Vuelve Trump… apunta a México

Donald Trump reapareció en Texas. Y lo hizo apuntando su dedo flamígero hacia México.

Sucedió en el segundo mitin masivo al que asiste en el 2022 y que tuvo lugar en el condado de Conroe, cercano a Houston.

Una sorprendente multitud, calculada en más de 10 mil simpatizantes, renovó en el ex presidente republicano su sueño de volver a la Casa Blanca en el 2024.

El regreso de Trump a Texas fue coronado con una cena de gala para recaudar fondos rumbo a su futura campaña presidencial. ¿Costo por pareja?… 100 mil dólares.

El iracundo, ególatra y megalómano ex mandatario está aprovechando los sobrados cuestionamientos que pesan sobre su sucesor Joe Biden.

El demócrata viene de un mediocre primer año en la Casa Blanca y está despertando a su segundo año, montado en la posibilidad de una confrontación con Rusia en Ucrania.

Pero Trump, el amigo de Vladimir Putin, el que lo defendió cuando los servicios de inteligencia denunciaban la mano negra de Rusia en las elecciones norteamericanas de 2016, salió ahora al paso para cuestionar a Biden e implícitamente abonar en favor del premier ruso.

Y en su discurso de Conroe, Trump cuestionó la política del gobierno norteamericano hacia Ucrania y demandó, primero, defender la frontera que existe con México, la de Texas.

“Todos en Washington están obsesionados con proteger las fronteras de Ucrania, pero la frontera más importante en este momento para nosotros no es la frontera con Ucrania, sino la frontera de América y no hacemos nada al respecto. Dejamos que la gente venga, no sabemos quiénes son.

“El primer deber del presidente es defender la frontera estadounidense. Antes de que nuestros líderes hablen de la invasión de otros países, primero necesitan detener la invasión de este país, que está siendo invadido por gente a la que no debería permitírselo”.

Trump recordó que, durante su gobierno, se tuvo la frontera más segura que jamás haya existido, en una clara evocación al muro entre Estados Unidos y México.

“Antes de que Joe Biden mande tropas a Europa del Este a defenderlos, debería estar enviando tropas para defender nuestra frontera, justo aquí, en Texas”.

Está claro que el mantra político para el retorno de Trump a la Casa Blanca pasa por el conflicto migratorio y viene con dedicatoria directa a México y a su gobierno.

Bajo esta premisa, el ex mandatario republicano volverá a inocular el miedo de la invasión latina sobre los Estados Unidos y, de paso, intentará con ese discurso disuadir a su sucesor demócrata para que abandone la defensa de Europa del Este, haciéndole la tarea a Putin.

El conflicto está en que, para más de la mitad de los norteamericanos, la postura de Trump es la correcta. Incluso para un bloque de legisladores demócratas que ya reniegan de la tibieza del presidente Biden.

Y las reacciones a la postura de quien ya está aceitando su maquinaria propagandística para regresar a la Casa Blanca, sin duda contaminará la política exterior de Biden, en particular hacia México.

Los analistas esperan que el gobierno norteamericano generará un endurecimiento en las relaciones hacia nuestro país, que sea suficiente para arrebatarle esa bandera a quien ya tiene como consigna frenar la reelección de Biden.

El presidente Andrés Manuel López Obrador y su canciller, Marcelo Ebrard, tienen que darle la lectura correcta al discurso de Conroe. Y no confiarse en que Trump es “amigo de la casa”.

Más temprano que tarde, el republicano volverá por sus fueros, si Biden insiste en sostener sus políticas tibias hacia las Américas y reservar su “mano dura” solo para contener la amenaza rusa sobre Europa del Este.