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¡Que alguien me explique!

Pandilleros en el poder

Samuel García se hizo de la gubernatura y convirtió a su inseparable “Mike” Flores en su patiño de andanzas turbias, en el operador de los asuntos oscuros y truculentos del gobierno Fosfo Fosfo

Por Ramón Alberto Garza

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Desde que estaban en la escuela, Samuel García y Miguel “Mike” Flores eran un par de pandilleritos fifí que asolaban a sus compañeros.

Educados, uno en la escuela de las mafias del facturerismo y el otro -a pesar de venir “de buenas familias”- disfrutaba de la abundancia de tenerlo todo, a cambio de aportar nada. Juntos, ese par de juniors frívolos se hicieron del poder en Nuevo León, gracias a los dineros que ilegalmente salieron del despacho de Papá Samuel para financiar el ascenso de su hijo al poder.

Samuel García se hizo de la gubernatura y convirtió a su inseparable “Mike” Flores en su patiño de andanzas turbias, en el operador de los asuntos oscuros y truculentos del gobierno Fosfo Fosfo.

Y conforme el gobierno naranja de Nuevo León fue desplegando el abuso de poder -con el silencio siempre cómplice de Dante Delgado- Samuel García le entregó a su compinche amigo una patente de corso para extorsionar y chantajear a quienes consideraba sus enemigos políticos.

Fue así como, uno a uno, se fueron acumulando los actos de violencia contra legisladores del PRI y del PAN, contra adversarios de sus negocios, contra quienes se negaban a contratar los “servicios” del despacho de Papá Samuel para que les maquilaran sus fechorías fiscales. Las historias de esos abusos se cuentan por cientos, incluso contra padres, hermanos, familiares y compadres de los opositores, que fueron hostigados hasta con el lanzamiento de camiones de basura a las puertas de sus hogares.

Cortes de agua, retiro ilegal de medidores de luz en residencias y negocios, envío de la Unidad de Inteligencia Financiera para auditar a las empresas relacionadas con esos adversarios, congelación de cuentas e incluso amenazas de muerte, como la que “Mike” Flores hizo por escrito, -a través de un WhatsApp- contra mí y contra mi familia por denunciar en Código Magenta sus abusos de poder.

Las ilícitas operaciones instigadas desde el Palacio de Cantera fueron avaladas con la creación clandestina de una unidad de Fuerza Civil que, con 10 unidades y 50 policías, sustraídos de esa dependencia, le fueron entregadas a “Mike” Flores para que pudiera operar, directamente y sin intermediarios, las fechorías que su amigo el gobernador le ordenaba contra sus “enemigos”. Una flagrante usurpación de funciones. Un evidente abuso de autoridad.

Hasta que el escándalo de este par de pandilleros fifí alcanzó al Fiscal Anticorrupción, Javier Garza y Garza, quien se atrevió a darle curso a las decenas de denuncias. Y se llamó a declarar a familiares y allegados de los pandilleros naranja. Se le fueron por igual contra su familia, dejaron sin luz la casa de su madre de 94 años, repitiendo el modus operandi de más de 300 abusos similares.

“Mike” Flores ya está en el banquillo de los acusados, con los reflectores sobre su cara. El patiño del pandillero mayor está sometido a una severa investigación de la que -a decir por las evidencias- difícilmente saldrá bien librado. Y si se aplica la Ley terminará tras las rejas.

El cuestionamiento ahora será si quien lo envió a usar y abusar de un poder que no le correspondía, su amigo Samuel García, también pagará las consecuencias o lo dejará que muera a su suerte.

Y todavía hay quienes en su sorprendente ignorancia se alegran de que Mariana Rodríguez, la esposa del Gobernatore Fosfo Fosfo, esté buscando la alcaldía de Monterrey.

Cuánta pobreza política, cuánta falta de indignación de una ciudadanía y de una élite empresarial que contemplan, ilusos y tolerantes, las fechorías de quien algún día juró que haría cumplir el mandato dictado por la Constitución. Hoy Samuel García es la Ley… utilizando el garrote de “Mike” Flores, claro.

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