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16 de marzo 2022

Seguridad

Tres detenciones para Joe Biden

Tres detenciones de capos de alto perfil el mismo día de la visita del secretario de Seguridad Interior estadounidense, Alejandro Mayorkas. Y aunque oficialmente todo se trató de una coincidencia, la respuesta del canciller Marcelo Ebrard deja entrever otra posibilidad

Por Magenta Staff

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Un día: tres detenciones de presuntos líderes criminales de alto perfil. ¿El común denominador? Los tres serían objetivos del gobierno de Estados Unidos (En la administración de Joe Biden). 

Este lunes, el aparato de seguridad federal anunció el arresto de tres figuras clave del crimen organizado en México.

Primero, la captura de Antonio Leonel C. M. alias “El 300” o “Bin Laden” en Chihuahua, a manos de la Fiscalía del Estado y del Ejército mexicano. 

Al 300, de nacionalidad estadounidense, las autoridades lo identifican como el “principal generador de violencia en la zona sur del Estado”, la cual se derivaría de un pacto del ahora detenido con el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Segundo, la detención en Zapopan, Jalisco, de Aldrin Miguel Jarquín Jarquín, El Chaparrito, presunto líder del Cártel Jalisco en el puerto de Manzanillo, Colima, de parte de la Secretaría de Marina.

Y tercero, al arresto a manos del Ejército mexicano de Juan Gerardo Treviño “El Huevo”, supuesto cabecilla del Cártel del Noreste en Nuevo Laredo, Tamaulipas, luego de un largo enfrentamiento en la localidad fronteriza.

El Huevo sería el heredero de la estructura criminal de Los Zetas, liderada en su momento por su tío, Miguel Ángel Treviño el Z-40, quien hoy se encuentra en prisión.

Sorpresivamente, el canciller mexicano Marcelo Ebrard calificó el arresto de Treviño como la detención de la década.

El presunto capo, ciudadano norteamericano al igual que el 300, fue inmediatamente deportado a los Estados Unidos. 

Inusitado en la presente administración, el golpe mediático al crimen organizado coincidió con la visita a México de nada más y nada menos que el secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas.

De acuerdo con el boletín oficial, el zar de la seguridad se reunió este martes con el presidente Andrés López Obrador para abordar el tema migratorio.

La reunión de alto nivel, combinada con los operativos de seguridad de alto impacto a lo largo y ancho del territorio, así como las declaraciones oficiales posteriores, apuntan a que las acciones del gobierno mexicano tuvieron un objetivo primordial: enviar una señal de colaboración a la administración demócrata en Washington, la cual, a escasos meses de las elecciones intermedias, enfrenta la creciente presión de figuras republicanas por la grave situación de inseguridad que aqueja a México. Presión que, a su vez, los demócratas han transferido al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

De este modo, uno de los cerebros detrás de la importación de precursores químicos para la fabricación de drogas sintéticas que envenenan a la población de Estados Unidos, quedaría fuera de servicio.

Lo mismo ocurre con el líder heredero de una de las organizaciones criminales más temidas no solo en territorio nacional, sino también en Estados Unidos. Y qué decir de uno de los supuestos principales generadores de violencia en el estado fronterizo de Chihuahua. 

Para completar la operación, solo faltaría algún líder asociado al Cártel de Sinaloa. De ellos, aún falta por ver quién cae. O quién se fortalece. 

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