¡Ave, Andrés!

Decreto que no quiero ni diputados ni senadores plurinominales…

De plano usted se quiere quedar con todas las curules y todos los escaños para Morena. ¡Bravo Majestad!…

Decreto que quiero que los jueces y los magistrados de la Corte sean electos no por sus conocimientos, sino por su popularidad…

¿Podemos patrocinar las campañas de los candidatos morenistas a la Corte con lo que le sobró en 2006 a Nico, con lo que heredaron Sergio Carmona o Daniel Flores, o con lo que le rascamos a Dos Bocas y al Tren Maya? ¿Le parece, Majestad?

Decreto que los decretos y voluntades que emanen de mí no puedan ser cuestionados y mucho menos frenados por ninguna autoridad, ni siquiera la Suprema Corte…

Para que se lo discuto, Majestad…

Decreto que los organismos autónomos creados para regular los abusos de monopolios, de telecomunicaciones y de procesos electorales, sean desaparecidos…

¿O sea que, ya hicimos las paces con “La Mafia del Poder”, Majestad?…

Decreto garantizar atención médica gratuita a todos los mexicanos…

¡Pero Majestad, no tenemos ni los hospitales y mucho menos las medicinas! ¡Señor, le recuerdo que todavía no somos Dinamarca!

Decreto que hay que dotar de vivienda a todos los trabajadores…

Si no podemos cumplirle ni a los que pagan el INFONAVIT, ¿cómo le vamos a hacer con los que nada aportan, Majestad?…

Decreto salario mínimo a profesores, policías, marinos y soldados…

¿Ah, que acaso ya no lo tenían? ¡Pero si todos esos son empleados de gobierno, Majestad!…

Decreto pensiones del 100 por ciento del sueldo al momento del retiro…

Se oye bonito, Majestad. Pero, ¿de dónde vamos a sacar el dinero para cubrir lo que no se hizo de reserva en su momento?…

Decreto apoyos a jornaleros, precios de garantía y fertilizantes gratis…

Pero si su gobierno prohibió la importación del glifosato y por eso se desplomó la producción de maíz. ¿Qué pasó con la Financiera Rural, Majestad?

Decreto la prohibición de que nadie ganará más que el Presidente…

Perdone mi ignorancia, Majestad. ¿Eso incluye a Andy, José Ramón, Bobby y sus amigos?

¡Jesús!

¡Señor!