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15 de diciembre 2023

Opinión

#ConTaconesEntreLegos | Al diablo con las instituciones

Con tacones entre legos

Mientras todos andamos distraídos con el espíritu navideño, con un hartazgo de la plática político-electoral, ante nuestros ojos se desmantelan las instituciones democráticas, al puro estilo Venezuela

Por Marcela Garza Barba

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Mientras todos andamos distraídos con el espíritu navideño.

Con un hartazgo de la plática político-electoral.

Se desmantelan las instituciones democráticas ante nuestros ojos, al puro estilo Venezuela.

Esta semana se rectificó lo que AMLO venía subrayando desde años atrás.

La famosa frase que lanzó aquel 2006: “al diablo con las instituciones”.

Solo que esta vez, ya no es sólo de la boca para afuera, sino desde el desmantelamiento del corazón democrático hacia adentro.

Y de ahí, es muy difícil dar vuelta atrás.

Al contrario de lo que unos tantos dicen.

No es exagerado comparar México con Venezuela.

En el fondo, creo que todos sabemos que nuestro país poco a poco se cuece autocráticamente, pero duele tanto que no queremos verlo.

Y optamos por ser juez y parte de lo que sucede bajo el mandato del gobierno de la 4T.

AMLO copia al pie de la letra el desmantelamiento de las instituciones, tal cual Hugo Chávez.

AMLO lo tituló Proyecto de Transformación.

Hugo Chávez, Proyecto Bolivariano.

Ambos líderes expresan su repudio por las instituciones que salvaguardan la democracia de sus respectivos países y dicen públicamente que no sirven para nada.

Hoy, AMLO amenaza con desaparecer al INAI y otros institutos autónomos.

Maneja al Tribunal Electoral a su antojo y, de pasada, al Senado también.

Mete mano en la Suprema Corte, INE y ni se diga, Sedena.

Así empezó Chávez, satanizando a las instituciones democráticas.

En su momento, Chávez logró controlar el Tribunal Supremo de Justicia en 2004, a cinco años de asumir la presidencia.

AMLO, hoy controla el Tribunal Supremo de Justicia, a cinco años de asumir la presidencia.

¿Mismo playbook antidemocrático pro debilitamiento de instituciones a conveniencia?

¿Un Coup’de etat o golpe de estado a los entes democráticos que nos costaron años edificar?

El “al diablo a con las instituciones” de Chávez comenzó  en 1999.

El de AMLO, en 2006.

Desde dicho pronunciamiento Chávez, al igual que AMLO, hiló un storytelling a la perfección, en el que las instituciones que velaban por la democracia eran los villanos, porque simplemente no velaban por sus intereses.

Así como en su momento lo dijo el ex presidente de Estados Unidos, George Bush, Chávez al desmantelar las instituciones democráticas fortalecía su control del poder.

¿Cualquier parecido a López Obrador es mera coincidencia?

Y es que, si aun les cabe alguna duda del plan estratégico de desmantelamiento de la democracia por parte de López Obrador en nuestro país, les pido que vean estos fragmentos de video de esta semana.

El primer fragmento.

Norma Julieta del Río Venegas se baja de la contienda por la presidencia del INAI.

¿La razón?

Inquietante.

Les confieso.

Pensé que se viralizaría dicha intervención.

Pero nada.

Al contrario, silencio.

Y que siga AMLO con el “al diablo las instituciones”.

En este caso, el INAI.

El que transparenta el gasto del Erario.

Lo que se va a las obras insignia del presidente.

¿O no habían pensado por qué AMLO no quiere a esta institución?

Le sacaría todos los trapos de su Tren Maya.

El por qué pasó de Fonatur a Sectur y ahora Sedena.

De por qué se triplicó su costo.

Su proyección original era de 156 mil millones de pesos, al cierre de 2024 el costo por su construcción acumulará más de 479 mil millones de pesos.

Ahora sí, como dirían los del país vecino, ¿en dónde están los checks and balances?

Digo, ni el INAI lo puede esclarecer.

La opacidad reina absolutamente.

Esperemos que el nuevo presidente del INAI, Adrián Alcalá, pueda más que la opacidad que abruma a dicha institución.

Me pregunto.

¿Tan descaradamente dejamos ir a la tan deseada democracia de nuestro país?

Al parecer, sí.

Pues la misma semana que ocurre lo del INAI, AMLO siguió de irrespetuoso con las instituciones y desairó a la ministra Norma Piña en su primer informe de labores de la Suprema Corte de la Justicia de la Nación.

¿Embriagado de poder igual a falta de respeto?

Dicha actitud no es digna de un líder de nación, al menos que use el poder del Estado para su propio beneficio, tal cual Chávez.

Digo, en su momento, Chávez tuvo a más de 100 ministros que seguían sus órdenes.

Se dice que de esos 100 sólo siete eran abiertamente opositores.

¡Autoritarismo puro!

O te sumas a su plan anti democrático o te mandan al diablo… con las instituciones.

Y para rematar, lo del acuerdo con el Tribunal.

Un acuerdo que se hace público cuando ni siquiera deberían existir acuerdos para nombrar ministros.

Se nombran por votación no por acuerdos.

El Senado, en esta tarea democrática, nos quedó mal.

Porque a la par de lo de la baja de la contienda por la presidencia del INAI y del desaire de AMLO a la ministra Norma Piña, sale un Ricardo Monreal a decir que no hay acuerdo para nombrar a una de las tres ministras de la terna.

Dizque Morena no concretó acuerdo con MC para elegir a nueva ministra.

¿En serio?

¿Descaradamente esquirol?

A estos juegos anti democráticos nos acatamos.

“¿Así es la política?”, como presume Monreal.

Porque según la ley, si la segunda vuelta es rechazada, la ministra debe ser designada por el presidente, en este caso, AMLO.

¿Sumando ministros afines a la 4T, al estilo Chávez y los más de 100?

Lo peor es que el “al diablo con las instituciones” de AMLO no es nada nuevo.

Nos lo advirtió desde antes que ganara la presidencia oficialmente.

Pero nos cegamos y preferimos apostar por el líder menos peor, y el cambio de sistema.

Lo que nunca pensamos es que el afamado cambio de sistema nos saldría más caro.

Porque ahora estamos sumergidos en una inercia autocrática, de la cual será muy difícil salir si no despertamos.

Una inercia autocrática en la que sólo caben los afines a López Obrador.

Y en esa afinidad no caben las instituciones democráticas.

Al diablo… con la tan vendida y corrupta transformación.

Que cada vez acumula tintes anti democráticos.

Tal cual, aquella foto en la que AMLO se hunde en los papeles de su escritorio.

Así acabó por hundir a la democracia mexicana.

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