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29 de agosto 2023

¡Que alguien me explique!

Frente y Corcholatas: tormentas a la vista

Ayer se desataron dos tormentas políticas. Una dentro del Frente Amplio por México y la otra dentro de los cuarteles electorales de Morena

Por Ramón Alberto Garza

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Ni Beatriz Paredes en el Frente, ni Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal, Adán Augusto López o Gerardo Fernández Noroña en Morena se merecen un final infeliz. Lo último que deben aceptar quienes se la jugaron en contiendas internas para validar candidaturas es que los hagan aparecer como “tontos útiles”.

Lo decimos porque ayer se desataron dos tormentas políticas. Una dentro del Frente Amplio por México y la otra dentro de los cuarteles electorales de Morena.

En el llamado frente opositor, las declaraciones de Alejandro Moreno Cárdenas, mejor conocido como “Alito”, en las que dejaba abierta la posibilidad de que Beatriz Paredes se bajara de la contienda y le dejara el paso libre a Xóchitl Gálvez, levantaron las cejas de muchos priistas.

Sobre todo, cuando el presidente nacional del tricolor reveló que, en las encuestas, los números preliminares no favorecen a la precandidata priista, por lo que se habla de que el miércoles se deberá de evaluar si vale la pena que se corra la elección del 3 de septiembre o de plano, por el bien del Frente Amplio por México, se le deja el camino despejado a la panista Xóchitl Gálvez.

¿Significa que se va a suspender un partido pactado a dos tiempos -encuestas y votación en urnas- jugando solo el primer lapso y cancelando el segundo?

Está claro que, los temores de los organizadores de la contienda interna del Frente, lo último que quieren es que una candidata gane en encuestas y la otra en urnas. La decisión se iría a un Consejo y, entonces, los jaloneos podrían lesionar la unidad opositora.

Lo que le faltó al bloque opositor es definir un algoritmo de ponderación para cada proceso, para que se dieran las condiciones de justicia. Qué tal si una candidata gana la encuesta con el 15 por ciento de la diferencia, pero en las urnas del 3 de septiembre, la otra candidata gana por 30 por ciento de diferencia. ¿A quién se le levanta la mano?

Por el bien del Frente, Alejandro Moreno y Marko Cortés deben sentarse hoy mismo a dilucidar, juntos, la fórmula final. No jugar el segundo tiempo y decidir solo por lo que dice el primero, puede dejar mal sabor de boca y acabar por lesionar a la candidata ganadora.

Y en la acera de las “corcholatas” de Morena, los nubarrones también presagian tormenta. Los dados cargados para Claudia Sheinbaum se asoman por todos los frentes, despreciando la inteligencia de sus adversarios Ebrard, Monreal, López y Fernández Noroña y, sobre todo, la de los militantes morenistas.

La última es la revelación de que la presidenta de la Comisión de Encuestas de Morena, Ivonne Cisneros, es una fan declaradísima de Claudia Sheinbaum. Si lo dudan, vean este video del cuarto informe de quien fuera Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y hoy es la “corcholata” favorita del presidente López Obrador.

¿Así o más disparejo el piso? ¿Puede una militante de las filas de Sheinbaum ser imparcial frente a sus adversarios, a la hora de contar los votos de la encuesta que definirá al candidato o candidata de Morena? En un descuido habrá que pedirle ayuda al ahora morenista  Manuel Bartlett para que comparta los tips 1988 de cómo hacer “que se caiga el sistema”.

Flaco favor el que le hizo con esa designación Mario Delgado al presidente López Obrador. El presidente nacional de Morena está exhibiéndose como lo que es, un títere que busca desesperadamente complacer a cualquier precio al inquilino de Palacio Nacional. Pobre papel.

Será interesante ver la reacción de los adversarios de Claudia Sheinbaum frente a semejante pifia de designar a Ivonne Cisneros, porque eso equivale a entregarle el arbitraje de un partido de futbol al dueño de uno de los equipos. ¿Creen que habrá Fair Play?

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