La derrota del Fiscal

Por el lado que se le mire, lo que sucedió ayer en la Suprema Corte de Justicia de la Nación fue una aplastante derrota para el Fiscal General Alejandro Gertz Manero.

Y contra lo que el Fiscal esperaba -de acuerdo a lo escuchado en los audios filtrados de sus conversaciones- todos los ministros dieron la razón de que en el caso de Alejandra Cuevas se tenía que otorgar el Amparo frente al abuso de autoridad.

Pero para entender mejor el enredo jurídico, hay que decir que el proyecto del ministro Alberto Pérez Dayán acabó por ser rechazado por los otros diez ministros.

El ministro ponente buscaba amparar a Alejandra Cuevas, hija de Laura Morán, acusada por Gertz Manero de asesinar a su hermano Federico.

Para ello, proponía que se repusiera el procedimiento y se revistaran todas y cada una de las pruebas para acreditar que la inculpada -que cumple más de 500 días en prisión- no participó, ni por intención ni por descuido, en la muerte del hermano del Fiscal.

Cinco ministros se pronunciaron por otorgarle un Amparo liso y llano a Alejandra Cuevas para que recuperara de inmediato su libertad. En esa lista se incluyeron Javier Laynez, Margarita Ríos Farjat, Yasmín Esquivel, Norma Lucía Piña y Luis María Aguilar.

Los otros cinco ministros se pronunciaron por resolver a fondo el asunto, no por ordenar una simple reposición del procedimiento. Aquí se inscribieron el ministro presidente Arturo Zaldívar, Juan Luis González Alcántara, Loretta Ortiz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Jorge Mario Pardo Rebolledo.

Es decir, la mitad de los ministros votaron a favor del procedimiento del Amparo liso y llano, y otorgar la libertad inmediata.

La otra mitad pidieron que se repusiera el caso de fondo y se dictara el Amparo definitivo y contundente, aunque mediaran algunos días o semanas para concretar la liberación.

Y lo que determinó el ministro Arturo Zaldívar, presidente de la Corte, fue el de solicitar un nuevo proyecto a otro de los ministros para resolver el fondo del asunto, no ordenar una reposición del procedimiento.

Lo que en el fondo sucedió, con la emergencia de esas dos visiones, es que el Fiscal General de la República fue evidenciado. Nadie salió en defensa del acusador Gertz Manero.

Incluso, la ministra Loretta Ortiz fue tan directa como para demandar que se revise si existió violación al debido proceso. Y esa violación tendría dedicatoria clara a quien era al mismo tiempo el acusador y el Fiscal General de la República.

Lo que flota en el ambiente es que, aunque no se logró de inmediato la liberación de Alejandra Cuevas, ya con el nuevo proyecto, los cinco ministros acabarán por votar a favor de su libertad definitiva.

Gertz Manero perderá el caso de su familia en el que tantos ilícitos se habrían cometido, desde abuso de autoridad, abierto conflicto de interés, uso de los recursos de la Fiscalía para beneficio de un caso personal.

Ello sin contar con todo lo que se evidenció en las grabaciones que circularon la semana anterior y que dejaban en claro que el Fiscal tuvo ilegal acceso al proyecto elaborado por el ministro Alberto Pérez Dayán, aún antes de ser discutido en la Corte.

“Ya me mandaron el proyecto de Pérez Dayán…”.

Ello además de que presumía que tenía a tres o cuatro ministros que le ayudarían a mantener el caso a su favor. No fue así.

“Sí claro, mire tenemos, tenemos tres o cuatro ministros que no la van a dejar pasar”.

Este es un mal presagio para un Fiscal General de la República que tiene dos casos más que podrían acabar por ser atraídos por la Suprema Corte.

Uno, el de la familia Jenkins y la Universidad de las Américas en Puebla, en donde Gertz Manero tenía intereses personales con su franquicia en la Ciudad de México, por lo que se le imputa la presunción de buscar favorecer a una de las partes.

Y el otro, el de la acusación de un supuesto chantaje de un despacho de abogados al que intenta ligar a Julio Scherer, en el caso del abogado Juan Collado y la Caja Libertad.

La presunción es que Gertz Manero le habría vendido al abogado en prisión, la promesa de su libertad a cambio de inculpar a los abogados y al ex Consejero de la Presidencia en el supuesto chantaje.

Sea como fuere, el Fiscal General de la República está en una situación delicada. Su derrota de ayer en la Suprema Corte no es ningún buen indicio en las vísperas de que defina su comparecencia ante el Senado, el único órgano facultado para confirmarlo en su posición o para promover su remoción.