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26 de julio 2019

Seguridad

El “artz” de la violencia en México

La balacera en la plaza comercial Artz Pedregal en la Ciudad de México tiene cinco claves que prueban el nivel de sofisticación de la violencia en México.

Por Teresa Liaño

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Primero, el distractor

El ataque fue muy bien pensado. Comenzó con una balacera afuera de la plaza comercial. Todos los elementos de seguridad, 200 aproximadamente, salieron a enfrentar el ataque.

Ocho minutos después en un restaurante dentro de la plaza ocurrió un segundo ataque. Dos comensales fueron asesinados por una mujer. Se presume que estos hombres eran el verdadero objetivo, y que la primera balacera fue una operación de distracción.

O por lo menos así lo cree el abogado de la Plaza Artz Pedregal, Javier Coello Trejo, “es una operación de distracción para que se pudiera ejecutar lo del Hunan (restaurante)”, reveló en entrevista a Carmen Aristegui.

Segundo, las armas de alto poder

En los dos ataques utilizaron armas de alto calibre prohibidas para civiles. En el lugar se encontraron más de 44 cartuchos con capacidad para 17 o 30 tiros cada uno.

La primera balacera, la que ocurrió en el estacionamiento, le quitó la vida a un policía. De hecho según el consultor de seguridad Alexei Chévez comentó en entrevista con Aristegui que los chalecos de seguridad de la policía en CDMX no aguantan el calibre de esos rifles.

Tercero, el móvil

Los atacantes quisieron montar su propia historia. Y es que la mujer que ejecutó a los comensales fue detenida y dijo que se trataba de un “crimen pasional”, sin embargo, esa versión ya fue desmentida.

Además para el abogado Coello Trejo no hace sentido porque la asesina sabía manejar el arma y un rifle de 9mm no es tan fácil de manipular. Ahora la investigación apunta al crimen organizado.

Cuarto, los criminales son de alto rango

Alon Azulay y Benjamín Yeshurun Sutchi son los israelíes asesinados en el restaurante. La embajada de Israel ya confirmó que contaban con antecedentes criminales.

Andrés Manuel López Obrador y Alfonso Durazo, secretario de seguridad pública, reconocieron que ambos estaban relacionados con el crimen organizado. Aunque la investigación continúa, hasta ahora las autoridades dicen que se trató de un ajuste de cuentas.

Quinto, el lugar

La plaza comercial Artz Pedregal se ubica en una zona céntrica y privilegiada de la CDMX. Sin embargo, eso no fue un impedimento para la inteligencia criminal mexicana. Y es que al parecer logró su cometido y nos acercó a lo sofisticada que es la violencia en México.

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