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21 de noviembre 2024

2 de junio 2023

Opinión

#ConTaconesEntreLegos | El Rey León

Con tacones entre legos

León Manuel Bartlett Álvarez, quien aprendió a rugir entre la opacidad y la alevosía y ventaja como su padre

Por Marcela Garza Barba

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Dicen que los hijos son lo más preciado.

¡Y vaya que los hijos de la 4T valen oro!

No hablo solo de los hijos de AMLO, sino de los hijos de algunos de sus más allegados.

Más específicamente, me refiero a León Manuel Bartlett Álvarez, hijo del controvertido Manuel Bartlett, director general de la CFE.

En mayo de 2020 ya se le señalaba por recibir contratos por 200 millones de pesos. Ahora, en mayo de 2023, el monto asciende a un total de 424 millones de pesos.

Adjudicaciones directas y contratos multianuales con dependencias gubernamentales como la SEDENA, el IMSS, ISSSTE, INCAN y SEMAR han sumado en lo que va del sexenio de AMLO más de 400 millones de pesos.

¡A estos juniors no les importa pecar en público, al cabo que vivimos en el país del “aquí no pasa nada!” y en el de “no somos iguales”.

¡Perdón, son iguales o peores!

León Manuel Bartlett Álvarez aprendió bien de su padre.

Y no lo digo como gran ejemplo, sino como gran descaro.

Seamos sinceros, sabemos que el director general de la CFE, Manuel Bartlett, nos da a los mexicanos más oscuridad que luz.

¿O no se acuerdan de aquella investigación en la que se confirmó que el director general de la CFE escondió a la Secretaría de la Función Pública doce empresas de él y su familia?

¿Qué pasó?

Nada.

Ahí sigue Bartlett, en la silla de director general de la CFE.

Alumbrando más su camino y el de sus familiares que el de los mexicanos.

Y es que, parece que en estos tiempos, se premia más al corrupto que al ético. 

Y de ahí su hijo.

León Manuel Bartlett Álvarez, quien aprendió a rugir entre la opacidad y la alevosía y ventaja como su padre.

Al igual que los hijos del presidente, León se ha dedicado a obtener jugosas ganancias a costa del gobierno en turno.

Al cabo que nadie ve o nadie dice nada.

Adjudicaciones directas.

Contratos multianuales con entidades gubernamentales como el IMSS, la SEDENA, el ISSSTE, INCAN, SEMAR.

Digamos que, desde que AMLO se sentó en la silla presidencial en 2018, León ha recibido trato de rey con su empresa Cyber Robotic Solutions S.A. de C.V.

Se dice que, desde 2018 hasta 2020, la empresa del hijo de Bartlett recibió un total de 18 contratos de la Administración Pública Federal por un total que asciende a los 200 millones de pesos.

Eso hasta el 2020, imagínense con contratos multianuales como uno que tiene con la SEDENA que se vence apenas este junio de 2023.

¡No es de extrañar las ganancias duplicadas de 2020 a 2023!

Pero regresemos al 2020.

Al año de la pandemia.

El año en el que León se aprovechó de la situación de los mexicanos e hiló todo un esquema de corrupción para salir beneficiado en la venta de unos ventiladores respiratorios, que en ese momento estaban escasos.

La delegación del IMSS de Hidalgo asignó a Cyber Robotic Solutions S.A. de C.V. un contrato por 31 millones de pesos por 20 ventiladores respiratorios.

¿Primero los pobres o primero los de la 4T?

Primero ellos, obviamente, pues aunque ese mismo año se inhabilitó a la empresa de los huevos de oro por malas prácticas se le perdonaron los pecados para que siguiera su camino de robo y conflicto de interés.

El Rey León se quedó entre el perdón y la adjudicación directa.

De tal padre, tal hijo.

Aparte los contratos con las dependencias de gobierno son por cosas que pueden prescindir.

No estamos hablando de medicamentos urgentes para niños con cáncer, ni de medicamentos que son escasos en nuestro país, ni mucho menos estrategias para incentivar la educación que está por los suelos.

Estamos hablando de millones gastados en materiales de cirugía robótica, por ejemplo.

Un contrato que la SEDENA le adjudicó a Cyber Robotic Solutions S.A. de C.V. por más de treinta millones de pesos para surtir este tipo de materiales. 

Me pregunto, ¿necesidad o ganancia?

Por eso no es de extrañar la revelación que hizo el periodista Mario Maldonado esta semana, en El Universal.

León Bartlett obtuvo contratos por 424 millones de pesos.

Y seguramente obtendrá más si es el Rey León desde el 2018, ¿por qué ahora dejará de serlo?

La pregunta aquí es ¿qué tanto le debe el señor presidente a un Manuel Bartlett y a su hijo, que debe tragarse sus propias palabras?

“Cero impunidad”.

“Cero corrupción”.

“No somos iguales”.

“Primero los pobres”.

Digo, porque con sus hijos se puede hacer de la vista gorda, o mandarlos llamar a regañadientes a su palacio, pero con los Bartlett, ¿qué?

¿Será que el león ruge tan fuerte que causa temor en el gobierno?

Los de la 4T se enriquecen y cada vez son más fifís, mientras que a los gobernados apenas y les alcanza para vivir dignamente. 

Y todavía se atreven a decir que son diferentes, si son iguales o peores que sus antecesores.

Y no, este no es un problema del pasado, sino del presente.

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