11 de octubre 2019
Opinión
El efecto Weinstein: Catch and Kill
Con tacones entre legos
“Catch and Kill”: técnica utilizada por medios de comunicación para callar a un individuo que quiere “chismear” algo que perjudique a una tercera persona.
Por Marcela Garza Barba
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El productor Harvey Weinstein y el ex conductor de The Today Show de NBC, Matt Lauer se vieron enredados en un “Catch and Kill” en 2017, tratando de callar las voces que los acusaban de violaciones y acoso sexual, entre otros actos pervertidos.
El medio de comunicación aliado: la cadena estadounidense NBC, según el nuevo libro del periodista estadounidense Ronan Farrow, titulado “Catch and Kill”.
Lo que no saben es que el “Catch and Kill” se les revirtió, pues esas voces sí lograron hundir a ambos, dejándolos sin familia y sin carrera.
Y hoy, la voz de Brooke Nevils, ex colega de Lauer sigue matando al ex conductor, al relatar en las páginas del libro de Farrow, la manera en que la violó.
Aunque Lauer trata de sobrevivir al hacer pública una carta en donde dice “basta”.
¿Qué?… ¿ya no le gustó el juego? #catchandkill
…………
“Estoy seguro que no lloró”
Estas fueron las palabras que escribió el ex conductor del popular The Today Show de NBC, Matt Lauer, en una carta el pasado miércoles en la que rechaza haber violado a su ex colega, Brooke Nevils, mientras cubrían las Olimpiadas de Sochi Rusia en 2014.
¿Pero por qué publicar una carta en su defensa 5 años después?
Y es que hasta esta semana salió a la luz el nombre de la ex colega y víctima de Lauer, quien con lujo de detalle, relata la escalofriante violación que vivió por parte del ex conductor.
Todo esto, en algunas de las páginas del nuevo libro del periodista estadounidense Ronan Farrow, “Catch and Kill”, que pronto saldrá a la venta.
En el libro, Farrow relata cómo Nevils, después de tomarse unas copas con Lauer, sube al cuarto del hotel del ex conductor… y de ahí, la pesadilla.
“No tenía porqué sospechar nada, todo se veía muy amigable”, relató Nevils.
Pero no fue hasta que Lauer salió en boxers y una camiseta y la forzó sexualmente.
“No fue consensuado, estaba muy tomada para consensuarlo”, dijo ella.
¿Tomada?… ya sé lo que están pensando.
Pero ni aunque estuviera ahogada en alcohol, justifica las acciones de Lauer.
Ni que haya subido al cuarto del hotel significa que Lauer tenía pase libre para todo lo demás…. hasta violarla.
“Dolía mucho. Recuerdo pensar, ¿esto es normal? Sangré por días”, relata Nevils a Farrow en su libro.
El escritor asegura que Nevils sí lloró en el acto. “Silenciosamente en la almohada”.
Lloró Nevils o no, el que llora ahora es Lauer, pues no deja de defenderse al decir que todo esto es marketing para vender un libro y que aunque no quería hablar más del asunto ha tenido que escribir una carta y decir “basta”.
¿Basta?
Por qué no paró entonces, si además era un hombre casado y con familia.
Por qué basta hasta hoy que salen los detalles de su mal comportamiento como ser humano.
Patético.
Farrow además afirma que el productor Harvey Weinstein logró un “Catch and kill” con la cadena NBC cuando se desató el movimiento #metoo en 2017.
Tan así que la famosa pieza de investigación sobre Weinstein (la que lo llevó al ocaso) terminó publicándose en The New Yorker en lugar de salir en NBC.
Y es que Weinstein no quería que su historia de abusos siguiera dando de qué hablar, así que contactó a algunos directivos de la cadena estadounidense y los amenazó con que tenía información sobre Lauer y sus enredos sexuales.
Así logró callarlos por un tiempo.
Pero hoy, como dicen #timesup, ya no hay tiempo.
Y es que el que obra mal, algún día la paga.
Tan así que hasta la ex esposa de Lauer por primera vez desde 2017 emitió este jueves un comunicado por medio de su abogado confirmando “oficialmente su divorcio”.
Puede que la técnica “Catch and Kill” haya funcionado en la era de Guttenberg, pero lo cierto es que hoy en la era social, el “Catch and Kill” se revierte, ya que si te cachan y hablan, te llega a matar sin aviso.
¿O no, Weinstein y Lauer?