Trump a Canadá: Son competidores, no aliados

¿Qué pasó?
• La relación bilateral entre Estados Unidos y Canadá atraviesa su momento más bajo en décadas. El presidente Donald Trump declaró que se elevará a 50 por ciento la imposición de aranceles a la importación de acero y aluminio canadiense.

• La medida es una respuesta al anuncio que hizo el premier de Ontario, Doug Ford, de la implementación de un impuesto de 25 por ciento para la exportación de electricidad destinada al norte de Estados Unidos. Después de sostener una llamada con el secretario de Comercio norteamericano, Howard Lutnick, Ford se desistió de este gravamen que habría significado un aumento en los precios de la electricidad de millones de estadounidenses.

• Sin embargo, la ira de Trump frente a Canadá ha alcanzado nuevos niveles. En un mensaje a través de Truth Social, el presidente estadounidense dijo que es momento de considerar a los canadienses como competidores, no como aliados.

• El inquilino de la Casa Blanca insistió en su determinación, real o ficticia, de hacer de Canadá el estado número 51 de la Unión Americana: “La línea de separación artificial dibujada muchos años atrás finalmente va a desaparecer”. Trump agregó: “Lo único que hace sentido para Canadá es que se conviertan en nuestro adorado estado número 51. Esto desaparecería las tarifas y todo lo demás. Los impuestos de los canadienses se verán sustancialmente reducidos, estarán más seguros que nunca en términos militares. Ya no existirá el problema de la Frontera Norte”.

¿Por qué importa?
• Históricamente, Canadá ha sido el aliado más cercano y confiable de Estados Unidos. Ottawa y Washington son socios militares en la alianza de la OTAN. Además, comparten inteligencia al más alto nivel posible entre dos naciones bajo un programa conocido como ‘Five Eyes’, que incluye también a Reino Unido, Nueva Zelanda y Australia.

• El discurso de Trump respecto a la anexión de Canadá es parte de una narrativa expansionista que ha marcado su segunda gestión como presidente. Su administración insiste en que tomar control de Groenlandia y del Canal de Panamá es un asunto de seguridad nacional.

• La animadversión de Washington hacia Ottawa pone en riesgo la integración de América del Norte como un bloque comercial unificado bajo el T-MEC. La Secretaría de Comercio de Estados Unidos no considera que la imposición de aranceles al acero y al aluminio son violatorios del tratado.

El contexto:
• Donald Trump ha reiterado que respeta a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. La relación contrasta con los constantes choques con el gobierno de Justin Trudeau.

• No obstante, tanto México como Canadá recibieron una exención del pago de aranceles de bienes “no previstos bajo el T-MEC”.

• Las exportaciones mexicanas de acero y aluminio, bajo la lupa por supuestas prácticas desleales de proveedores de China, serán gravadas con un arancel de 25 por ciento. El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, se encuentra en Washington negociando con el equipo de Trump una exención adicional para el sector siderúrgico.