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27 de noviembre 2020

Opinión

#ConTaconesEntreLegos | Detrás de la foto

Con tacones entre legos

No sólo se trata de posar para la foto en el Día Internacional De La Eliminación De La Violencia Contra La Mujer. La realidad es que mientras el presidente sonríe para la foto, el apoyo contra la violencia hacia la mujer en México es casi nulo.

Por Marcela Garza Barba

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No sólo se trata de posar para la foto en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. 

Decir no es mi culpa, es la del neoliberalismo.

La realidad es que mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador sonríe para la foto, el apoyo hacia la violencia contra la mujer en México es casi inexistente.

Lo importante aquí es ¿qué hay detrás de esa foto?

Detrás de la foto nadie sonríe.

Todo arde en llamas. 

Se escuchan gritos de desesperación.

La autoridad ejerce la fuerza.

Los números son rojos y a la alza en lo que se refiere a las mujeres víctimas de violencia y mientras tanto se recortan los apoyos federales en dicha materia. 

¡Qué impotencia!

De enero a septiembre de este año 2 mil 867 mujeres fueron asesinadas. 

Y en ese mismo período se registraron 925 mil 205 llamadas al 911 por algún incidente de violencia contra las mujeres según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Más o menos 126 llamadas por hora. 

¿Pero de qué sirve pedir auxilio si nadie ayuda?

Los gritos son desesperados y cada día suben de nivel. 

Por eso me parece increíble que después de todo el presidente salga rodeado de mujeres en la foto oficial del Día Internacional de la Violencia en Contra de la Mujer.

Y simule su famoso “abrazos, no balazos” y sonría.

Como si eso fuera suficiente para erradicar la violencia de género en México. 

Pues no, no es suficiente.

Tenemos que dejar el “al mal tiempo darle buena cara” a un lado. 

Porque no es posible que el presidente se preocupe más por posar en una foto que por mantener los apoyos federales a las mujeres y la violencia de género.

Y de pasada salga a decir que el problema de la violencia en contra de la mujer es un “fruto podrido” heredado de administraciones pasadas. 

Literal, “yo no fui, fue Teté”.

Pero mientras AMLO posa y avienta la bolita, el tema de la violencia contra la mujer cada vez se pone más caliente en nuestro país. 

Y preocupa de sobremanera. 

Este año el gobierno federal canceló el presupuesto federal que iba dirigido a la Alerta de Violencia de Género Contra las Mujeres a los estados con más feminicidios en México.

Sí, a los que más lo necesitaban. 

¿Incongruente no?

En la lista están el Estado de México, Veracruz, Nuevo León, Ciudad de México,  Puebla, Jalisco, Nayarit y Zacatecas. 

Hasta la ONU se pronunció al respecto el pasado mes de octubre y emitió un comunicado en el cual pide al gobierno de México no realizar recortes presupuestales a los programas para mujeres, especialmente a los de apoyo a víctimas de violencia. 

Indignante. 

Que el tema llegue a la agenda internacional y aquí en México se esconda entre dimes y diretes. 

Y por qué no en una sonrisa y una foto.

No se trata de politizar sino de priorizar.

De poner el tema en la agenda nacional y plantear soluciones concretas y no reducciones desmedidas. 

Las mujeres estamos hartas de que los golpes no solo vengan de casa sino del propio gobierno. 

No tiene porque sonreir señor presidente, su país arde en llamas mientras sus mujeres se convierten en Ingrid, Fátima, Alexis y Sofía. 

¿Hasta cuándo?

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