19 de mayo 2025
Internacional
Reporte de la DEA: cárteles controlan territorio mexicano
La agencia anti drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) publicó su reporte anual sobre riesgos y amenazas de narcóticos y de grupos criminales asociados al tráfico de estupefacientes (NDTA)
Por Redacción Magenta
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La agencia anti drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) publicó su reporte anual sobre riesgos y amenazas de narcóticos y de grupos criminales asociados al tráfico de estupefacientes (NDTA).
El informe identifica a los cárteles mexicanos, que han sido designados como grupo terroristas por el Departamento de Estado, como los jugadores principales en la cadena de suministro de drogas sintéticas.
El documento analiza las capacidades de control territorial de los cárteles, sus vínculos con entidades internacionales y su relación con otras verticales de ingresos como el trasiego de combustible.
Por ejemplo, la DEA confirma en ese reporte que el Cártel Jalisco Nueva Generación ha entablado una alianza táctica con la facción de ‘Los Chapitos’ del Cártel de Sinaloa para cooperar en el conflicto contra la facción criminal liderada por los hijos de Ismael ‘El Mayo’ Zambada.
Control territorial de los cárteles en México
El informe 2025 de la DEA destaca el control significativo que ejercen las Organizaciones Criminales Transnacionales (TCOs, por sus siglas en inglés) mexicanas, particularmente el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), sobre amplias regiones del país.
El Cártel de Sinaloa conserva una fuerte presencia en los estados del noroeste como Sinaloa, Sonora y Chihuahua, gracias a su red consolidada de alianzas y una estructura descentralizada que le permite resistir cambios en su liderazgo.
El CJNG, bajo el mando de Nemesio Oseguera Cervantes (‘El Mencho’), ha expandido agresivamente su territorio, con presencia destacada en Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Veracruz y Colima, además de más de 40 países a nivel global.
Estas organizaciones criminales no sólo trafican drogas, sino que también se han infiltrado en economías locales mediante extorsión, secuestro, cobro de piso y robo de hidrocarburos, imponiendo en algunos casos una forma de gobernanza paralela.
En varias regiones, su capacidad para corromper, intimidar o sustituir a las autoridades locales ha socavado el Estado de derecho y ha debilitado la capacidad del Estado mexicano para ejercer soberanía territorial plena.
La DEA también advierte sobre una posible alianza entre facciones del Cártel de Sinaloa (‘Los Chapitos’) y el CJNG, lo que podría alterar el equilibrio criminal en el país y aumentar la violencia, según reportes de prensa como El País.
Robo de combustible (huachicol) y su vinculación con los cárteles
El robo de combustible o ‘huachicol’ se ha convertido en una fuente crítica de financiamiento para el CJNG y otras organizaciones.
Estas redes criminales perforan ductos de Pemex o se infiltran en la cadena de suministro para desviar y revender grandes volúmenes de hidrocarburos, principalmente gasolina y diésel, tanto en México como en el mercado estadounidense.
El Departamento del Tesoro de EE.UU. ha sancionado a varias empresas y operadores ligados a estas redes de robo, reconociendo su papel central en la financiación de actividades ilícitas, incluyendo el tráfico de fentanilo y la adquisición de armas.
La DEA señala que esta actividad criminal no sólo afecta a Pemex y las finanzas públicas mexicanas, sino que también representa un riesgo ambiental y de seguridad para comunidades cercanas a los ductos.
En muchos casos, el huachicol también sirve como un mecanismo de control territorial, mediante el cual los cárteles se ganan el apoyo o la tolerancia de comunidades que reciben parte del combustible robado o empleos ilícitos. El reporte completo puede consultarse en este enlace (dar click aquí)