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¡Que alguien me explique!

Se hacen “güeyes”

A pesar de que Código Magenta evidenció la simulación de financiamiento del proceso de recolección de firmas de "El Bronco", ni el INE ni la Fepade parecen estar interesados en investigar lo que está claro es un esquema fraudulento. Héctor Díaz Santana, el fiscal especializado en delitos electorales, se ha mostrado particularmente indiferente frente a la documentación que exhibe las irregualridades de la campaña de Jaime Rodríguez

Por Ramón Alberto Garza

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El pasado miércoles 28 de marzo, desde mi celular y por WhatsApp, le envié un mensaje a Héctor Díaz Santana, titular de la Fiscalía Especializada Para Delitos Electorales (Fepade).

“Buenos días, Héctor. Soy Ramón Alberto Garza, director de Código Magenta y tengo una información que quisiera compartirte. Dime a qué hora te puedo marcar por WhatsApp. Gracias.”

La intención era poner a disposición del responsable de investigar los delitos electorales un importante paquete de documentos que presumen ilícitos,cometidos durante la recolección de firmas del ahora candidato presidencial,Jaime “El Bronco” Rodríguez.

La documentación consta de 155 registros de donativos de ciudadanos que supuestamente aportaron mas de 17 millones de pesos para levantar las firmas que instalaran a El Bronco en la boleta 2018.

Cada expediente –con nombre, dirección y monto del “donativo”-  permitiría investigar un modus operandi que presumiblemente evidenciaría operaciones de lavado de dinero e incluso de delincuencia organizada.

Algunos de esos documentos fueron exhibidos días más tarde por Código Magenta, en un reportaje de investigación que mostraba cómo -por citar un caso- de una modesta tortillería fueron aportados 230 mil pesos para la bronco campaña. Y como ese caso, decenas.

El caso podría fincar lavado de dinero, al comprobarse que los nombres de los aportantes, o nunca fueron consultados para ser utilizados como donantes o si lo hicieron, fueron una simple fachada.

También podría tipificar delincuencia organizada, porque para efectuar una operación de ese monto y magnitud -17 millones de pesos- se debió crear un esquema criminal  para operarlo, lo que de comprobarse constituiría un flagrante delito.

Pues bien, pasaron los días y el fiscal electoral no respondió, a pesar de que después recibió -y su WhatsApp marca como visto- el video que denunciaba el presunto ilícito electoral.

No fue sino cinco días después, el lunes 2 de abril, que Héctor Díaz Santanarespondió al mensaje original.

“Perdona por no contestar. El teléfono hace cosas raras”.

Y agregó: “Se comunicará contigo Jorge Lumbreras coord (sic) de asesores.” Le respondí: “Mil gracias”.

Pero la promesa de contacto no ocurrió. Ante el silencio, el pasado viernes 6 de abril volví a enviar al fiscal un nuevo WhatsApp.

“Buenos días, Héctor… aún no existe contacto con Jorge Lumbreras… Saludos.”

Y hasta hoy, 16 de abril, no existe respuesta de quien debería ser el responsable número uno en el país para investigar y en su oportunidad castigar, a quienes cometen delitos electorales.

Como tampoco parece existir interés del INE y de sus consejeros por investigar lo que está claro es un esquema fraudulento. Nadie solicita los documentos. Todos “se hacen güeyes”.

No queremos pensar que, así como sucedió con los ministros del Trife, su pasado persiga y limite a Héctor Díaz Santana.

Hay quienes advierten que habiendo sido coordinador de asesores en de la Fiscal de la Fepade, María de los Angeles Fromow, quizás su ex jefa podría ser una influencia en no entrarle al espinoso Caso Bronco.

Para nadie es un secreto la cercanía de Fromow con Jaime Rodríguez Calderón. Tanto que la prestigiada abogada llegó a ser considerada e invitada por El Bronco para ocupar la Fiscalía Anticorrupción de Nuevo León.

Por lo pronto ahí están, para cuando lo decida el fiscal, las  pruebas que tienen ya 20 días exhibidas en el sitio codigomagenta.com.mx.

Sería muy lamentable para nuestra democracia que una investigación tan delicada se aplace, solo porque un teléfono vuelva a hacerle “cosas raras” al Fiscal electoral.

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