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21 de febrero 2019

¡Que alguien me explique!

Morena “compra” votos

El chapulineo de ocho diputados del PRD que de súbito anunciaron su renuncia al Sol Azteca para sumarse a Morena, confirma que el ahora partido en el poder sólo está copiando las viejas y mañosas prácticas del PRI y del PAN que tanto criticaba. Esto se dio en el momento en que Morena necesitaba esos ocho votos para sacar adelante la reforma al Artículo 19 Constitucional para ampliar los delitos que ameritan prisión preventiva

Por Ramón Alberto Garza

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Durante años, la izquierda en México se quejó de que el PRI o el PAN, o ambos ya como PRIAN, se instalaran como una aplanadora que promulgaba leyes, sin escuchar a la auténtica Oposición.

Las denuncias de partidos como el PRD, el PT, Movimiento Ciudadano y más recientemente Morena, advertían que no existía diálogo legislativo, porque se privilegiaba  “el mayoriteo” por encima del sano debate para aprobar o rechazar una propuesta.

Pues exactamente lo que tanto cuestionó la izquierda es lo que esa izquierda practica ahora: “el mayoriteo”, cueste lo que cueste. Tener la razón por cantidad de votos, que por la calidad de la legislación.

El chapulineo de ocho diputados del PRD que de súbito anunciaron su renuncia al Sol Azteca para sumarse a Morena, confirma que el ahora partido en el poder sólo está copiando las viejas y mañosas prácticas del PRI y del PAN que tanto criticaba.

La “seducción” de esos perredistas, que dicho sea de paso no son lo más presentable dados sus antecedentes políticos y de corrupción, se dio en el momento en que Morena necesitaba esos ocho votos para sacar adelante la reforma al Artículo 19 Constitucional para ampliar los delitos que ameritan prisión preventiva.

Sin duda una reforma urgente, digna de aplauso, que incluirá como delitos graves al huachicoleo, el uso político de programas sociales, el robo a casa habitación o transporte, el feminicidio, el abuso sexual de menores, el secuestro y el uso de armas de uso exclusivo del Ejército.

Pero la excelente intención en el fondo se desdibuja, cuando volvemos a las prácticas de compra de voluntades para lograr el objetivo.

Que alguien nos explique…. ¿a cambio de qué Héctor Serrano, un muy cuestionado hombre cercano a los intereses políticos y económicos de Miguel Mancera se brinca a Morena?

Y ni modo de decir que el Espíritu Santo iluminó de la noche a la mañana, y de manera simultánea, a los ocho legisladores hoy renegados del PRD.

Eso, se vea por donde se vea, no fue un acto de convencimiento o de alineación de intereses políticos, sino una operación de compra de voluntades que “se vendieron” –por dinero, favores o posiciones políticas- al mejor postor. En este caso, el “comprador” fue Morena.

¿Cuál es el ejemplo de honestidad valiente que da el presidente López Obrador, el abrazar como nuevos morenistas a un legislador que fue requerido por robo y homicidio, a otro denunciado por extorsión, soborno y amenazas de muerte, a un detenido por 11 meses acusado de delincuencia organizada y a un mega operador mancerista investigado por desviar 2.9 millones de pesos?

Volvemos a asistir entonces a la cínica orgía de que “el fin justifica los medios”. Al encuentro en el que los “mafiosos” de ayer por la sola conversión de siglas partidistas serán los paladines de las mejores prácticas de la cartilla moral de Alfonso Reyes. Fuero moral adquirido.

Dirán que en la política como en el amor, todo se vale. Pero se vista como se le vista, los transgénicos perredistas y sus ahora amorosos padres adoptivos de Morena están evidenciando una simulación.

Igual que las que hacían el PRI o el PAN cuando en contubernio aprobaban legislaciones a modo, o ausentaban a sus legisladores para lograr, en ese ausentismo, la mayoría necesaria hasta para cruzarle la banda a un presidente cuestionablemente electo.

No podemos ser cómplices silenciosos de lo que va en contra de lo que se prometió para el nuevo gobierno. Si vamos por la transparencia, comencemos por explicar a cambio de qué se compraron las voluntades del nuevo rebaño “morenista”.

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