Panistas ‘wachicoleros’

La historia es digna de un script de teleserie de narcopoder que tanto éxito tienen en Netflix.

Un singular personaje aparece de la nada en Saltillo, Coahuila, y se desliza como la humedad en los más altos círculos políticos, económicos y sociales.

Se llama Juan Manuel Muñoz. Le apodan “El Mono” Muñoz. De buenas maneras, todo un publirrelacionista seductor que con el poder de su dinero compra amigos de alto perfil —con ambiciones— a los que convierte en sus prósperos socios.

Sus intereses crecen a lo largo y a lo ancho de Coahuila. Abre restaurantes, antros y discotecas, negocios de distintos giros para hacerse, venderse y ser aceptado socialmente como un exitoso empresario.