El Niño Chiflado

Mauricio Fernández Garza Sada no pudo. Se salió de control, hizo berrinche y abandonó anoche el debate por la alcaldía de San Pedro, convocado por el Instituto Estatal Electoral en Nuevo León.

El candidato del PAN, PRI y PRD se exhibió como lo que es. Un niño chiflado, malcriado, un hijo de “mami”, como se le personifica en la serie ‘Sierra Madre’, de HBO.

Mauricio no permite que nadie le confronte, que le digan sus verdades, como lo hizo anoche Lorenia Canavati, la candidata de Movimiento Ciudadano.

En el mundo que Mauricio fabrica con sus fantasías, su palabra no se cuestiona, aun cuando sean flagrantes mentiras. Él es el mejor y los demás son inexpertos o ignorantes.

Lo que sacó del centro al tres veces alcalde de San Pedro fue que, en el espinoso tema de seguridad, Lorenia Canavati le recordó que él había pactado con los grupos criminales, que su blindaje de San Pedro estaba cimentado en una pax narca, que existían audios en los que reconocía esos acuerdos inconfesables, lo que ahora que vuelve a ser candidato él niega.

Mauricio intentó violentar el formato del debate arrebatando la palabra sin que le correspondiera. El moderador Gregorio Martínez no lo permitió, porque estaba fuera de tiempo y turno. Y se violentó el candidato del frente opositor.

O qué no fue el mismo Mauricio -el que anoche hizo el berrinche- quien dentro de su pacto con los criminales, declaró a San Pedro “terreno neutral” y presumía que ellos estaban muy contentos con él como alcalde, porque les permitía que trajeran a vivir a sus familias al municipio, lo que garantizaba a “la colonia” la paz y la tranquilidad. Claro, a cambio de que pudieran vender su droga en los antros y restaurantes de El Centrito y anexas.

O también ya se le olvidó a Mauricio que un hijo del ex gobernador Alfonso Martínez Domínguez, a quien comisionó para recoger con los empresarios la cuota de 500 mil pesos por familia -para completar 5 millones mensuales para financiar su “Grupo Rudo”- terminó pagando una condena por supuesta extorsión. Y ya con la justicia encima, Mauricio lo abandonó a su suerte, sin defensa alguna.

Alguien como Lorenia Canavati tenía que recordarle al político berrinchudo su pasado oscuro que tanto negaba. Ahí están las notas en todos los medios de aquellos días, los audios y videos de cuando orgulloso presumía esos pactos, el abierto escándalo de las ejecuciones atribuidas por el llamado “Grupo Rudo” y los asesinatos que rodearon al San Pedro en aquellos años.

Y tan le pegó en el centro del corazón que no soportó el escarnio y se bajó del pedestal. Incluso, en su entrevista callejera de salida, en la que “mentó madres” le quitó la magia a lo que resta de la serie televisiva Sierra Madre, porque evidenció que está apoyando producción que presumiblemente lo elogia. Es decir, una serie de campaña.

Al cerrar el día, Mauricio acabó por subir en sus redes la supuesta explicación de su abandono del debate.

Traducido para quienes no lo entendieron: Yo voy a un debate, siempre y cuando no me ataquen, no me recuerden mi pasado oscuro y pueda replicar cuando yo quiera, no cuando lo marquen las reglas.  O lo que es lo mismo, si me salen con aquello de que la Ley es la Ley, me bajo y me voy. Quédense hablando solos. No somos iguales.

Hoy, la cita de los candidatos sampetrinos es en el debate del periódico El Norte. La pregunta es si Mauricio acudirá a esa cita para buscar la revancha o si usará el debate de ayer para decir “no voy”.

Pero lo de Mauricio no es novedad… Ya alguien, en 2018, abandonó el debate cuando no le gustó lo que le decían… y ya ven cómo nos fue.