#ConTaconesEntreLegos | Flowers: Las Mujeres Facturan

Lo de hoy no es llorar, es facturar. Florecer y empoderarse no solo emocionalmente, sino económicamente. ¿La catarsis de Shakira, Miley y Meghan (disfrazada de Harry ¡claro!), es genuina cuando se obtienen ganancias?

¿O el empoderamiento de la mujer pierde valor cuando se sabe lo que se obtiene como resultado?

Cantarle a un ex no es novedad.

Ganar medio millón de dólares por ventilar cada detalle de la relación tampoco.

Unas tantas mujeres lo han hecho por años.

Y también han puesto a Spotify de cabeza hasta ganar millones.  

Adele lo hizo con Someone Like You, Ariana Grande con Thank U, Next y Olivia Rodrigo con Drivers License.

Todas ellas le cantaron a sus “exes” antes que Shakira y Miley, y su despecho se volvió la mercancía viral del momento.

Tampoco es nuevo que alguien de la realeza exponga la verdad detrás de la fachada del Palacio de Buckingham y obtenga ganancias económicas por ello.

Es más, el juego actual de Meghan Markle es una copia de lo que hizo Diana Spencer en aquella afamada entrevista de 1995.

El mismo fondo, mas no el mismo fin.

Porque Diana, más allá de querer dividir a la monarquía, quería que su nombre se limpiara de los dimes y diretes del momento y, a diferencia de Meghan y Harry, las ganancias por la entrevista de Spencer fueron donadas a varias organizaciones de caridad.  

Digo, hasta ahorita los 100 millones de dólares que obtuvieron Harry y Meghan por parte de Netflix, por la docuserie de la pareja, no han sido donados a nadie.

Ni tampoco las ganancias del libro Spare, que según Page Six al finalizar la venta sumarían alrededor de 20 millones de dólares.

La mastermind detrás de los proyectos de empoderamiento real es Meghan.

¿Entonces, por qué tanto furor por esta nueva ola de catarsis femenina?

La mujer es la que hila cada palabra de la historia contada, su versión de los hechos sin miedo al que dirán y eso hoy en día, con tan solo publicarlo, ya es poderoso.

No por nada hasta hace poco, algunas plataformas les pagaban a personas recién separadas por escuchar canciones sobre “exes”.

Music Sessions Vol. 53 de Shakira, con el DJ argentino Bizarrap, estuvo en el primer lugar del 50 Top Global de Spotify a 24 horas de haber salido.

Su claro despecho hacia Piqué y Clara Chía lo hizo notar en cada línea.

Hasta la relación con su suegra y la deuda con Hacienda salieron a relucir.

Según Telecinco, Shakira ha obtenido 512,000 dólares de YouTube, 500,000 dólares de Amazon y 360,000 dólares de Spotify.

¡1,200,000 dólares de Apple!

Deuda saldada, ¿no?

¡Ahora sí que, como dice la colombiana, “las mujeres no lloran, las mujeres facturan”!

Y de pasada Rolex, Casio, Renault y Ferrari aprovecharon la mención de Shakira en su canción para aumentar sus ventas.

Pero ni el fuego encendido en Sessions 53 logró que Shakira permaneciera en el primer lugar.  

Miley Cyrus destronó a la cantante colombiana con su canción Flowers, una canción también de empoderamiento dedicada entre líneas al ex esposo de Miley, Liam Hemsworth, quien por cierto cumplía 33 años el día que lanzó la canción.

Y es que Miley ahora sí se puede comprar sus propias flores, como dice en la canción, que por cierto parece ser una respuesta a la canción favorita de Hemsworth, When I Was Your Man, de Bruno Mars.

El sencillo de Miley superó las casi 12 millones de reproducciones de la canción de Shakira en los primeros días.

La ex estrella de Disney llegó a casi 16 millones.

Al igual que Shakira, Miley también impulsó la venta de marcas, pero en lugar de relojes y carros, de ropa interior color negro.

¡Las ventas en Estados Unidos aumentaron en un 400 por ciento!

No tengo nada en contra del empoderamiento de la mujer, al contrario; entre más, mejor.

Por nosotras y por las mujeres que vienen.

Pero de eso a monetizar con alevosía y ventaja, cada palabra que se dice es otra cosa.

Porque no creo que Shakira, Miley y Meghan hayan pasado desapercibido el momento actual que vive la mujer y así aprovecharon sus realidades para no llorar y facturar.

Me pregunto ¿entonces, este es otro tipo de empoderamiento?