno es menos educación, más informalidad.

¡Peligrosa estrategia!

¿Hasta cuándo morderemos la tlayuda de la discordia?

Debo admitir… el pasado lunes mordí la tlayuda de la discordia.

Ahí estaba escroleando las afamadas redes, viendo cómo todos opinaban sobre la venta de antojitos de manera informal en el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles.

Mientras que la esposa del presidente se aventaba un chiste muy ad hoc en la torre de control y AMLO le echaba ojitos.

Pero detrás de los memes sobre el mercado del AIFA se veía la realidad de un México abandonado en educación.

Un México ahogado en la informalidad.

¡Y eso es lo que nos debería de importar!

Educación sobre informalidad.

Libros y no tlayudas.

Según datos del INEGI, la tasa de informalidad laboral fue de 56.5 por ciento de la población ocupada en diciembre de 2021.

¡Más de la mitad!

Y el porcentaje seguirá subiendo, si el gobierno sigue eliminando programas educativos importantes, como el de las Escuelas de Tiempo Completo.

En donde según el Diario Oficial de la Federación de México, estos proyectos les daban a los niños la oportunidad de tomar clases suplementarias, además de alimentar a 3.6 millones de niños y niñas.

Me pregunto ¿esto es ver por el prójimo como pregona el gobierno?

Para nada.

Lo que sí parece es que es parte de su estrategia de dizque transformación.

¡Claro, entre más informales mejor!

Aunque AMLO le pida a la Sedena analizar dar locales en el aeropuerto para venta de tlayudas, doraditas y tlacoyos.

Esa no es la solución ni la conversación.

Pero ahí estamos, en primera fila, con palomitas viendo el circo.

Mientras todos veíamos cómo servían tlayudas o si eran doraditas con salsa roja o no, la secretaria de Educación, Delfina Gómez, se “iba de pinta” en la Cámara de Diputados.

No llegó a comparecer y a dar explicaciones sobre la eliminación de las Escuelas de Tiempo Completo.

¡Vaya informalidad!

Se nota que no es tema en la agenda de la 4T; la tlayuda sí lo es.

Al cabo que no importa que 5.2 millones de mexicanos dejaron las aulas recientemente.

Ayudemos a que más niños y adolescentes sigan abandonando las aulas.

¡No a las aspiraciones por un futuro mejor, sí a las tlayudas!

Y ojo, aplaudo la venta de tlayudas que hizo la señora en el AIFA, pero repruebo la estrategia del gobierno dizque transformador.

¿Escogemos la ignorancia por decisión o nos la imponen mientras nos comemos con gusto los distractores de la 4T?

Se supone que los recursos que antes iban destinados a este tipo de programas se los entregarán directo a las familias.

Pero organizaciones como Save The Children han asegurado que dicho manejo de recursos no funcionará, ya que las familias que viven situaciones económicas adversas utilizarán esos recursos en cubrir las necesidades básicas de la familia, antes que la educación de sus hijos.

¡Es lógico y a la vez lamentable!

Un México en donde la informalidad vale más que la educación y en el que la pandemia, más la cancelación de programas insignia de la SEP, deja a los niños y a los jóvenes en una sequía brutal de aspiraciones.

¿Estudiar? Primero comer.

Según la OCDE, México es uno de los países con mayor proporción de adultos jóvenes sin estudios.

Principal determinante de la desigualdad en el mercado laboral de nuestro país.

Pero ¿cómo llegamos a tener este gobierno con estrategias gubernamentales kafkianas?

Les conviene que estemos en la informalidad y sin educación, al puro estilo bolchevique.

¿O no?

Porque no veo preocupación alguna sobre el tema.

Digo, la propia secretaria de Educación faltó a la comparecencia.

Es triste ver cómo las prioridades son otras.

Por ejemplo, una estatua de Felipe Ángeles de casi 22 millones de pesos.

No necesitamos estatuas.

Necesitamos educación.

No queremos aeropuertos.

Queremos educación.

No sigamos mordiendo la tlayuda de la discordia

Dejemos de ser los títeres y cuestionemos, exijamos.

¡Nos merecemos algo mejor que esto!