La caza de «La Coneja»

Vaya días….Qué decimos días, horas de pesadilla, las que está viviendo el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto en el accidentado arranque de la sucesión presidencial 2018.

La detención del priista Alejandro “La Coneja” Gutiérrez, ex secretario general del PRI en los días de Manlio Fabio Beltrones al frente del partido, sacudió a la clase política mexicana.

No pasó un día de la denuncia exhibida por el diario Reforma cuando elementos de la Policía Federal arrestaron al político y empresario, argumentando que actuaron en respuesta a una petición del gobierno del panista Javier Corral.

La acusación es por el presunto desvío de 250 millones de pesos que el secretario de Finanzas de César Duarte admite que envió a las campañas del PRI en el 2016.

¿Cómo se debe leer esta filtración, que en carambola de cuatro bandas pretende pegar en la línea de flotación del PRI?

¿Cómo deben esquivar el golpe el exsecretario de Hacienda Luis Videgaray, el ahora candidato José Antonio Meade como sucesor de Videgaray y sin duda el presidente Enrique Peña Nieto?

Ni que decir del daño que se le pretende imputar a Manlio Fabio Beltrones, a quien acusan de ser el instigador de los desvíos.

Para entender esta trama de intrigas políticas, al margen del necesario proceso judicial para una denuncia de esa magnitud, hay que responder tres interrogantes.

I.- Bastaron 24 horas después de que se publicara la denuncia para que la Policía Federal, bajo tutela de la secretaría de Gobernación, operara la sorpresiva detención.

¿Sabía de ese operativo el secretario Miguel Ángel Osorio Chong? Si la respuesta es sí, ¿se lo comunicó en tiempo y forma a su jefe Enrique Peña Nieto?

¿Autorizó el presidente que se abriera el expediente contra su partido, el PRI, sin haber concluido la investigación, como lo admite el mismo gobernador Javier Corral?

Es curioso, porque en el caso de los sobornos de Odebrecht van 9 meses de investigaciones, tres procuradores, y nadie ve el final.

II.- El operativo se da en momentos en que se está decidiendo quienes serán los candidatos del PRI al Senado.

Pero sobre todo debatiendo quién debe ser el jefe de esa bancada: Manlio Fabio Beltrones o Miguel Angel Osorio Chong.

Si el operador en la captura de Gutiérrez -a través del apoyo de la Policía Federal- es el inquilino de Bucareli y el presunto damnificado es el sonorense Beltrones, ¿no existe una cuestionamiento o presunción de oficio?

El tema es estratégico, porque si el PRI pierde la elección presidencial, su líder de la bancada en el Senado se convierte de facto en un “vicepresidente” que cogobierna. Sucedió con Calderón presidente y Beltrones senador.

III.- Hay quienes incluso ven una relación de los sucesos en Chihuahua con la remoción del hidalguense José María Tapia como presidente del Comité de Acción Electoral del PRI nacional.

¿O alguien ya olvidó que otro hidalguense, también de apellido Tapia, es el empresario que Emilio Lozoya le recomienda a Odebrecht, para asociarse y lograr más contratos?

Sí, la misma refinería que hoy es el epicentro de los sobornos de la constructora brasileña y que presumiblemente fueron a parar a cuentas de la campaña presidencial priista del 2012?

Pero lo mas lamentable es que las formas no se guardaron. El golpe contra el brazo derecho del ex presidente del PRI se dio justo cuando Beltrones recibía condolencias en el sepelio de su suegra.

Lo dicho, el deschongue sacudió al gobierno Peña Nieto. Habrá consecuencias y severas. No lo duden.