5 de mayo 2025
¡Que alguien me explique!
Sheinbaum, la Banca y el dilema de mayo 8
En el programa oficial, la 88 Convención Bancaria será inaugurada por la presidenta Claudia Sheinbaum. Pero hoy existe la duda sobre si debe o no acudir a ese acto, tras su agria disputa dialéctica con el ex presidente Ernesto Zedillo
Por Ramón Alberto Garza
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El próximo jueves 8 de mayo, en Nayarit, tendrá lugar la 88 Convención Bancaria. En el programa oficial, el evento anual de los banqueros mexicanos será inaugurado por la presidenta Claudia Sheinbaum. Pero hoy existe la duda entre el círculo íntimo presidencial si la inquilina de Palacio Nacional debe o no acudir a ese acto, después de su agria disputa dialéctica con el ex presidente Ernesto Zedillo.
Sobre todo, cuando para defender sus posturas, la presidenta Claudia Sheinbaum mostró en la mañanera un video sobre el Fobaproa en el que arremetió contra los bancos…
Y en ese mismo video se exhiben nombres e imágenes de los banqueros y empresarios que fueron beneficiados por el cuestionado rescate bancario, concretado por el gobierno de Ernesto Zedillo.
Pero, vayamos por partes. La salida al debate público del ex presidente Ernesto Zedillo es digna de aplauso, ni duda cabe. Abandonó la comodidad de su silencio para alertar a los mexicanos sobre la autocracia que se está apoderando de México, con la mal llamada Reforma Judicial. Y también sobre el gasto irresponsable y opaco de cientos de miles de millones de pesos en obras faraónicas, caprichosas, como el Tren Maya, el Aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería de Dos Bocas y el ferrocarril Transístmico, que llevaron a elevar la deuda pública heredada en mejores condiciones al lopezobradorismo por los gobiernos del PRIAN.
Pero dicho eso, el ahora catedrático de Yale debió medir que la confrontación con la Cuarta Transformación traería su coletazo. Y la presidenta Claudia Sheinbaum no dejó pasar el cuestionamiento para recordarle al ex presidente Ernesto Zedillo de su autoría de aquel gran descalabro que, en su sexenio, fue la creación del Fondo Bancario de Protección al Ahorro -el famoso Fobaproa- esa caja negra de corrupción que benefició a un puñado de acaudalados mexicanos para rescatar de la quiebra a sus mal manejados y saqueados Bancos -con dinero de nuestros impuestos- para que acabaran por entregarlos a la Banca extranjera. Más de 25 años después de aquel atraco nacional continuamos pagando los platos rotos.
Pero, así como decimos una cosa, decimos la otra. La presidenta Claudia Sheinbaum debió medir las consecuencias de sus dichos, porque si hablamos de saqueos, ya veremos cómo terminará el balance de los dineros públicos en el primer sexenio de la Cuarta Transformación. La corrupción fue rampante, como nunca antes, la opacidad en las cuentas de las obras públicas permitió el saqueo descarado y ni qué decir de las debacles de Pemex, agobiada por el tráfico impune de huachicol fiscal creado por el círculo más íntimo del ex presidente Andrés Manuel López Obrador y que cuando termine de auditarse será infinitamente mayor que el saqueo del Fobaproa.
Y en el terreno judicial, existe una diferencia sustantiva entre la reforma de 1994 y la que se promueve actualmente en la Cuarta Transformación. Y esa diferencia va en favor del ex presidente Zedillo, quien desapareció y renovó la Suprema Corte de Justicia con la aportación de ternas que serían debatidas y elegidas en última instancia por el Senado.
Hoy, en la Reforma Judicial impuesta por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador a su sucesora Claudia Sheinbaum las fallas son claras. Desde la selección de los supuestos candidatos ideologizados y los métodos de elección y conteo de los votos arrebatados al INE, pasando por la inclusión en las boletas de una veintena de personajes ligados a capos y al crimen organizado -y que se resisten depurar- lo que destruye toda credibilidad en esa reforma que sólo tiene como intención adueñarse del último poder que puede equilibrar los abusos de la Cuarta Transformación o de cualquier gobierno abusivo en el futuro.
Por eso cuestionamos qué sucederá el próximo jueves en la Convención Nacional Bancaria en Nayarit. ¿Se presentará la presidenta Claudia Sheinbaum a inaugurar el evento y a dar su mensaje después de esta disputa con el ex presidente Ernesto Zedillo y la exhibición en la mañanera de Bancos y banqueros? ¿Podría anunciar la inquilina de Palacio Nacional -si se presenta a la Convención- la exigencia oficial largamente aplazada de bajar el cobro de elevados intereses y de las comisiones por servicios, que hace de los Bancos “mexicanos” -por mucho- los más rentables del mundo?
Es lamentable que la relación entre la presidenta Claudia Sheinbaum y el sector empresarial, que comenzaba a dar muestras de diálogo abierto, haya caído en este bache dialéctico por andar confrontado posiciones de complicidades y de corrupción en ambos bandos, PRIAN y Cuarta Transformación. Tan malo el pinto como el colorado.
Lo que sí nadie puede negar es que la pelea Sheinbaum-Zedillo fue más real y emocionante que la del Canelo Álvarez y el cubano William Scull. Y en la versión mexicana estamos todavía por ver “quién se bailó a quién”.
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