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¡Que alguien me explique!

Las calumnias contra Artemio

De unos días a la fecha se emprendió toda una campaña mediática, muy orquestada, en contra del empresario regiomontano Artemio Garza. Pretenden acusarlo de malversación en el manejo de recursos del Parque Fundidora. Nada más falso

Por Ramón Alberto Garza

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Artemio Garza es un muy exitoso empresario regiomontano que tiene la enorme cualidad de involucrarse para buscar resolver los problemas de su comunidad y practicar, como pocos, la filantropía.

En los días en que la mayoría del empresariado regio se agacha para no entrar en conflictos ni políticos ni económicos, ejemplos como el de Artemio Garza muestran que todavía existen ciudadanos que apoyan, sin interés particular, todo aquello en lo que creen que va a beneficiar a su ciudad, a su estado o a México.

En los últimos años, durante el sexenio de Jaime “El Bronco” Rodríguez, se le entregó a Artemio Garza la responsabilidad de administrar el Parque Fundidora, el emblemático paseo que es, además, el mayor centro de entretenimiento a cielo abierto en la metrópoli de Monterrey.

Artemio Garza también se involucró, en 2021, en las campañas para gobernador de Nuevo León, asesorando a la candidata de Morena, Clara Luz Flores.

Será el sereno, pero de unos días a la fecha se emprendió toda una campaña mediática, muy orquestada, en contra de este empresario regiomontano con gran sentido social. Pretenden acusarlo de malversación en el manejo de recursos del Parque Fundidora. Nada más falso.

Quienes hoy cuestionan injustamente su trayectoria son algunos de los personajes o instituciones que se sintieron lesionados en el reacomodo de los intereses de los conciertos y los permisos de otros parques durante su gestión.

A lo que se dedicó Artemio Garza durante sus cinco años al frente de Parque Fundidora fue a mejorar las condiciones laborales y sus prestaciones para los 300 empleados, además de promover la independencia financiera, dejando de ser una carga para el presupuesto estatal, previo a la pandemia.

En ese mismo tiempo se concretaron proyectos como la mejora de contratos para los promotores de eventos, el manejo de una plantilla laboral más esbelta y eficiente, de bajo costo. También se promovió un mejor manejo del sistema hidráulico, se solventaron todas las observaciones de la Auditoría Estatal y de la Contraloría, además de sortear la pandemia con cero ingresos y manteniendo la paz laboral.

Todo eso fue suficiente para que se le otorgara, a Parque Fundidora, la Certificación Green Flag Award, un reconocimiento internacional que se da a parques con excelentes condiciones operativas.

Por eso también extraña que el gobernador Samuel García -quien quizás no perdona las simpatías de Artemio Garza hacia Clara Luz Flores- se montó de inmediato en la campaña contra el empresario y arremetió públicamente -un día después- para cuestionar los resultados.

La Auditoría Superior del Estado pretende acusar al empresario de un supuesto desfalco de 26 millones de pesos, porque la administración del Parque Fundidora bajo su cargo no le cobró a la burocracia que labora en la Torre Administrativa los cajones de estacionamiento que utilizaron durante los últimos tres años de su gestión. Y eso se hizo cuando el gobierno estatal dejó de pagar las aportaciones al fondo de pensión del estacionamiento de los trabajadores de la Torre Administrativa y del Parque Fundidora. Ahí no hay delito alguno. Se sacó dinero de una bolsa para acabar depositándolo en la misma bolsa.

Es muy lamentable que la honorabilidad probada de personas que desinteresadamente dan su tiempo a los asuntos de la comunidad termine difamando e injuriando su buen nombre.

Lo que esos ataques vienen a confirmar en Artemio Garza es el valor de su participación como ciudadano en los temas públicos. Y lejos de desmotivase, lo fortalecen y, sin duda, presentará las pruebas que demuestren su honorabilidad y la de su equipo directivo

Si su única motivación es la satisfacción de haber servido y haber contribuido a mejorar la calidad de vida de su comunidad, eso nadie se lo quita.

Lo que sí es lamentable es que, ese mal ejemplo, sirva para inhibir a que otros empresarios decidan invertir su tiempo por temor a acabar innecesariamente calumniados.

Ojalá que el caso de Artemio Garza no se convierta en otro episodio más de odio político, chantaje y extorsión que ya parecen ser el sello de la casa Fosfo-Fosfo.

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