Colosio y Riojas, rumbo al 2024

“Diputada Federal feminista y chilanga de tiempo completo.
Quiero caminar sin miedo y recuperar mi ciudad. El momento es ahora”.

Lucía Riojas, Facebook

No hay duda de que el alcalde electo por Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, comienza a pavimentar su camino para la sucesión presidencial 2024.

Solo bajo ese destino puede entenderse que el hijo de Luis Donaldo Colosio Murrieta y de Diana Laura Riojas haya designado a “una chilanga de tiempo completo” para ser su brazo derecho al frente del destino de la segunda metrópoli de México.

Luis Donaldo Colosio Riojas designó a Lucía Riojas Martínez como el personaje que ocupará la Secretaría del Ayuntamiento, la posición política más importante dentro de su gobierno que se inicia el 30 de septiembre.

Y no es que la actual diputada federal independiente por la Ciudad de México -quien alcanzó su posición postulada bajo las siglas del PAN- no sea una persona inteligente y capaz.

Originaria de Saltillo, Coahuila, pero educada en la Ciudad de México, la legisladora de 33 años es licenciada en Ciencias de la Comunicación de la Universidad Iberoamericana, y es una reconocida activista.

De acuerdo a Wikipedia, Riojas Martínez “es abiertamente lesbiana y activista por los derechos de las mujeres y la diversidad sexual”.

Autodefinida como “chilanga de tiempo completo”, buscó en 2017 registrarse como candidata independiente para ser Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, bajo el movimiento Ahora, pero no logró reunir las 75 mil firmas de apoyo que se exigían como requisito para su registro.

“Venimos a presentar una manifestación de intención para contender en las elecciones del 2018 y competir por el puesto de Jefatura de Gobierno”.

Cuando en 2018, el movimiento Ahora se unió a la coalición Por México al Frente, el PAN la registró como candidata plurinominal.  Es integrante de las comisiones de Juventud y Diversidad Sexual, Derechos Humanos e Igualdad de Género.

Y para quienes no lo recuerden, Riojas Martínez fue la diputada que le regaló un churro de marihuana a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, durante el debate en San Lázaro sobre la regulación de la cannabis.

Pero el hecho de que sea una “extranjera” en tierras regias, ajena a lo que sucede en una metrópoli tan compleja como Monterrey, levantó la ceja de la clase política regiomontana.

Volvieron a la mente los días en que el consejo del Tecnológico de Monterrey, impotente para encontrar entre sus egresados de 60 años a un nuevo rector, importó a un egresado de la UNAM. El Borrego fue herido al contratar al Puma como su “rector técnico”.

La designación de Riojas Martínez en la Secretaría del Ayuntamiento de Monterrey tiene el mismo sabor.

Porque de inmediato emerge la pregunta: ¿No existen entre los millones de regiomontanos, egresados de sus reconocidas universidades públicas y privadas, con grados de maestría y licenciatura en el extranjero, alguno o alguna que merezca esa distinción?

De acuerdo a algunos analistas, Luis Donaldo Colosio Riojas eligió a Lucía Riojas Martínez porque su trazo político tiene como horizonte el 2024.

Uno de los apellidos políticos más reconocidos de México quiere mantener una fuerte vinculación política, no solo con la Ciudad de México, sino con el resto del país que no tiene ojos para voltear a ver lo que sucede en el Monterrey que gobernará.

Colosio Riojas busca ir conquistando las simpatías de aquellos grupos a los que el presidente López Obrador viene desdeñando o maltratando, y en donde Lucía Riojas tiene influencia.

Entre esos se cuentan a las feministas -ninguneadas desde Palacio Nacional-, a la comunidad Lésbico Gay Bisexual Transgénero y a los luchadores de Derechos Humanos que encabeza Emilio Álvarez de Icaza, uno de los padrinos de la próxima secretaria del Ayuntamiento de Monterrey.

Riojas Martínez, quien no asistió el domingo a su presentación como funcionaria regia, será el enlace de Colosio Riojas con todos aquellos grupos minoritarios y contestatarios que no encuentran su lugar, ni en el actual gobierno, ni con los actuales partidos.

Pero al final del día, para lograr trazar ese camino rumbo al 2024, la complejidad de una ciudad como Monterrey tendrá que ser administrada por “una chilanga de tiempo completo”.