Las traiciones y mentiras del caso Zambada-Guzmán López

Las versiones contradictorias del arresto de Ismael Zambada y de Joaquín Guzmán López tienen un común denominador: la traición. Sin embargo, esto no se ha traducido en una explosión inmediata de violencia en Sinaloa, la sede de un conglomerado criminal de familias que controlan la multimillonaria cadena de suministro de opioides sintéticos.

De acuerdo a la carta difundida por la defensa de Zambada, Joaquín Guzmán López se habría coludido con  el gobernador Rubén Rocha Moya para secuestrar al ‘Mayo’ y entregarlo a las autoridades de Estados Unidos. Ken Salazar, embajador de Washington en México, ha confirmado que efectivamente existe un acuerdo entre autoridades norteamericanas y Guzmán López.

No obstante, Jeffrey Lichtman, abogado de los hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, rechaza la aseveración de Salazar y niega categóricamente que su cliente haya establecido algún tipo de negociación con el gobierno de Estados Unidos.

En cambio, Jack Riley, ex subdirector de la DEA, le dijo a la revista Proceso que la historia del supuesto secuestro de Zambada representa una cortina de humo para ocultar un acuerdo con las autoridades estadounidenses.

Tanto Zambada como Guzmán López tienen incentivos para negar que entablaron negociaciones con Washington. El estigma de la traición podría debilitar significativamente las estructuras criminales de sus sucesores y socios en Sinaloa. Esto es, en el caso del ‘Mayo’, la organización controlada por sus hijos Ismael Zambada Sicairos, ‘Mayito Flaco’, e Ismael Zambada Imperial, ‘Mayito Gordo’. En el caso de la facción de ‘Los Chapitos’, el liderazgo recae en Iván Archivaldo Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, quienes tienen acceso a un ejército de 5 mil sicarios, de acuerdo a una fuente cercana al cártel citada por The Wall Street Journal.

Si la guerra no ha estallado en Sinaloa es, en parte, debido a que el gobierno mexicano ha desplegado tres mil elementos militares en el estado, incluidos cientos de soldados de Fuerzas Especiales. Sin embargo, el factor que mejor explica esta aparente ‘pax narca’ es la falta de información. Los grupos criminales todavía están intentando discernir entre qué es verdad y qué es mentira en esta trama criminal.

Mientras tanto, ‘Los Mayitos’ y ‘Los Chapitos’ se preparan para la guerra. The Wall Street Journal reportó que, de acuerdo a personajes en el terreno, estas facciones criminales están acumulando armamento y reclutando sicarios.

En los últimos meses, las estructuras de seguridad de ambas organizaciones han sufrido golpes severos. En noviembre de 2023, Néstor Isidro Pérez Salas, alias ‘El Nini’, fue detenido. El jefe de seguridad de ‘Los Chapitos’ fue extraditado en mayo de este año. Por otro lado, Eliseo Imperial Castro, alias ‘Cheyo Ántrax’, fue asesinado a finales de mayo de 2024 por un comando de civiles armados en una de las avenidas más concurridas de Culiacán. El ‘Cheyo Ántrax’ era el líder de uno de los brazos armados más importantes del ‘Mayo’ Zambada y era primo de Ismael Zambada Imperial, uno de los herederos del imperio criminal del ‘Mayo’.

Hasta ahora, los reportes de violencia en Sinaloa son casos aislados, como la presunta ejecución perpetrada por elementos militares esta semana a las afueras de Culiacán.

Los grupos criminales siguen esperando señales de qué fue lo que pasó en el caso Zambada-Guzmán López. Las dudas permanecen: ¿El gobernador Rubén Rocha tuvo contacto con una facción criminal? ¿Por qué el empresario Jesús Vizcarra, señalado de tener vínculos con Zambada, le prestó su avión a Rocha Moya? ¿Vicente Zambada Niebla fue el broker de una negociación con el gobierno de Estados Unidos? ¿A dónde fue transferido Ovidio Guzmán López? ¿Un helicóptero AH-64E del Ejército de Estados Unidos sobrevoló la aeronave donde viajaban Zambada y Guzmán López? ¿La Fiscalía de Sinaloa difundió un video falso sobre el asesinato de Héctor Melesio Cuén? La estabilidad en Sinaloa depende de cómo sean respondidas estas preguntas.