¿Cuánto falta para la elección?

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¡Que alguien me explique!

Lo que se juega en Monterrey

A simple vista la elección extraordinaria del próximo domingo para elegir al alcalde de Monterrey es un asunto políticamente menor

Por Ramón Alberto Garza

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A simple vista la elección extraordinaria del próximo domingo para elegir al alcalde de Monterrey es un asunto políticamente menor. Después de todo es una mera contienda municipal.

Pero quienes ven las cosas con más seriedad saben que en la Sultana del Norte se pondrá en juego el principio de sobrevivencia, tanto para el PRI como para el PAN.

Para entenderlo hay que recordar que de las tres grandes metrópolis mexicanas, la Ciudad de México es de Morena y Guadalajara del Movimiento Ciudadano.

Monterrey es pues la única joya de las coronas municipales que todavía puede ser del PRI, si puede reelegirse Adrián de la Garza, del PAN si Felipe de Jesús Cantú vuelve a la silla que ocupó hace 18 años.

El asunto es mayor si se considera que en las pasadas elecciones de julio de Morena barrió al PRI y al PAN de muchos de sus enclaves históricos.

Eso significa que los partidos que algún día controlaron la presidencia de la República se quedaron sin gobiernos –federales, estatales o municipales- en donde colocar a sus gentes que como funcionarios se convierten en los evangelizadores y financiadores de sus causas.

Peor aún, al perderse los espacios políticos, también se pierden las haciendas públicas de donde los partidos echan mano para apuntalar su sobrevivencia política.

Por eso la elección del domingo en Monterrey es clave. Porque el PRI o el PAN –quien gane- sobrevivirá con un patrimonio político y financiero entre las tres grandes, que dicho sea de paso, tienen presupuestos superiores a muchos gobiernos estatales.

Quizás por eso es que las alineaciones de otras fuerzas políticas están apareciendo como cruciales en el desenlace de esta segunda elección regia.

El gobernador Jaime “El Bronco” Rodríguez juega en la cancha del panista Felipe de Jesús Cantú y pondrá el poco o mucho capital que le queda después de la gran decepción ciudadana, al servicio del albiazul.

Mientras que los que se presentan hoy como los dueños de Morena en Nuevo León se sienten más inclinados a favorecer los intereses del PRI y de su candidato Adrián de la Garza. La no postulación de un candidato fue el primer paso.

Pero sin duda quienes están en la mejor posición para negociar su estratégico apoyo son Alberto y Lupita Anaya, los jerarcas del PT, que con su candidato Patricio “Pato” Zambrano, pueden colocar los votos necesarios para que PRI o PAN se sienten en la silla regia.

Las negociaciones continuarán el fin de semana y se prevee que será el sábado cuando se vea si el “Pato” Zambrano y su alfil Adalberto Madero, “Maderito”, acaban por inclinar la balanza.

Y no duden que desde sus cuarteles nacionales, el PRI y el PAN destinarán sus mejores recursos financieros y de campo para asestar el golpe final.

Lo que está en juego no es una simple alcaldía.

Lo que está en juego es el comienzo de la reconstrucción para los otrora dos partidos que acabaron más damnificados después de que les pasó por encima la aplanadora de la Cuarta Transformación.

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