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1 de octubre 2018

Seguridad

C4 Escobedo: Por un nuevo modelo de seguridad pública

El futuro de la seguridad pública está en el C4 de Escobedo, Nuevo León; un centro de seguridad y justicia que se parece más a un centro del Departamento de Justicia de Estados Unidos que a las típicas instalaciones policiales mexicanas. Desde ahí se implementa un nuevo modelo de seguridad reconocido a nivel global

Por Magenta Staff

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En el 2010, un comando armado atacó con más de 1,600 impactos de bala al Secretario de Seguridad Pública de Escobedo, Nuevo León; el General Brigadier Hermelindo Lara.

Eran los años de la violencia desbordada, de los colgados, de los narcobloqueos y las balaceras a plena luz del día.

Ocho años después, México sigue siendo un país con una tasa de homicidios por cada cien mil habitantes equiparable a la de Sudán del Sur.

Sin embargo, en Escobedo, las cosas han cambiado para bien. El propio general Lara, que sigue siendo Secretario de Seguridad, implementó un modelo de Justicia Cívica y Policía de Proximidad que es reconocido a nivel nacional e internacional.

Para algunos, aquí está el futuro de la seguridad pública del país.

México necesita alternativas

La seguridad pública será el mayor reto del nuevo gobierno. No es una tarea fácil, considerando que los programas de intervención de la Policía Federal no son sostenibles, que el Mando Único estatal ha fracasado en la mayor parte del país y que el ex secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, asegura que el eslabón más débil de la fuerza pública está en los municipios.

No obstante, la administración municipal de Clara Luz Flores en Escobedo pretende demostrar lo contrario.

El C4 de Escobedo es un centro con instalaciones clase mundial en el que un ejército de criminólogos, abogados, sociólogos y psicólogos está cambiando la manera de hacer política de seguridad en el país. Este C4 se parece más a un centro del Departamento de Justicia de Estados Unidos que a las típicas instalaciones policiales de México.

Pero la infraestructura no es lo más trascendente. El verdadero valor está en el desarrollo de capital humano y en la política de justicia cívica que se está implementando.

Entonces, ¿qué hace diferente a Escobedo del resto de los cuerpos policiales municipales? Veamos.

  1.    La Policía de Proximidad

Una de las consecuencias de la guerra contra el narcotráfico es que las policías estatales y municipales pasaron a ser corporaciones de encapuchados con armas largas. Es decir, se convirtieron en una fuerza pública militarizada que no sabe cómo interactuar con la ciudadanía.

La Policía de Proximidad de Escobedo entendió que sin confianza ciudadana no se podía construir un tejido social que pudiera prevenir el delito. Por eso, el 90 por ciento de los elementos está especialmente capacitado para atender directamente a los ciudadanos. Su equipo y su vestimenta están diseñados para esta interacción.

Sólo el 10 por ciento de la corporación está entrenada y equipada para formar parte del Grupo de Reacción que atiende operaciones especiales y que tiene una capacidad de fuego relevante.

  1.    La inteligencia es primero

El proceso de recopilar, organizar y analizar información es una de las primeras prioridades del modelo de seguridad de Escobedo.

El C4 mantiene una vigilancia permanente del municipio. De hecho, todos los policías viales tienen una cámara incrustada en su uniforme que permanece encendida durante todo su turno. Desde la sala de inteligencia de este centro, se han prevenido robos, secuestros, ejecuciones e intentos de soborno.

  1.    Cultura de prevención

En el C4 no se utiliza la frase prevención del delito, porque, según el general Lara, eso implicaría criminalizar a la ciudadanía de antemano. El modelo de Justicia Cívica y Policía de Proximidad también plantea un cambio del lenguaje.

La prevención está en el origen. El C4 cuenta con salas de mediación de conflicto y con psicólogos, abogados y sociólogos cuyo objetivo es evitar que algún conflicto entre partes, especialmente conflictos familiares, terminen en los juzgados.

Además, todos los ciudadanos que incurren en una falta administrativa tienen garantizado su derecho de audiencia ante un juez, quién, en la mayoría de los casos, decide aplicar un castigo preventivo de rehabilitación o servicio social.

  1.    Capacitación policial

El gran pecado de la política de seguridad del gobierno de Enrique Peña Nieto es que prácticamente no se formaron nuevos policías. El país tiene un fuerte déficit de elementos de fuerza pública, lo que explica en gran medida la falta de capacidad del Estado para reaccionar a las olas de violencia.

El modelo de Escobedo entiende esto a la perfección. El desarrollo de capital humano es una parte central de su modelo de seguridad, que no sólo entrena una generación nueva de policías cada año, sino que recapacita a elementos ya graduados y ofrece su servicio de entrenamiento a otros municipios.

Modelo reconocido a nivel global

Éstas cuatro bases del modelo de justicia cívica y proximidad policial son fundamentales para cambiar la narrativa de seguridad en México.

Fuera del país, este enfoque de política pública es ampliamente reconocido. El mes pasado, la alcaldesa de Escobedo, Clara Luz Flores, fue invitada por la organización USAID a un foro del Centro de Innovación y Justicia en Nueva York.

Bien haría el nuevo gobierno en voltear a ver lo que se está haciendo en Escobedo. Si este modelo se replica correctamente en diez o veinte municipios con altos niveles de violencia, se le podría cambiar la cara al país.

Sin duda alguna, el éxito de Escobedo ofrece una esperanza y una alternativa a lo que, según la experiencia de los últimos dos sexenios, parecía un laberinto sin salida.

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