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27 de agosto 2021

Opinión

#ConTaconesEntreLegos | En sus marcas, listos ¿fuera?

Con tacones entre legos

Urge coordinación entre gobierno federal, estatal y sociedad para tener un seguro regreso a clases presenciales. Veamos nuestra realidad, no queramos aprobar sin haber estudiado bien la materia. Solo así estaremos en sus marcas, listos… ¡fuera!

Por Marcela Garza Barba

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Vivimos en dos Méxicos.

Las escuelas privadas protestan por entrar a clases presenciales.

Las públicas prefieren “Aprender en Casa”… y no necesariamente porque sea lo más óptimo, sino porque no hay de otra.

Las escuelas privadas invierten millones en infraestructura anti Covid y se dicen estar listas.

Las públicas no tienen ni agua para lavarse las manos y aseguran que no están en condiciones para comenzar en modo presencial.

Según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, se estima que para un regreso seguro a clases, se necesitan al menos 10 mil 376 millones de pesos para poner lavamanos en 62 mil 629 escuelas públicas básicas.

¡Calificación reprobada!

Grave problema.

Con esos números no llegamos ni a la conversación del uso de antibacterial en las escuelas a nivel nacional.

¿Y en lo privado?

En lo privado se habla de instalaciones millonarias, de purificadores y filtros de aire para luchar contra el COVID19 y sus variantes.

Se habla del suficiente abastecimiento de gel antibacterial y de un modo híbrido en aulas, en donde cabe el doble del alumnado.

Irónico ¿no?

No poder lavarse las manos vs. filtros millonarios para prevenir cualquier tipo de virus.

Dos Méxicos.

Dos conversaciones.

Dualidad irreparable.

Me duele México.

Porque ni siquiera se estudia una estrategia eficaz para revertir los daños en la educación, y al contrario, se actúa como dirían solo para pasar de “panzazo”.

Y es que, si la brecha educativa entre lo privado y lo público ya era visible, ahora con el factor pandemia se tornó más visible aún.

El futuro de nuestro México es el que la lleva.

Se dice que, en lo privado, 9 de cada 10 estudiantes cuentan con WiFi o banda ancha en su casa, mientras que en lo público, 6 de cada 10 estudiantes cuentan con dichas herramientas.

¡Números rojos!

Según datos del INEGI esta pandemia ha dejado sin estudiar a 2.3 millones de alumnos del ciclo escolar 2020-2021, otros 2.9 no se inscribieron por falta de recursos y otros 3.3 millones tuvieron que salir a las calles a conseguir algún tipo de trabajo.

¡Devastador!

Y estos son solo datos duros de la educación, falta la periferia que es igual de importante: lo físico, psicológico y emocional.

Terrible para los niños y jóvenes de México, mente y cuerpo no sano.

Y para los padres, también.

Pensar que la solución está en clases presenciales sin infraestructura adecuada o en el afamado “Aprende en Casa”.

¡Ambas vías, totalmente desenchufadas!

Por eso, cuando unos cuántos se ponen corbata o se peinan a la perfección para salir a decir unas palabras para el pronto regreso a clases, se me hace puro pan y circo.

Porque de estrategia ni hablar.

No hay pies ni cabeza para esta situación catastrófica, en lo público y en lo privado, aunque existan esfuerzos aislados de parte de algunas instituciones.

A los alumnos los traen de títeres y a los padres de yoyo.

¡Al futuro de México de juguete!

Por eso no me extraña que la CNTE levante la voz para exigir una estrategia tangible por parte del gobierno y salarios dignos, como en el caso de Michoacán.

Se dice que 28 mil maestros estatales no han recibido salario.

¡Empecemos por ahí!

Y es que, si de estrategia hablamos, no podemos ni empezar a escribir la primera letra de la oración.

Hasta hoy, 4 estados no regresarán a clases presenciales por falta de condiciones adecuadas: Ciudad de México, Chiapas, Guerrero y Oaxaca.

Claro… más Michoacán.

¡Y se me hacen pocos!

De acuerdo a una encuesta de la CNTE, 8 de cada 10 padres rechaza el regreso a clases presenciales.

En otras palabras, 81 por ciento no está de acuerdo en regresar.

¡Ojo! No porque no tengan interés en regresar, sino por las condiciones precarias, no solo de infraestructura, sino de seguridad.

No quiero ser pesimista, pero no veo para cuándo nos recuperaremos de este escenario.

En lo público y en lo privado.

La falta de estrategia nos tiene más fuera que listos en este regreso a clases presenciales.

Urge coordinación entre gobierno federal, estatal y sociedad para poder pasar calificación y tener un seguro regreso a clases presenciales.

Veamos nuestra realidad, no queramos aprobar sin haber estudiado bien la materia.

Solo así estaremos en sus marcas, listos… ¡fuera!

Veremos qué pasa en este circo de la educación, a partir del lunes 30 de agosto.

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