22 de mayo 2025
Política
Los operadores del huachicol fiscal | Capítulo 3: El hombre de la 4T en Aduanas
Carlos Narváez Romero era un elemento esencial de esta maquinaria que involucra huachicol fiscal, poder político y financiamiento ilegal de campañas políticas. Su asesinato ocurrido el año pasado no ha sido esclarecido, pero sus consecuencias siguen siendo relevantes
Por Rodrigo Carbajal
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El 13 de mayo de 2024 fue asesinado en Polanco, Carlos Narváez Romero; ex alto funcionario de la Agencia Nacional de Aduanas, sobrino del entonces director de Pemex, Octavio Romero, y un personaje ligado a los hijos del ex presidente Andrés Manuel López Obrador. Tenía todas las credenciales para ser considerado intocable.
El homicidio conmocionó a los operadores políticos de la 4T. A dos semanas de la Elección Presidencial, el hecho fue interpretado como un mensaje de las mafias del huachicol fiscal. Narváez Romero se sumaba a la larga lista de personas conectadas a esta red clandestina que han resultado asesinados, que están desaparecidos o que murieron en circunstancias que no han sido esclarecidas.
Dentro del gobierno, Narváez Romero operaba en conjunto con Juan Carlos Madero Larios, un ex funcionario señalado por la Secretaría de la Defensa Nacional como el epicentro de actividades de extorsión y contrabando de combustible en la Agencia Nacional de Aduanas. Madero Larios sigue siendo un personaje relevante en el contexto de la elección judicial: su cuñada, la candidata a magistrada Tania Contreras López, se perfila como la opción del oficialismo en Tamaulipas para dirigir el Supremo Tribunal de Justicia.
Esta es la tercera entrega de una serie de investigación original de Código Magenta sobre los actores clave del negocio del huachicol fiscal y su impacto en la escena política mexicana.
Estados Unidos y México han emprendido una cruzada contra el trasiego de hidrocarburos. Los gobiernos de Donald Trump y de Claudia Sheinbaum han enfocado sus investigaciones, arrestos y decomisos en operadores financieros como la familia Jensen de Utah, en líderes de los cárteles como César Morfín, alias ‘El Primito’, o en empresarios transportistas como Roberto Blanco Cantú, alias ‘El Señor de los Buques’.
Sin embargo, hay un eslabón que -hasta el momento- ninguna autoridad se ha atrevido a tocar: los funcionarios que facilitaron el huachicol fiscal desde dentro de la Agencia Nacional de Aduanas.
El caso de Narváez Romero, el amigo de ‘Andy’ López Beltrán que fue asesinado en Polanco hace un año, plantea serios cuestionamientos sobre los vínculos del contrabando de combustible con el financiamiento de campañas electorales de Morena. El sobrino del ex director de Pemex trabajaba muy de cerca con un grupo de funcionarios de aduanas acusados de extorsión y huachicol fiscal.
El dinero negro habría sido utilizado para aportar miles de millones de pesos a proyectos políticos de la 4T, de acuerdo a denuncias realizadas por Porfirio Muñoz Ledo, Jaime Martínez Veloz y Benjamín Gómez en relación al papel de Ricardo Peralta Saucedo como el primer titular de Aduanas del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
Esto incluiría los fallidos intentos de Jaime Bonilla para extender su mandato como gobernador de Baja California mediante el pago de sobornos a diputados locales por un millón de dólares. La entrega de dinero en efectivo en un departamento en Paseo de las Palmas 905 en la Ciudad de México para que militantes de Morena votaran a favor de Mario Delgado como dirigente nacional del partido también se explicaría por recursos obtenidos de Aduanas en tiempos de Peralta. Asimismo, la estructura de Sergio Carmona, el ‘Rey del Huachicol’ tiene su origen en la complicidad de funcionarios impuestos por Ricardo Peralta y por Horacio Duarte en la ANAM. El caso más emblemático fue la designación de Julio Carmona, hermano de Sergio, como administrador de la aduana de Reynosa, Tamaulipas.
La Secretaría de la Defensa Nacional identificó como el personaje más visible de esta red interna a Juan Carlos Madero Larios, ex director de Operación Aduanera y número dos de la Agencia Nacional de Aduanas bajo el mando de Horacio Duarte. Carlos Narváez Romero era el representante y negociador político de este grupo en las mesas de poder de los restaurantes de Polanco, el enclave desde el cual la élite de la 4T dispone sobre elecciones y negocios públicos.
El 18 de agosto de 2022, el entones General Secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, envió una carta al titular del Centro Nacional de Inteligencia, el General Audomaro Martínez Zapata. El oficio confidencial 872, obtenido a través de la plataforma Guacamaya Leaks, señaló que “el Lic. Juan Carlos Madero Larios, presuntamente recibe recursos de negociaciones con operadores externos de las aduanas de Baja California y Sonora; asimismo, está señalado de participar en probables actos de corrupción relacionados al contrabando de hidrocarburos”. El documento agregó “que dicho funcionario debió haber sido cesado por el Titular de la Agencia Nacional de Aduanas de México, en cumplimiento a la instrucción del Presidente de la República, la cual le fue informada el 25 de agosto de 2021, en carta conjunta de la Secretaría de Marina y esta Secretaría; sin embargo, continúa laborando en la ANAM como Administrador de Operación Aduanera”.
El poder de Juan Carlos Madero Larios se exhibe en un documento oficial de Aduanas obtenido por Guacamaya Leaks. Durante la transición de la ANAM a las Fuerzas Armadas, Horacio Duarte solicitó que únicamente él y Madero Larios serían consideraos como canal de comunicación con la Secretaría de la Defensa Nacional. Otra señal de poder: de acuerdo a versiones de prensa, Madero Larios, Peralta y Duarte se reunían en un domicilio en el número 530 de Prado Sur para discutir la implementación de un Proyecto de Integración Tecnológica Aduanera de 14 mil millones de pesos con el dueño de la empresa Seguritech, Ariel Picker.
A pesar de los señalamientos de Luis Cresencio Sandoval, Madero Larios continuó operando al margen de Aduanas debido a que tenía acceso al primer círculo del general André Foullon, último titular de la ANAM en el sexenio de López Obrador. Misma situación que la de Ángel Arnoldo Ramírez Salinas, el heredero parcial de los negocios de Sergio Carmona. Ramírez Salinas, quien murió el mes pasado en un accidente en la carretera Guadalajara-Colima y quien compartía dirección con la principal empresa de Carmona, creció exponencialmente su negocio de contrabando de hidrocarburos durante la gestión de Foullon.
La revista Contralínea, un medio cercano al partido en el poder ratifica esta versión: “Fuentes vinculadas a las investigaciones aseguran que el principal acusado por corrupción, Juan Carlos Madero Larios, tiene un estrecho vínculo con el general Foullon. Además de que el ex jefe de Operación Aduanera también habría sido protegido desde la Secretaría General del Centro Nacional de Inteligencia, lo que le ha valido evadir la acción de la justicia”.
Carlos Narváez Romero era un elemento esencial de esta maquinaria que involucra huachicol fiscal, poder político y financiamiento ilegal de campañas políticas. El caso no ha sido esclarecido, pero sus consecuencias siguen siendo relevantes.
Mientras tanto, Madero Larios espera la elección judicial de Tamaulipas. Los incentivos están alineados con su cuñada, la candidata a magistrada Tania Contreras López, quien se perfila para dirigir el Tribunal Supremo de Justicia de un estado en el que el huachicol fiscal ha sido el pasaporte al poder de prácticamente toda la clase política en turno.