10 de enero 2017
¡Que alguien me explique!
¿Dónde está el piloto?
El presidente Enrique Peña Nieto está mal y de malas, y no se diga su gabinete, aún peor
Por Ramón Alberto Garza
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El presidente Enrique Peña Nieto está mal y de malas, y no se diga su gabinete, aún peor.
El desaguisado de ayer, el de haberle enviado a la Coparmex –el principal sindicato patronal de este país- los detalles del presunto Acuerdo para el Fortalecimiento Económico tras el “gasolinazo”, dos horas antes lo único que viene a decir es que en este país se gobierna en las rodillas.
No hay un liderazgo, ni presidencial ni de gabinete que esté articulando consensos y que ponga de acuerdo a las diferentes partes y prácticamente se siguen los mismos rituales de aquel “presidencialismo trasnochado” de los años setentas, ochentas, cuando personajes como Luis Echeverría, José López Portillo o Miguel de la Madrid, por decreto lanzaban esos acuerdos, esos pactos económicos, esos pactos de unión para poder sacar al país sin ningún detalle de cómo hacerlo.
Simplemente un paquete de oficios, con los cuales hoy en el año 2017, la Coparmex dijo “basta, hasta aquí”. Imaginen lo que significa que al presidente de la República los empresarios de su país le digan “lo sentimos, no vamos con lo que estás proponiendo”.
Y el motivo es muy claro, simplemente, no hay sustancia en ese acuerdo. Un puñado de buenos deseos y de buena voluntad de qués pero no de cómos.
Lo que todos quisiéramos ver, y creo que ese es el punto de la Coparmex, es primero un gobierno que busque hacer consensos, no hacer política sobre las rodillas para salir de botepronto a tratar de apaciguar, básicamente, con un vaso de agua un gigantesco incendio que se le salió desde que no midieron las consecuencias del gasolinazo, y por supuesto, no tuvieron una forma articulada de enfrentar los saqueos.
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