¿Cuánto falta para la elección?

1 de mayo 2024

11 de diciembre 2023

¡Que alguien me explique!

Se buscan “principios”

La última novedad en la agitada granja Fosfo Fosfo es que la joven influencer Mariana Rodríguez es la candidata de Movimiento Ciudadano para la alcaldía de Monterrey

Por Ramón Alberto Garza

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La última novedad en la agitada granja Fosfo Fosfo es que la joven influencer Mariana Rodríguez es la candidata de Movimiento Ciudadano para la alcaldía de Monterrey.

Samuel García se quedó sin su ansiada candidatura presidencial, pero como premio de consolación ya mandó a su esposa a buscar gobernar la segunda metrópoli más importante de México.

Y para ser congruente con tanta hipocresía naranja, Dante Delgado -quien siempre dice que Mariana es  el mejor activo que tiene Movimiento Ciudadano- ni se presentó al registro de la influencer de los tenis Fosfo Fosfo. ¿Ese es el trato que el líder le da a su “mejor activo”?

Pero por favor, por una ocasión seamos serios. ¿De verdad alguien cree que Mariana Rodríguez tiene las capacidades para ser la mejor apuesta para gobernar una metrópoli de cinco millones de habitantes, con los muy complejos problemas que tiene Monterrey?

Nadie le regatea a la esposa de Samuel García sus méritos ni su carisma como princesa de las redes sociales, además de tener un mejor sentido para los negocios que su controvertido marido. Pero de eso, a entregarle las llaves de Monterrey sin contar con una mínima experiencia previa, política o administrativa, es otra cosa.

Lo que se hace evidente es que ya se perdieron aquellos principios que regían las decisiones políticas que solían estar orientadas a la búsqueda de hombres y mujeres elegidos para conducir los destinos, lo mismo de un municipio, que de un estado o de la Nación.

Hoy lo único que importa es que la popularidad genere votos y que esos votos -aunque no den triunfos- puedan ayudar a sostener el registro político del Partido, para que el Instituto Nacional Electoral les asigne más presupuesto a sus franquiciatarios.

El debate es profundo. Cuando hace meses se estrenaron las películas de Oppenheimer -el científico creador de la bomba atómica- y la de Barbie, el filme de la muñeca barrió en las taquillas. Las formas banales dominando por encima de los debates  profundos.

¿Alguien conoció de alguna encuesta, auscultación ciudadana o cónclave naranja en Monterrey, con el que se pueda justificar la designación de Mariana Rodríguez como candidata? Absolutamente nadie. Peor aún, ella no tiene su domicilio en Monterrey. El truco de su tarjeta del INE es el que le da luz verde.

La ahora aspirante a la alcaldía de la capital neoleonesa fue designada por dedazo. Por decisión simple de su esposo Samuel García y de Dante Delgado, quien se adjudicó la herencia de los tenis Fosfo Fosfo, y con sus lentes rosas, el líder nacional de Movimiento Ciudadano ya se instaló como el Chavorruco de la política nacional.

Quizás lo que se busque sea distraer la atención de asuntos que podrían sacudir las entrañas del partido naranja. ¿No parece demasiada coincidencia que el día en que se entregó René Gavira Segreste, el presunto desfalcador de Segalmex -con el que han tendido “puentes” algunos amigos “naranjas”- Dante Delgado dio por muerto el bloque opositor en el Senado, abriendo la puerta para aprobarle al presidente López Obrador sus cuestionables reformas pendientes, tanto del Poder Judicial como de la Guardia Nacional?

Pero el anunciado quiebre no va a ser sencillo, porque Movimiento Ciudadano está fracturado. Desde Jalisco el gobernador naranja Enrique Alfaro ya mandó  el mensaje -a través de Clemente Castañeda- de que ni los diputados ni los senadores jaliscienses votarán por esas reformas. Y no solo se mantienen en el bloque opositor, sino que ante la pifia de la candidatura fallida de Samuel García ya evalúan darle su apoyo a Xóchitl Gálvez.

Dante Delgado lo tenía todo para ser la palanca renovadora del 2024, pero al entregarse a los brazos -primero de Samuel García y ahora de Mariana Rodríguez- echó por la borda cualquier mínima esperanza y todo lo tejido en tantos años de lucha. Dejó a un lado la seriedad; sus heroicos discursos en el Senado desafiando a la Cuarta Transformación se volvieron humo y su tercer aire político lo desdibujó. Hoy la mayoría de quienes valoraban al líder naranja lo desconocen.

 ¿Dónde están aquellos principios que tanto exaltó? ¿En las decisiones unilaterales, no consultadas, de un ruidoso influencer que si continúa con sus desplantes, sus chantajes y sus mentiras terminará su sexenio en la cárcel?

¿Dónde están aquellos principios que tanto defendió el líder nacional de Movimiento Ciudadano? En el basurero del régimen Fosfo Fosfo que nada aporta y que sí denigra a la política nacional.

Ojalá que la o el próximo presidente de México tenga la sensibilidad para crear una Secretaría de la Seriedad. Desde los berrinches de La Mañanera hasta los bailes con tenis Fosfo de Dante Delgado, esa seriedad está perdida. ¿Podremos recuperarla antes de que sea demasiado tarde? Por ahora, la candidatura de Mariana Rodríguez apunta a que no.

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