¿Cuánto falta para la elección?

2 de mayo 2024

30 de mayo 2023

Política

“Seguiremos hasta que la dignidad se haga costumbre”: El Centro ProDh responde a los ataques del presidente

Andrés Manuel López Obrador hiló una teoría de conspiración en torno al Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez (Centro ProDh), una organización que ha sido espiada por el Centro Militar de Inteligencia: “Quisieran que fracasáramos”

Por Redacción Magenta

COMPARTE ESTA HISTORIA

Desde la oposición, Andrés Manuel López Obrador fue un crítico permanente de la política de seguridad del Estado mexicano, de los abusos de las Fuerzas Armadas y de las violaciones de Derechos Humanos cometidas en nombre de la guerra contra las drogas.

El discurso de López Obrador estaba sustentado en las denuncias e investigaciones de organizaciones de la sociedad civil como el Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez (Centro ProDh), que tuvo como una de sus principales banderas el esclarecimiento de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Paradójicamente, esta organización, que ha acompañado a los familiares de las víctimas del caso Ayotzinapa, se ha convertido en un blanco del actual gobierno. En la conferencia de prensa del martes, el presidente Andrés Manuel López Obrador hiló una teoría de conspiración en torno al Centro ProDh:

“Ahora que hubo el asesinato lamentable de dos sacerdotes en Chihuahua, el Pro y otras organizaciones (estaban) cuestionándonos. Quisieran que fracasáramos y que al final se demuestre que nosotros protegemos a violadores de derechos humanos”.

La acusación de López Obrador ha sido desmentida por el Centro ProDh y por un tsunami de organizaciones que han declarado su apoyo al trabajo de esta institución.

“Lamentamos estas expresiones falsas. En Ayotzinapa y en Cerocahui (Chihuahua), como en todos los procesos que desde hace 35 años acompañamos, trabajamos del lado de las víctimas para que haya justicia y verdad, porque en México aún se violan los derechos humanos”, publicó el Centro ProDh en Twitter en respuesta a la declaración del presidente.

Ernesto López Portillo, coordinador del programa de Seguridad Ciudadana de la Universidad Iberoamericana dijo que “una vez más, un sexenio más, el ataque desde la cabeza del poder político contra el Centro ProDh confirma la relevancia, legitimidad y carácter indispensable de su lucha”.

La animadversión del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en contra del Centro ProDh tiene una capa adicional de complejidad. El Centro Militar de Inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional utilizó el software Pegasus para intervenir la comunicación del presidente del Centro ProDh, Santiago Aguirre, y de su coordinadora de vinculación internacional, María Luisa Aguilar, de acuerdo a un análisis forense realizado por Citizen Lab de la Universidad de Toronto y referido en una investigación de The New York Times.

El Centro ProDh representa una de las voces más críticas del proceso gradual de militarización de la seguridad pública en México. Su trabajo ha puesto bajo escrutinio el actuar de las Fuerzas Armadas en el caso Ayotzinapa.

El Ejército, que es la única entidad en México con una licencia activa de NSO Group para utilizar Pegasus, también ha intervenido la comunicación de Alejandro Encinas, el subsecretario de Derechos Humanos que coordina la Comisión de Verdad y Justicia del caso Ayotzinapa, y de Raymundo Ramos, el presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo que ha documentado ejecuciones extrajudiciales de las Fuerzas Armadas.

Sin embargo, el presidente López Obrador niega tajantemente que su gobierno sea el responsable de estas intervenciones. “Repito: no somos iguales. En este gobierno no se espía, no se tortura, no hay desapariciones llevadas a cabo por el Estado y o hay masacres”, dijo López Obrador en la conferencia de prensa del martes.

La sociedad civil le ha pedido al gobierno rendir cuentas sobre estas acusaciones de espionaje. El presidente López Obrador lo ha interpretado como un reto a su gobierno. “Estas organizaciones callaban o actuaban de muy bajo perfil (en sexenios anteriores)”, aseguró.

Luis Fernando García, director de la Red en Defensa de los Derechos Digitales, una organización crítica del espionaje perpetuado por la Secretaría de la Defensa Nacional recriminó la actitud del presidente López Obrador: “Fueron los análisis forenses de Citizen Lab, las investigaciones de Artículo 19, R3D y Social TIC, las denuncias del Centro ProDh y las notas de The New York Times que revelaron el espionaje de Enrique Peña Nieto. Los mismos que hemos documentado al Ejército Espía en su gobierno”.

Andrés Manuel López Obrador cambió completamente la imagen que durante años cultivó su coalición como un grupo político crítico de la militarización y en sintonía con los reclamos de las organizaciones civiles de derechos humanos. El cambio de discurso que derivó en un conjunto de políticas que han expandido la presencia de las Fuerzas Armadas en tareas civiles, incluida la seguridad pública, se ha atribuido a la reunión que López Obrador sostuvo en octubre de 2018 con el entonces secretario de la Defensa Nacional, el general Salvador Cienfuegos. Ahí se ubica el punto de inflexión de la militarización.

Mientras tanto, el Centro ProDh exige una respuesta: “En vez de descalificar a las organizaciones, sería mejor que el gobierno se dedique a investigar el espionaje en nuestra contra y a lo verdaderamente relevante, como detener la crisis de desapariciones que no ha menguado. Seguiremos hasta que la dignidad se haga costumbre”.

Publicidad
Publicidad
Publicidad