¿Cuánto falta para la elección?

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18 de mayo 2021

¡Que alguien me explique!

Samuel, el intolerante

Está claro que, como muchos políticos, el candidato de Movimiento Ciudadano confunde una relación profesional e incluso de amistad con incondicionalidad y hasta con complicidad

Por Ramón Alberto Garza

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“Ahora sí te pasaste la raya y límite que podía tolerar”.

El autor de este mensaje es Samuel García, candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Nuevo León. Me lo envió ayer lunes, por WhatsApp, a las 12:00 horas.

Su reacción fue a la publicación “Van por Samuel (y por Mariana)” difundido ayer mismo por Código Magenta.

En esa investigación se exponían en detalle las distintas líneas de investigación sobre el manejo de los recursos, tanto de su familia directa, como de la familia política del candidato de Movimiento Ciudadano y de su esposa, la influencer Mariana Rodríguez.

Mi respuesta no se dejó esperar: “Podrías informarme, candidato, ¿qué significa pasarse de la raya, al reportar lo que ya está en todos los medios? ¿Puedes definirme el límite de tu tolerancia?”.

Históricamente, la relación con Samuel García fue transparente, de respeto personal y profesional e incluso de amistad.

Pero está claro que, como muchos políticos, el candidato de Movimiento Ciudadano confunde una relación profesional e incluso de amistad con incondicionalidad y hasta con complicidad.

Lo publicado por Código Magenta, en donde se exhibe el amplio entramado de presuntas empresas “fantasma” de su familia directa y política, fue también difundido por otros medios de comunicación. Aquí una muestra esos titulares.

Animal Político: “La red del suegro de Samuel, 16 empresas prestanombre y mil 500 millones de pesos en operaciones sospechosas”.

Animal Político: “Esposa, padre y suegro de Samuel García, implicados en posible evasión y operaciones sospechosas por 180 millones de pesos”.

El Financiero: “Tras la cabeza de Samuel”.

El Financiero: “Lo que tienes que saber de las investigaciones contra Samuel García y Adrián de la Garza”.

Eje Central: “El nervioso Samuel”.

Eje Central: “Pruebas hunden a Samuel García”.

Lo publicado por Código Magenta está fincado en los detalles de las investigaciones que vienen haciéndose desde hace meses sobre el origen y destinos de los dineros de su familia y los de su esposa.

Un tema delicado que trasciende hacia posibles responsabilidades en el presunto uso de algunos de esos dineros en la campaña del candidato emecista. Tanto, que el mismo Samuel García lo reclama públicamente una y otra vez.

“Lo que quiero pedir, puntualmente, a la FEPADE, a las autoridades es que saquen a mi familia de esto, que saquen a Mariana mi esposa de esto”.

Lamentamos decirle al candidato de Movimiento Ciudadano que esa es una petición fuera de lugar. Máxime, cuando los negocios “de familia” él mismo fue quien los entrelazó con los asuntos de la política.

Código Magenta no involucró a su familia. Fue el mismo Samuel García quien la viene presumiendo, a su papá, a su mamá y a sus hermanos como sus apoyos financieros más importantes de su campaña.

Código Magenta tampoco inventó la doble declaración de Samuel García, una en la que el periodista Mario Gámez le dice que, de sus 20 millones de pesos gastados en campaña, solo 1.5 millones provienen de su partido y los otros 18.5 millones de aportaciones privadas de su familia.

Pero un mes después, en otra entrevista con Carlos Loret, Samuel García ignora lo que ya había dicho para rectificar que todo venía de su partido, y dice que solo 500 mil son aportaciones privadas que él mismo se dio.

Tarde se dio cuenta de que, al haber citado con Mario Gámez a su familia, como donante de su campaña, era obligada la investigación de esos recursos.

Código Magenta tampoco fabricó el depósito en efectivo de tres millones de pesos, reportados por él mismo al INE en sus gastos de campaña, y cuyo origen todavía hoy permanece como un misterio.

Código Magenta tampoco tiene responsabilidad alguna en que el candidato de Movimiento Ciudadano haya utilizado a su exitosa esposa, Mariana Rodríguez, como instrumento de difusión política.

Mucho menos, que sus menciones “gratuitas” sean objeto hoy de una amplia investigación por parte de las autoridades electorales.

Sobre todo, en lo que se refiere a los montos de los pagos y transferencias que por el sistema de Pay-Pal se cruzaron en el último año en el blog de la influencer, para la liquidación de presuntos servicios publicitarios.

Dice la conseja popular que si quieres conocer de verdad, quién eres, que te postules a un cargo de elección popular. Ahí terminarás conociendo lo que ni tú mismo sabías de ti.

Está claro que Samuel García, el intolerante, el que pinta rayas a periodistas que le incomodan con sus investigaciones, jamás escuchó esa conseja.

De haberlo hecho, nunca se habría postulado como candidato de Movimiento Ciudadano al gobierno de Nuevo León. Fosfo, Fosfo.

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