10 de abril 2025
¡Que alguien me explique!
Oootra vez Andy…
Andrés López Beltrán, transformado ya en “El Junior Incómodo” del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, vuelve a estar en el ojo del huracán político
Por Ramón Alberto Garza
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Andrés López Beltrán, transformado ya en “El Junior Incómodo” del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, vuelve a estar en el ojo del huracán político. El trágico accidente en el Parque Bicentenario de la Ciudad de México vuelve a poner su nombre sobre la mesa del debate nacional.
La muerte de dos fotoperiodistas, al caer una grúa de tijera que sostenía una imagen del concierto, evidenció la negligencia de la empresa AXE Ceremonia, propiedad de Diego Jiménez Labora, amigo cercano del ahora secretario General de Morena.
Los hechos manipulados al antojo de los promotores del evento, quienes ocultaron durante horas el fatal incidente, obligaron a la presidenta Claudia Sheinbaum y a la Jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, a salir a prometer que se investigaría la tragedia hasta sus últimas consecuencias.
Diego Jiménez Labora es nada menos que primo de Alejandro Castro Jiménez Labora, otro favorecido de la lotería política del sexenio de la Cuarta Transformación. Tiene la concesión del Parque Bicentenario, es uno de los constructores del malecón de Villahermosa, en Tabasco, y su empresa de seguridad se vio involucrada en otra tragedia, la del refugio de migrantes de Ciudad Juárez, en donde en marzo de 2023 fallecieron 40 personas y 26 más resultaron heridas.
Ahora, frente a la nueva tragedia del Parque Bicentenario en el que perdieron la vida los fotógrafos Berenice Giles Rivera y Miguel Ángel Rojas Hernández, Morena entrará en serio conflicto al investigar a personajes cercanos a Andrés Manuel López Beltrán. Ello considerando que la fiscal de la Ciudad de México y responsable de la investigación es Bertha Alcalde Luján, es la hermana de Luisa María Alcalde, la presidenta nacional de Morena y, al menos, en el papel superior de Andrés López Beltrán.
Si las investigaciones se ejecutan con la seriedad del caso, el nombre del Junior Incómodo volvería a emerger como uno de los amigos cercanos a los organizadores del trágico evento.
Sería la enésima vez que el retoño del ex presidente Andrés Manuel López Obrador es involucrado en negocios y concesiones, tanto del Gobierno Federal como de la Ciudad de México y de Tabasco. Cuestión de recordar que otro de sus amigos cercanos, Amílcar Olán, acabó por involucrar a “Andy” en negocios como la transportación de balastro para la construcción del Tren Maya en donde, de la mano de la Secretaría de la Defensa, se forjaron grandes capitales personales, mal habidos, al amparo de esa mega obra.
Ni qué decir de las confesiones del mismo Amílcar Olán, quien tras la misteriosa muerte del constructor Daniel Flores en un avionazo en Veracruz, presumió que él -amigo muy cercano a Andrés López Beltrán- era el auténtico beneficiario de los contratos por 22 mil millones de pesos que Rocío Nahle le otorgó a la empresa Proyecta Industrial de México, también muy cercana a los financiamientos de las aspiraciones presidenciales de Adán Augusto López.
El nombre del Junior Incómodo volvió a salir a flote al lado de su amigo Amílcar Olán cuando Pemex le otorgó contratos multimillonarios a la empresa Perfolat de México, para la perforación de pozos petroleros al sur de Veracruz. El primer contrato fue a cuatro meses de iniciado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Fue por 6 mil 86 millones de pesos con el portal de contrataciones de Pemex. Perfolat de México recibió su primer contrato con el actual gobierno en marzo de 2019 por un monto de 6 mil 086 millones de pesos. Dos meses más tarde, en mayo de 2019, la empresa ligada al clan Olán-López Beltrán recibió un nuevo contrato por 5 mil 870 millones de pesos para “la puesta en operación de las unidades productivas con apoyo de intervenciones a pozos en el Golfo de México”.
Pero, al parecer, no pudo cumplir las demandas del último contrato y Pemex le permitió a Perfolat ceder los derechos y obligaciones a favor de Perforadora Akal I, un consorcio creado en los primeros días del gobierno de la Cuarta Transformación, en la que tiene participación la familia de José Manuel Bejós, el dueño de la Constructora Mota Engil, beneficiaria del tramo uno del Tren Maya y que acabó como la segunda constructora favorita del gobierno lopezobradorista, sólo abajo de la constructora de Carlos Slim.
Todas estas maniobras en Pemex, en favor de Perfolat, fueron posibles gracias a los buenos oficios del subdirector de Servicios a la Explotación de PEP, el tabasqueño Abraham David Alipi Mena y tío de Alejandro Calderón Alipi, quien fuera director del IMSS-Bienestar, otro de los amigos muy cercanos al círculo de negocios de Andrés López Beltrán.
El nombre de Andy también aparece ligado al de su hermano José Ramón López Beltrán en los arreglos del huachicol fiscal.
El nuevo director de Aduanas, Rafael Marín Mollinedo, quien repite en esa posición ahora con la presidenta Claudia Sheinbaum, fue captado con José Ramón en un restaurante de McAllen sentado a la mesa con operadores de la red que introduce combustibles a México. Las investigaciones revelan que cumplía una encomienda de su hermano.
Tampoco el lucrativo negocio de los medicamentos no escapa a las ambiciones de la dupla López Beltrán-Olán. De acuerdo a una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad se dio a conocer que la empresa Romedic, propiedad de Amílcar Olán, fue beneficiada con contratos por 499 millones de pesos para la venta de medicamentos y material de curación. Los contratos los otorgaron los gobiernos morenistas de Tabasco y de Quintana Roo con fondos del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
El sitio Latinus, de Carlos Loret, reveló en una serie bautizada como “El Clan” los vínculos del círculo cercano a Andrés López Beltrán y sus amigos, involucrados de lleno en los grandes negocios de la Cuarta Transformación, como el Canal Interoceánico.
Y de nuevo, Amílcar Olán aparece en escena, detallando conversaciones sobre cómo sus empresas se involucraron en la rehabilitación de la vías y en la explotación de bancos de materiales y venta de balastro para el Tren Interoceánico, una obra que el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador le asignó su supervisión a su hijo Gonzalo, aunque el auténtico poder tras las decisiones era Andrés López Beltrán, quien contó con los favores del capitán de navío Alan Tarsicio Cruz Saba, director general del Ferrocarril del Itsmo de Tehuantepec.
Por eso, no sorprende que -oootra vez- el nombre de Andrés López Beltrán, el Junior Incómodo, aparezca ligado a la empresa responsable de la tragedia en el Parque Bicentenario. Sus ambiciones de negocios al amparo del poder son tan insaciables como lo son sus planes para, desde el liderazgo de Morena, afianzar su candidatura presidencial para el 2030.
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